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Perdones 4T. Socio de Felipa Obrador acumula indultos por presunto tráfico de hidrocarburos
Los buques Caleta y Go Canopus fueron sorprendidos por las autoridades en actividades, que originalmente se reportaron como flagrantes, de tráfico de hidrocarburos. Sin embargo, se esfumaron las acusaciones. ¿De quién son las embarcaciones? Del socio petrolero de Felipa Obrador.
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EMEEQUIS.– Lo perdonó la Armada, lo perdonó la Capitanía de Puerto de Dos Bocas, lo perdonó Petróleos Mexicanos (Pemex), lo perdonó, y lo defendió, la Fiscalía General de la República (FGR)…
No fue un caso, sino dos: en 2019 y en 2020. Pero al final, los marinos prácticamente tuvieron que ofrecerle disculpas a José Luis Zavala Solís, presidente de Grupo Cemza – Marinsa, por haber confiscado sus embarcaciones, con sus tripulaciones enteras, tras ser capturadas en actividades, que originalmente se reportaron como flagrantes, de presunto tráfico de hidrocarburos.
Y es que para Zavala Solís no hay ley que a su mar impongan, pues no por nada es el socio de Felipa Obrador Olán, la poderosa prima del presidente Andrés Manuel López Obrador, de cuya administración federal ha recibido Grupo Cemza, a través de Pemex, 98 mil millones de pesos en contrataciones públicas, como ya se publicó en EMEEQUIS.
Porque, además, Pemex también le perdonó sanciones por incumplimiento, y siguió contratando a Grupo Cemza – Marinsa.
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BUQUE CALETA: SURTIENDO A CAMARONEROS
La mañana del jueves 7 de febrero de 2019, una patrulla costera de la Secretaría de Marina (Semar) sorprendió en altamar, frente a las costas de Ciudad del Carmen, a un grupo de embarcaciones que hacían maniobras inusuales. Eran barcos camaroneros, y en ese momento recibían suministro de combustible vendido por un buque abastecedor.
Según las crónicas de la prensa local, las tripulaciones de la naves involucradas en el ilícito, en especial la de la nave surtidora, se ocultaron, pero los marinos les advirtieron por sus altoparlantes que de persistir en no salir a cubierta abrirían fuego. Fue entonces cuando aparecieron los tripulantes, uno a uno, 20 trabajadores de la embarcación, mostrando las manos.
La sorpresa fue mayúscula para los miembros de la Armada de México al aproximarse, pues descubrieron que el buque que suministraba ilegalmente el combustible era nada menos que el Caleta, un abastecedor de una conocida empresa de Playa del Carmen por su intensa actividad con Pemex: Marinsa.
La incursión de autoridades al Caleta. Video: @ExpresoCampeche.
De hecho, Caleta era la encargada de abastecer al resto de buques y embarcaciones de la vasta flota de Grupo Cemza – Marinsa. Pero además era perfectamente identificable para los miembros de la patrulla costera, pues apenas el año anterior, esa misma nave había sido utilizada en un acto oficial de la Marina: la conmemoración de su 76 aniversario.
Pero no había consideración en la cual reparar. El navío (matrícula 4013760228) había zarpado el 31 de enero con itinerario en la zona de plataformas petroleras de la Sonda de Campeche, antes de ser capturado en las actividades ilícitas.
Las embarcaciones infractoras fueron conducidas al muelle de Playa del Carmen con escolta de la Semar, y posteriormente fueron llevadas a la capitanía de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco. El pronóstico no era nada alentador para todos los involucrados, pero en especial para Marinsa.
Arrancaba por entonces el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que había declarado una guerra sin cuartel a la industria criminal de “huachicoleo”, como se conoce corrientemente al tráfico de hidrocarburos, la cual le fue útil para explicar la carencia de combustible a nivel nacional, que en realidad derivó de la negativa del gobierno electo de efectuar en el último trimestre de 2018, la compra anual con los Estados Unidos, como quedó finalmente esclarecido.
El caso es que por aquellas fechas, el tráfico de carburantes era un delito especialmente perseguido, al menos discursivamente, por el gobierno federal. Y aquellas naves habían sido pilladas en flagrancia.
Sin embargo, muy pronto la tormenta se conjuró. El sábado 9 de febrero, la Fiscalía General de la República (FGR) se puso en contacto con la Capitanía de Dos Bocas, no con el objeto efectuar las pesquisas necesarias para acreditar los delitos a que hubiera lugar.
No. La FGR envió un oficio a la dicha autoridad portuaria para pedirle que le brindara “las facilidades” al personal de las embarcaciones involucradas para que continuaran con sus actividades. La Semar se mostró comprensiva, “reconoció” entonces que las embarcaciones operaban “con apego a la ley”, y las liberó.
