Deliberan terna para dirigir la CNDH ¿Quién con quién, quién contra quién?

La terna de aspirantes a comandar la CNDH desató una andanada de golpes bajos en el Senado de la República. Mientras que la mayoría de los integrantes de las comisiones unidas de Derechos Humanos y Justicia respaldaba la tentativa de que Rosario Piedra Ibarra, Arturo Peimbert Calvo y José de Jesús Orozco Henríquez pasaran a la recta final de la carrera para elegir al nuevo titular del organismo, una minoría lanzaba una planilla alternativa de candidatos integrada por Ricardo Bucio, Michael Chamberlin y la propia Rosario Piedra.

Como lo adelantó EMEEQUIS en las notas “Ya viene la terna para la CNDH: ¿cercanía con las víctimas o eficacia administrativa?” y “Sucesión en la CNDH: los 5 candidatos punteros para relevar a Luis Raúl González Pérez”, los candidatos mencionados lideraban los acuerdos previos para integrar la terna que será votada este miércoles 30 de octubre en el pleno del Senado.

El ganador deberá obtener las dos terceras partes de los sufragios y, en caso de no haber consenso, los legisladores propondrán una segunda lista de aspirantes.

Hacia la noche del martes 29, los senadores aprobaron por 21 votos a favor, 4 en contra y una abstención la lista integrada por Piedra, Peimbert y Orozco. Esta terna fue interpretada como un duelo que medirá fuerzas entre los aspirantes cercanos a las posiciones de la 4T y la opción respaldada por el grupo de la UNAM, quienes han detentado el poder de la institución desde sus orígenes.

LA FOTO DE PIEDRA

A Piedra y a Peimbert se les ubica como cercanos a la 4T y proclives a transformar la CNDH en una “Defensoría del pueblo” que trabaje en favor de las víctimas. La versión dominante señala que la hija de la legendaria luchadora social cuenta con el apoyo directo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El senador independiente Emilio Álvarez Icaza recordó días antes que Piedra Ibarra había sido secretaria de Derechos Humanos de Morena durante tres años, además de que ese mismo partido la propuso como candidata a diputada por un distrito de Nuevo León en las elecciones de 2018.

En su favor, varios legisladores argumentan que Piedra Ibarra ha acompañado a su madre en las actividades del Comité ¡Eureka!, que pugna desde hace más de 40 años por la búsqueda de los desaparecidos y los derechos de los presos políticos. También mencionan que una prueba de su independencia frente al poder es que la activista se ha parado frente a Palacio Nacional para exigirle a AMLO que cumpla su palabra de crear una Comisión de la Verdad que investigue los crímentes del pasado.

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Otros observadores comentan que, durante la entrega de la Medalla Belisario Domínguez, López Obrador se tomó una fotografía al lado de Rosario Piedra Ibarra, a quien entregó el reconocimiento dirigido a su madre. Ese día la luchadora social declinó a través de una carta recibir la presea, misma que encargó al presidente, quien deberá devolvérsela cuando se haga justicia a los desaparecidos de la llamada Guerra Sucia.

Ahora esa foto es interpretada como un gesto presidencial de apoyo a la aspirante a dirigir la CNDH. Las principales críticas a Piedra Ibarra provienen de PAN, PRI y de la cúpula del Ejército, quienes ven como una amenaza su propuesta de crear una Comisión de la Verdad que investigue los crímentes del pasado, muchos de ellos atribuidos a las fuerzas armadas.

Las preferencias de Morena se encontraban divididas hasta la madrugada de ayer. Las senadoras Martha Lucía Micher, Citlalli Hernández y Nestora Salgado, quienes votaron en contra de que Peimbert apareciera en la terna, apoyan a Piedra Ibarra, con el respaldo del senador Martí Batres.

LAS CARPETAS DE PEIMBERT

Al parecer Peimbert habría unido a la oposición en su favor, pero dividido al partido goberante: algunos morenistas van con él, otros con Piedra Ibarra. Además del respaldo de Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia, el oaxaqueño contaría con la venia del padre Alejandro Solalinde, quien hasta ayer jugó fuerte con la aspirante Elizabeth Lara Rodríguez, quien quedó fuera de la contienda.

Su activismo nacional e internacional en favor de las víctimas de Nochixtlán y su participación en la mediación de conflictos sociales al lado del pintor Francisco Toledo juegan a su favor.

Las animadversiones a Peimbert corrieron como lumbre cuando Álvarez Icaza lo acusó de haber desatendido expedientes de víctimas cuando se desempeñó como Defensor de Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca. En los pasillos del Senado comentan que Eliana García Laguna, subprocuradora de Derechos Humanos en tiempos de Jesús Murillo Karam, y la activista oaxaqueña Jessica Sánchez Maya contribuyeron a armar una “carpeta negra” contra Peimbert, misma que habría detonado los señalamientos del senador independiente.

Otros adversarios le endilgan cercanía con el exgobernador Gabino Cue, además de críticas de corte familiar, mismas que atajó cuando se presentó a la comparecencia acompañado de su exesposa e hijo.

El senador Ricardo Monreal, quien puede ser fiel en la balanza, estaría jugando con dos cartas: Peimbert y Orozco.

Las negociaciones de última hora definirán el sentido del voto de la bancada mayoritaria de Morena. ¿Votarán en bloque por Piedra Ibarra? ¿Se inclinarán por Peimbert? ¿Tendrán posiciones divididas a la hora de picar el botón?

LA FIRMA DE OROZCO

Y en medio de la pugna interna de Morena, nadie duda de que el cabildeo del establishment de la CNDH está del lado de José de Jesús Orozco Henríquez, quien forma parte del consejo consultivo del organismo y se ha desempeñado como titular de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El grupo de la UNAM, encabezado por el expriísta José Narro Robles y otros exrectores de la máxima casa de estudios, también se ha movido en su favor.

Pesa en su contra que fue magistrado durante 2006, cuando el tribunal electoral avaló la elección presidencial que dio el triunfo a Felipe Calderón. Mientras López Obrador denunciaba fraude, Orozco firmaba el acta que validaba la victoria del michoacano, al tiempo que hacía pronunciamientos en contra de la toma de avenida Reforma y otras arterias de la Ciudad de México.

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Ante la atomización del voto de Morena, Ricardo Monreal, quien da clases los viernes en la Maestría de Derecho de la UNAM, podría inclinarse por él. Sus credenciales académicas también lo colocan como un candidato de estabilidad y eficiencia administrativa. Orozco podría capitalizar la división del partido gobernante.

¿Y LA SEGUNDA TERNA?

Los aspirantes Ricardo Bucio, Michael Chamberlin y la propia Rosario Piedra regresarían a la palestra en caso de que ninguno de los candidatos obtenga dos terceras partes de los votos. Ellos o alguna otra terna, si así lo deciden los integrantes de las comisiones unidas de Derechos Humanos y Justicia.

En tanto, organizaciones sociales han criticado severamente la falta de mecanismos medibles durante el proceso de integración de la terna.

El nombre de la persona que relevará a Luis Raúl González Pérez al frente de la CNDH se conocerá en unas horas o, si se complican los acuerdos, después de Halloween.

@emeequis