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El país que heredó AMLO. Gerardo Esquivel habla sobre la fragilidad de Pemex y el crecimiento económico
El subgobernador del Banco de México asegura que corrupción, mala gestión y factores ideológicos dejaron a Pemex en desventaja. En entrevista con EMEEQUIS, observa condiciones para recuperación económica
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El gobierno de Enrique Peña Nieto “dejó a Pemex en una situación muy frágil… por factores ideológicos, quizá por corrupción, por mala administración, mala gestión”.
Gerardo Esquivel Hernández, subgobernador del Banco de México (Banxico), asegura en entrevista con EMEEQUIS que la administración de Andrés Manuel López Obrador heredó un reducido “margen de maniobra” en materia económica, con “una importante carga fiscal por el pago de la deuda” y “un reto enorme”, representado por las condiciones de Petróleos Mexicanos (Pemex): una empresa con alto endeudamiento, escasa producción, recursos limitados y obligada a la competencia con empresas privadas por la reforma energética.
Esquivel describe a Pemex como una empresa “agotada” por la falta de inversión, de previsión, por abandono y malas gestiones, incluido el endeudamiento de la administración peñista:
─Sí creo que aquella administración le dejó un peso muy grande en términos de deuda y de baja producción de Pemex, una empresa más débil con menores recursos y que además ahora está enfrentándose a la competencia por la vía de la reforma energética con empresas privadas.
El doctor en economía por la Universidad de Harvard detalla que “los esfuerzos de la actual administración para poner orden en las finanzas de Pemex no son fáciles”, ya que se cuenta “con recursos escasos y limitados, para revertir una caída en la producción que lleva casi 14 años”.
─¿Qué llevó a que Pemex estuviera en esas condiciones?
─Una serie de factores, incluyendo factores externos, casos de mala administración, pero también una visión distinta de país donde Pemex dejó de fungir como la gran fuente de recursos para el país y entonces a alguien se le ocurrió que la mejor solución era ampliar la participación del sector privado en la producción petrolera, lo cual no está necesariamente mal, pero sí tiene una implicación muy importante para la producción de petróleo, donde hay una gran renta, un gran beneficio, extraordinario.
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“Este beneficio –abunda Esquivel– que financió buena parte del gasto público durante muchos años, empezó a perderse. Se dejó de invertir apropiadamente, en las refinerías por ejemplo, hubo un momento donde estaban produciendo con 38 – 40 por ciento de capacidad. Y un poco de abandono combinado o explicado por factores ideológicos, quizá por corrupción, por mala administración, mala gestión”.
La caída de los ingresos de PEMEX
Asesor económico de Andrés Manuel López Obrador en las campañas presidenciales de 2006, 2012 y 2018, Gerardo Esquivel acusa falta de previsión de gobierno anteriores como una de las causas que tienen en una circunstancia de fragilidad a la petrolera mexicana:
“A veces, insisto, parece olvidarse que en algún punto la producción de Pemex iba a ser de más de tres millones de barriles al día y que ahora estamos produciendo un millón 750 mil barriles diarios, es decir 60 por ciento. Es una caída de los ingresos para el país, muy significativa”.
Considera también que no hubo previsión de las administraciones anteriores ante el deterioro de la empresa:
“En eso también incluyó el agotamiento natural, por ejemplo, de Cantarell, uno de los grandes pozos en la historia petrolera del mundo, no sólo de México, que explotamos durante muchos años, pero (los pozos) tarde o temprano se agotan, y cuando se agotó Cantarell dejamos de extraer casi 700 mil barriles diarios.
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“Todo eso fue agotando a Pemex. Una falta de previsión, yo diría del gobierno en general, de no prever que en los momentos de vacas gordas, cuando el precio del petróleo por ejemplo estaba en más de 100 dólares por barril, pues tuvimos que haber hecho algo con esos ingresos, que no hicimos”.
La recuperación de la confianza
─¿Cómo está la confianza de los inversionistas hacia el país?
─En 2018 empieza a darse un cambio en la percepción de los inversionistas hacia el ahora presidente y su gobierno con la presentación del paquete económico, que mostraba cierta prudencia fiscal, que veían como deseable, no veían nada extraño, inconsistente. Aunque justo por esas fechas, una acción muy cuestionada por parte de los inversionistas fue la cancelación del aeropuerto (de Texcoco). Preocupaba que fuera la tónica de su gobierno. Afectó indudablemente la confianza de los inversionistas, pero ha quedado claro que fue un caso atípico, una decisión quizá muy peculiar, y que no es la tónica de su gobierno. Creo que el tema sigue estando presente, que tomó mucho tiempo recuperar la confianza perdida de los inversionistas con la decisión del aeropuerto, pero ahora los veo mucho más dispuestos a dar un voto de confianza a esta administración y sus políticas públicas.