Así, con el expediente limpio, a la semana siguiente, Marinsa recibió el distintivo de Empresa Socialmente Responsable por parte del Centro Mexicano para la Filantropía y la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial.
La empresa de José Luis Zavala mandó colocar el sello respectivo en sus embarcaciones, y difundió en sus cuentas de redes sociales un agradecimiento en el que se dijo orgullosa de haber recibido el galardón, y “comprometida con la transformación y el fortalecimiento social con acciones responsables para la construcción del bien común”.
El Go Canopus. Foto: Especial.
GO CANOPUS: UNOS CIENTOS DE LITROS MÁS
Cuando todo aquel desliz del abastecedor Caleta parecía superado, otra embarcación de Marinsa cayó en manos de la autoridad.
El sábado 23 de mayo de 2020, el buque Go Canopus, con bandera de Singapur pero propiedad de la empresa de José Luis Zavala, fue detenido por una patrulla naval en aguas ribereñas de Isla del Carmen, Campeche.
Los marinos efectuaron la revisión de rutina y descubrieron que la embarcación transportaba en sus depósitos 450 mil litros de diésel cuya compra no pudo justificar. Su tripulación estaba conformada únicamente por el capitán y un maquinista, que fueron puestos a disposición de FGR, que inició una carpeta de investigación (FED/CAMP/CCAR/0000280/2020) por la probable comisión del delito de posesión irregular de combustible.
Como el Caleta, Go Canopus es un buque abastecedor, con capacidad de transportar 1,194 metros cúbicos de combustible. El buque había realizado un viaje de 10 días desde Dos Bocas, Tabasco.
La nave fue escoltada por un buque de guerra de la Semar desde la zona de producción petrolera, donde fue detenido, y fue asegurado a 20 kilómetros del puerto Isla del Carmen, ya que debido a sus dimensiones no podía ingresar a las instalaciones marítimas.
Ante los hechos, el equipo legal de Grupo Cemza actuó errático. En junio del mismo año solicitaron un amparo para conseguir que el aseguramiento de la nave fuera suspendido, pero en agosto se desistieron de la solicitud de dicho amparo.
El juicio entró entonces en una etapa de hermetismo, y no hubo demasiados detalles que se colaran a los medios. Pero Marinsa lo mantiene en sus inventarios.
Donde no lo perdonaron fue el Centro Mexicano de Filantropía (CEMEFI), en noviembre de 2020 solicitó a Marinsa de México suspender en sus embarcaciones el sello / logotipo de “empresa socialmente responsable”, después de que sus naves cayeron dos veces en manos de la Marina por actividades presumiblemente relacionadas con tráfico ilegal de combustible.
José Luis Zavala con un buque de Marinsa al fondo. Foto: Especial.
EL PERDÓN DE PEMEX
De acuerdo con múltiples y profusas versiones de prensa, Marinsa de México fue sancionada por Pemex e impedida a participar en licitaciones, primero por el presunto incumplimiento de contratos y después por los casos de tráfico de hidrocarburos.
Uno de los casos más citados, es la presunta notificación de Pemex Exploración y Producción (PEP) del 11 de diciembre de 2020, sobre la rescisión de contratos 648819810, 648220804, 648220805 y 648220806, donde Marinasa, Química Apollo, Maren Marine Energy, Movilab, Mensuranda, Laboratorio ABC Química, Investigación y Análisis y Gamatek, en participación conjunta con Litoral Laboratorios Industriales, la empresa de Felipa Obrador Olán, prima de AMLO.
La presunción sobre la sanción parte del hecho de que la normatividad de Pemex establece que no serán considerados para contrataciones quienes tengan incumplimientos pendientes de solventar con la empresa o que hayan sido objeto de rescisión de contratos.
Lo cierto es que el Directorio de Proveedores y Contratistas Sancionados de la Secretaría de la Función Pública (SFP), a la fecha, no incluye a Marinsa en su lista. a pesar de los casos de presunto tráfico de combustible.
Sin embargo, en el primer tercio del año pasado, se coló a los medios la difusión de un una licitación (PCON-93835-2-MSV3000) en el que Marinsa reaparecía entre los proponentes de ofertas a PEP, para efectuar transporte de materiales y equipos, así como trasiego de líquidos, por un monto superior a los 12 millones de pesos.
Y no sólo reaparecía, sino que figuraba como único proponente, en conjunto con dos de las compañías de su grupo.
Además, los pagos por otras contrataciones, como demostró este medio en publicaciones anteriores, continuaban fluyendo de Pemex a Grupo Cemza de manera constante, por lo menos hasta diciembre del año pasado.
@estedavid
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