Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
El drama de Osorio Chong: entre el ocaso adelantado y la apuesta imposible
¿Qué opciones tiene Osorio Chong? En Morena no hay una oferta concreta, en Movimiento Ciudadano definitivamente no lo esperan y, en el PVEM, de plano el “Niño Verde” lo vetó, a pesar de la fuerte relación que existía entre ambos personajes.
Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
EMEEQUIS.– Apenas seis años atrás, Miguel Ángel Osorio Chong era el aspirante presidencial más fuerte de aquellos que habían llegado a la final en el proceso sucesorio interno del peñismo. Contaba con la imagen de un político serio y el capital político de haberse desempeñado como un secretario de Gobernación abierto a los consensos y al diálogo.
Ahora, se ha quedado sin partido, tras su renuncia al PRI el pasado mes de julio, pero al menos en ese momento contó con el apoyo de sus compañeros de bancada, Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorga, Eruviel Ávila y, según se dijo entonces, “320 priístas” que lo siguieron.
Porque ahora, sus excompañeros de bancada ya se han mudado al oficialismo vía el controvertido PVEM y, según se comenta en pasillos del quinto piso del edificio del hemiciclo, en el Senado, al exgobernador hidalguense no le sobran opciones.
En Morena no hay una oferta concreta, en MC definitivamente no lo esperan y, en el PVEM, de plano el “Niño Verde” lo vetó, a pesar de la fuerte relación que existía entre ambos personajes.
El veto no podía ser más extraño, lo que sugiere que algo fuerte ocurrió en los meses recientes.
Osorio Chong con “El Niño Verde” en 2005. Foto: Cuartoscuro.com.
TRAICIONES Y DESGRACIAS
De hecho, estos dos políticos sostenían una sólida alianza que se consolidó a lo largo del gobierno de Peña Nieto. La multiplicación de negocios, influencia económica y política de Jorge Emilio González Martínez en Quintana Roo habría sido imposible sin el apoyo de Osorio Chong. Más aún, tuvo su respaldo, y muchas veces a contrapelo de gobernadores.
Está como ejemplo la imposición, en 2017, del llamado “súper asesor” de Seguridad Pública de Benito Juárez, Cancún ―el paraíso personal del “Niño Verde”―, Julián Leyzaola, en la administración del velador que González Martínez había puesto entonces como presidente municipal, Remberto Estrada, líder estatal del Verde.
El entonces gobernador Carlos Joaquín tronó contra el alcalde, lo llamó a cuentas, pero Remberto telefoneó a González Martínez, quien a su vez lo enlazó con la oficina principal de Bucareli. Después del enlace telefónico, el mandatario y el alcalde bajaron muy sonrientes de la camioneta donde ocurría la reprimenda. Carlos Joaquín abrazaba a Remberto y le hablaba de su promisorio futuro.
Por esas mismas fechas un grupo de empresarios cancunenses se apersonaron en Bucareli para quejarse de los desmanes de Gonzalez Martínez, pero salieron con caras destempladas. Una de las quejas fue la presión para cerrar delfinarios que el propio González Martínez buscaba abrir.
En 2014, en la boda del “Niño Verde” con su novia de 22 años, Osorio Chong hizo un brindis especial por los novios.
Incluso en 2015 López Obrador salió a decir que Osorio Chong y el “Niño Verde” no podrían aplastar a Morena en Chiapas, con la creación de “partidos paleros” del gobierno.
Ahora, en medio de una batalla contra el supuesto cáncer que padece, González Martínez le niega a Osorio Chong el apoyo para prolongar su carrera política.
LA MALDICIÓN DEL SEGUNDO LUGAR
Apenas en 2017, el mundo político esperaba que Miguel Ángel Osorio Chong fuese un candidato presidencial fuerte y capaz de arrastrar y entusiasmar a la entonces poderosa estructura electoral priísta. Pero Enrique Peña Nieto se inclinó por el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, cuyo perfil como candidato facilitó el triunfo morenista.
El exsecretario de Gobernación accedió a un escaño senatorial, pero el tsunami obradorista lo arrastró junto con el tricolor a una situación de impotencia política. Si en 2000 y en 2006 había recogido del piso sus fragmentos para rehacerse, ahora el tricolor se hallaba en una situación aún más crítica.
A pesar de todo, daba la impresión de que Osorio podría eludir la maldición de la intrascendencia política de los segundos lugares en los procesos sucesorios mexicanos: Francisco Labastida, Roberto Madrazo, Ernesto Cordero…
LA PUGNA CON ALITO
A diferencia de aquellos años, ahora el PRI tenía las bancadas más reducidas de su historia: 45 diputados y 14 senadores. Pero una agravante: el presidente del tricolor era, y es, Alejandro Moreno Cárdenas, un cuestionado político campechano al que se le atribuyen casos de corrupción y concita además cierto desdén de la vieja guardia priísta, que además ha dado bandazos entre una inclinación colaboracionista con AMLO y el rechazo al mismo.
Osorio Chong buscaba, aparentemente, contraponer su liderazgo “natural” al de Moreno Cárdenas. Fue el principal impulsor de la “moratoria constitucional” para evitar que la aplanadora oficialista siguiera desmantelando el andamiaje institucional del Estado mexicano.
Pero Alito, como es llamado Moreno Cárdenas, se impuso en el control del PRI. Fue entonces cuando Osorio Chong renunció, seguido por sus pares. Dijo entonces que la actual dirigencia era “la peor de la historia” del tricolor.
Lamentó que tras perder las elecciones presidenciales de 2018, el partido se alejara de la militancia y aseguró: “Moreno miró solo para sus propios intereses, su ambición”.
Acusó al campechano de haber recurrido a las amenazas y a las trampas para prolongar su dirigencia.
Ahora, Alito sigue atrincherado en la cúpula tricolor, y Chong está sólo, ante el probable ocaso de su carrera política.
Aunque nadie habla de retiro. Después de todo, la ciencia más avanzada ha comprobado que la política es una enfermedad que se agrava con los años.
@emeequis
Powered by Froala Editor