Comparecencia en lo oscurito. San Lázaro consiente a López-Gatell con “bolsa de protección”

EMEEQUIS.― La oposición está más “comprensiva” que nunca con los funcionarios del gobierno obradorista. Y en especial con el subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, quien fue invitado a la Cámara de Diputados para que explique al mediodía de este lunes las medidas de prevención que el gobierno de AMLO tomará ante la potencial propagación de la variante Ómicron de la enfermedad de COVID-19.

El momento es de extrema gravedad: la pandemia ya ha cobrado la vida de 296 mil 620 mexicanos –si bien la propia secretaría de Salud admite un exceso de mortalidad de 442 mil 615. 

Además, el gobierno no ha cumplido con la vacunación, pues se impuso la meta de aplicar al menos una dosis para el 100% de los mexicanos mayores de 18 años para el 30 de octubre, pero llegó el primero de diciembre y apenas había conseguido llegar al 83% del objetivo. Está por terminar el año y las autoridades sanitarias todavía no lo consiguen.

Por si fuera poco, la violenta variante Ómicron llegó a México el pasado 3 de diciembre.

En pasillos de San Lázaro se cuenta que el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Rubén Moreira (PRI), y sus socios e integrantes del mismo órgano, Jorge Romero (PAN) y Luis Ángel Espinosa (PRD), han dispuesto que, para subrayar la urgencia de un pulcro protocolo de rendición de cuentas a la ciudadanía, una vez que llegue López-Gatell al recinto, todos en orden y bien formados irán pidiéndo ¡el autógrafo del subsecretario!

Tal vez quienes lo comentan lo dicen en broma, pero es que la Jucopo dio una serie pasos que parecen destinados, no a escudriñar la eficiencia de las políticas públicas en la tarea que compete a López-Gatell, sino a proteger al funcionario obradorista: determinaron que la comparecencia fuera privada, que ésta se verificará únicamente en el seno de dicho órgano de gobierno (en la Jucopo), y que la materia del encuentro se acotará al tema de la variante Ómicron.

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Además, el oficio de invitación y la noticia misma del encuentro se mantuvieron en reserva, hasta que se filtró a la prensa. De modo que todo ha tomado un agrio sabor de besamanos, más que de un ejercicio republicano de examen del desempeño gubernamental. 

Sólo Movimiento Ciudadano alzó la mano para pedir que la comparecencia se diera de manera pública. Incluso algunos diputados panistas, unos cuantos, vieron mal esta especie de reunión de café de los coordinadores con el subsecretario López-Gatell, pero ya era demasiado tarde –el viernes 10– para buscarle otro rumbo al encuentro.

Y es que, según trascendió entre oficiantes de las tareas parlamentarias, desde que el diputado panista Santiago Creel tuvo su reunión con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y de que éste incluyó al priísmo en su agenda, el bloque opositor trae el ánimo errático, y va de la euforia a la obsecuencia con la misma velocidad con la que acude a los mítines de AMLO.  

La cita: a mediodía.

REUNIÓN EN CORTO

Todo estaba trazado desde el lunes 6 de diciembre: se sabía ya que estaba en puerta el encuentro con el subsecretario López-Gatell.

Incluso trascendió, en el círculo más estrecho de las cúpulas parlamentarias, que el modelo para la reunión con Gatell sería el encuentro que la misma instancia tuvo días atrás con el fiscal Alejandro Gertz (el hombre de los 122 autos de colección): un encuentro en corto, protocolario, casi para presentar mutuos respetos.

También trascendió que la directriz era circunscribirse al tema de la variante y no abordar aspectos como los sucesivos fracasos de López-Gatell, y en general del sector salud, en la gestión de la pandemia de coronavirus.

Por ejemplo, la amenaza de una cuarta ola y los eventos masivos convocados por Morena y el presidente; el fracaso en cuanto a las metas de vacunación o la cantidad de fallecimientos por esa causa, que rebasaron por mucho la estimación del “escenario muy catastrófico” del subsecretario, que puso como cifra fatal la de 60 mil muertos; o las afirmaciones y posturas polémicas –algunas consideradas disparatadas–, como su ambivalencia ante el uso del cubrebocas. 

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Nada de eso: el tema será Ómicron. 

Todavía la tarde del viernes, el coordinador de MC en la Cámara de Diputados, Jorge Álvarez Máynez, solicitó a la Jucopo que la reunión fuera pública. 

Envió un oficio al presidente de dicho organismo, Rubén Moreira, y argumentó que al tratarse de un tema de interés general y ante la eventual cuarta ola de contagios, el coordinador solicitó a la Jucopo que la comparecencia del subsecretario no se realice de manera privada.

Dijo que su bancada “espera que este ejercicio sea transparente y que el resto de coordinadores respalden la propuesta. Las y los mexicanos merecen saber la verdad de la condición de la pandemia y se debe sancionar e investigar a los responsables”.

Pero nadie se sumó a la petición.

ÓMICRON

Curiosamente, López-Gatell presentó desde un  principio su postura al respecto de manera pública y clara.

Para el funcionario federal de salud, la variante en cuestión “no ha demostrado ser más grave o transmisible” que el resto de las cepas de Covid-19, a pesar de que la OMS ya ha determinado que, en efecto, Ómicron tiene una propagación más rápida que la variante Delta y que tiene mayor resistencia frente a las vacunas.

López-Gatell dijo, además, cuando se conoció la existencia de la nueva variante, que el gobierno mexicano no cerraría las fronteras por la irrupción de esta cepa, ni mucho menos los vuelos internacionales hacia nuestro país.

Arguyó que “cerrar fronteras o cancelar vuelos no va a evitar que se propague”, y que la efectividad de estas medidas “no tiene sustento científico”.

@emeequis