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El dilema de AMLO: asegurar éxito en la Cámara de Diputados o en las elecciones 2021
¿Dónde pondrá el presidente a Mario Delgado? Como caballo de ajedrez, está por dar el siguiente salto. ¿Llegará a Morena el hombre fuerte de San Lázaro? Algunos en el partido ya quieren que se vaya Alfonso Ramírez Cuéllar.
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EMEEQUIS.– El tiempo escasea. Morena deberá renovar su dirigencia nacional antes de septiembre: necesita un líder que afine el arranque del proceso electoral 2021.
Esta preocupación, dicen fuentes internas del partido, llega más allá de la Sede Nacional y se traslada directo a Palacio Nacional, hasta la oficina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Cuentan que, aunque las opiniones en Morena se dividen entre quienes juran que está cantado que Mario Delgado se quedará con la Presidencia del partido y –los menos– que aún le apuestan a Bertha Elena Luján, la decisión final llegará desde Palacio Nacional.
Y es que no es una decisión menor y eso ha puesto a AMLO en un dilema. Por un lado, quiere garantizar la victoria en las elecciones de 2021; por el otro, teme soltar el control de la Cámara de Diputados. En ambos puestos necesita a alguien de confianza ¿pero quién entre todos? ¿Quién para cada cuál?
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El amuleto del presidente es Mario Delgado, su hombre fuerte en San Lázaro, el cabildero que logró que pasaran en menos de dos años de administración muchas de sus propuestas legislativas, como la Ley de la Guardia Nacional y la Ley de Austeridad Republicana.
La pregunta que está por responderse es si conviene más dejarlo en la Cámara de Diputados o ponerlo al frente del partido que fundó.
No es secreto que el presidente ha cerrado cada vez más su círculo de confianza y todo aquel que muestre signos de deslealtad –o pensamientos ajenos a los suyos– comienza a perder cercanía; tampoco es secreto que, al ser un hombre de lealtades, confía en muy poca gente.
Tan confía en poca gente que a Delgado también quiso convencerlo de aceptar ser el candidato a gobernador de Colima y darle la misión de limpiar de corrupción el puerto de Manzanillo.
De cara a las elecciones de 2021 esto lo pone en aprietos. Sin una Morena sólida, sin credibilidad tras las disputas internas lideradas por Yeidckol Polevnsky, quien fuera secretaria general y presidenta del partido político Movimiento Regeneración Nacional, la victoria de 2021 tambalea.
Pero dejar sin una cabeza de confianza la Cámara pone en riesgo el cabildeo de los temas prioritarios pendientes para AMLO, entre ellos quitarle el fuero al Presidente, la extinción de Fideicomisos y las reformas al Presupuesto y a la Ley de Responsabilidad Hacendaria.
Durante un tiempo, el creador del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, dejó que las cosas fluyeran dentro del partido; ahora, de cara a las elecciones, sabe que necesita a un operador capaz, de confianza, lejos de grillas.
Las elecciones del próximo año incluyen, entre otros cargos de elección popular, 15 gubernaturas y la renovación de la Cámara de Diputados. Es la prueba de oro para la continuidad del proyecto lopezobradorista: ver si el primer periodo de gobierno de AMLO se mantiene con mayoría en la Cámara Baja y si conserva o amplía su rango de acción en las gubernaturas estatales.
¿Qué elegirá AMLO?
URGE RENOVACIÓN DE DIRIGENCIA
Un 36.6% votaría por Mario Delgado para dirigir Morena. Otro 34.1% considera que tiene mayor capacidad y experiencia para el puesto. Los datos de la última encuesta sobre el futuro de Morena, realizada por Massive Caller, ponen por delante de Bertha Elena Luján, Alejandro Rojas Díaz Durán, Alfonso Ramírez Cuéllar y de Yeidckol Polevnsky, al hombre que en 2015 renunció al PRD para seguir a AMLO.
Este registro evidencia que la propuesta de hacer una encuesta nacional –de la que nadie tiene clara la metodología– en medio de la pandemia, tiene como fin lograr que Mario Delgado se quede con la dirigencia nacional.
Pero a AMLO no es al único al que le urge la renovación de la dirigencia: a la misma gente del partido le apremia el cambio porque, cuentan a EMEEQUIS, urge que Alfonso Ramírez Cuéllar salga de la dirigencia.
Prepotente, con agenda propia –y poco clara–; ignora por igual a gobernadores, legisladores y militantes. Una especie de oscurantismo llegó con él al partido, dicen quienes han intentado acercamientos; por eso también, al resto le urge que cambie el líder de la dirigencia nacional.
@emeequis