Esquivel Hernández detalla los aspectos que han generado confianza en el sector inversionista hacia el gobierno de López Obrador:
─Se ha mantenido la prudencia fiscal, el superávit primario, que se mantiene reflejado en la propuesta del paquete económico para 2020; y por el lado monetario, la independencia del banco central se ha respetado en general, hemos logrado reducir la inflación a la meta: el objetivo del Banco de México es de 3 por ciento. Y entonces la prudencia fiscal combinada con la prudencia monetaria, revelan que la situación económica en general está estable y garantizada la estabilidad macroeconómica.
El crecimiento que viene
El subgobernador del Banco de México explica que la falta de crecimiento económico en el ejercicio inicial del gobierno de López Obrador tiene numerosas razones, incluido un ciclo internacional que, vislumbra, ya terminó, y que ya no podrá pegarnos “porque ya nos pegó”:
─La falta de crecimiento económico en este primer año se debe a una serie de factores. Tiene que ver con la pérdida de confianza en parte de los inversionistas, que ya mencioné antes, pero también con un factor cíclico internacional; México no es el único país que está sufriendo por esta circunstancia. Y un factor coyuntural: el inicio de cada nueva administración siempre tiene un cierto rezago, hay factores que hacen que al inicio de una administración sea normal una cierta desaceleración económica, hay que iniciar nuevos proyectos, hay que aprender a ejercer el gasto público por parte de nuevos funcionarios, todo eso lleva tiempo.
Esquivel es optimista respecto de las posibilidades de recuperar condiciones de crecimiento económico para el país.
─Creo que ya le afectó a México la parte más fuerte del ciclo, justo la parte que estamos viendo ahora, el peor año, esperaría yo, con crecimiento de 0.4 – 0.5 por ciento. Ya se vio reflejado el efecto de la desaceleración. Claro que hacia adelante puede ser que Estados Unidos, por ejemplo, entre en una recesión, que otras zonas del mundo entraran en una recesión. En el caso de México ya no nos pegaría porque de alguna manera ya no se pegó, nos pegó por la vía del sector industrial en general, particularmente en construcción y minería.
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El maestro en Economía por el Colegio de México habla de las expectativas de que el país retome la senda del crecimiento, e incluso pronostica mejores resultados para los próximos meses:
─Lo que podemos esperar es una recuperación de la economía mexicana que se puede sustentar en dos cosas importantes: el consumo interno y el sector manufacturero. Hay muchos factores que sugieren que la demanda interna puede crecer: el aumento en los salarios, del salario mínimo pero también de la masa salarial; el aumento en las transferencias a segmentos amplios de la población, particularmente de bajos ingresos; las remesas que están creciendo en niveles históricamente altos, y todo eso se ve reflejado en un alto índice de confianza del consumidor, el más elevado en los últimos años. Y el otro factor es que el sector manufacturero mexicano, que se vio beneficiado de esa guerra comercial China-Estados Unidos, porque con los nuevos aranceles a productos chinos, pasaron a ser más atractivos importarlos desde México, y esa guerra comercial seguirá estando presente.
El excoordinador ejecutivo de investigación del Instituto Belisario Domínguez puntualiza:
“No estamos corriendo ningún riesgo de una crisis ni mucho menos y se están dando las señales claras, me parece, de política económica, para que potenciales inversionistas se sientan confiados en venir a un país como el nuestro. Sigue siendo un país donde vale la pena invertir, donde hay estabilidad económica, no se corre el riesgo de que ocurra un movimiento social o de violencia, etcétera. Hay inseguridad sí, pero más allá de eso, me parece que las señales y decisiones de política pública que se están mandando son las correctas”.
Señala que incluso factores inciertos, como la aprobación legislativa de las modificaciones al cuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, tendrían un impacto relativo en la economía mexicana:
─Debemos considerar que si no se aprueba el T-MEC (Tratado México, Estados Unidos y Canadá), si se retrasa la aprobación, tampoco es tan grave porque tenemos el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que seguiría vigente todavía, pero si se llegara aprobar, daría una señal de mucha confianza hacia los empresarios e inversionistas extranjeros y creo que podríamos anticipar una oleada de inversiones…
La herencia de Peña Nieto
─¿Qué país dejó la anterior administración en términos de funcionamiento económico, de racionalidad entre los ingresos y los egresos?
─Un país más endeudo. Podríamos dividirlo en dos periodos. La primera parte del sexenio anterior implicó déficits significativamente grandes y un aumento del endeudamiento público, eso ocurrió en los primeros cuatro años de la administración previa, y los siguientes dos años ya hubo un poco más de ajuste y moderación, en parte porque además ya había alertas por parte de las calificadoras. Lo que sí dejó por lo tanto fue un país con un menor margen de maniobra en general, yo diría, tanto en lo fiscal, donde había poco margen para continuar endeudándose, y además una carga fiscal por el pago de la deuda, importante. Y dejó a esta administración un peso muy grande en términos de la deuda de Pemex y de su baja producción. Dejó a Pemex en una situación muy frágil.
@salvadorfrausto