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La búsqueda de personas desaparecidas en fosas comunes
Con el trabajo de tres años, se ha logrado dar con 21 mil 19 registros de personas desaparecidas, que alimentan una base de datos única, obtenida en libros y archivos de panteones sobre cuerpos, restos e inhumaciones. La Comisión Nacional de Búsqueda realiza un primer reporte conocido como Módulo de Fosas Comunes.
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EMEEQUIS.– Colectivos de madres buscan en los montes, en la sierra, por debajo de la tierra. Siguen los avisos de personas que aseguran haber visto o constatado que, en terrenos baldíos o en la lejanía de vías de terracería, el crimen organizado enterró cuerpos de sus familiares desaparecidos en fosas clandestinas. Así mantienen la búsqueda autónoma por volver a ver a sus hijos.
Sin embargo, ante el registro de más de 110 mil personas desaparecidas en México desde 1964, la búsqueda debe ser también en las morgues y fosas comunes del gobierno. Averiguar si los cuerpos que han llegado a las fosas comunes pudieran ser de las personas que todavía están desaparecidas.
La Comisión Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación realizó un primer reporte conocido como Módulo de Fosas Comunes, en el que se lleva el registro de cuerpos y restos humanos enviados a fosas comunes de los panteones municipales o de gobierno en el país.
Esto como respuesta ante el incumplimiento de la Fiscalía General de la República (FGR) por realizar el Registro Nacional de Personas Fallecidas no Identificadas y no Reclamadas; así como el Programa Nacional de Exhumaciones e Identificación Forense, y la puesta en marcha del Banco Nacional de Datos Forenses.
Con el trabajo de tres años, han logrado dar con 21 mil 19 registros que alimentan una base de datos única, que contempla la información recuperada en libros y archivos de panteones sobre cuerpos, restos e inhumaciones realizadas en fosas comunes desde el año1956.
De estos 21 mil 019 registros, de 11 mil 625 se conocen su identidad y datos personales, lo cual representa el 55.3%; mientras que de 9 mil 395, el 44.7%, se desconoce su nombre y datos de identificación.
Por lo tanto, se contempla que 5 de cada 10 restos que fueron enviados a una fosa común lo hicieron pese a tener una identidad. Lo que significa que fueron inhumados en fosas comunitarias conociendo quiénes eran.
En tanto, 4 de cada 10 fueron enviados a las fosas de gobierno ya que se desconocía su información personal para que sus familiares pudieran reclamar los cuerpos.
Esto de acuerdo con un análisis realizado por EMEEQUIS sobre los datos publicados en el Módulo de Fosas Comunes de la Comisión Nacional de Búsqueda.
En su primera publicación de resultados se ha recabado información desde el año de 1956 hasta el 2022 en ocho entidades del país: Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Puebla, Sonora y Veracruz. Sin embargo se mantendrán en recopilación constante de información hasta verificar todas las fosas comunes del país.
ANÁLISIS DE FOSAS COMUNES Y PANTEONES DE GOBIERNO
El Módulo de Fosas Comunes se realizó enviando personal de la Comisión Nacional de Búsqueda para transcribir los archivos e información que se encuentra en panteones sobre las personas fallecidas que fueron enviadas a la fosa común. Posteriormente los registros se digitalizaron hasta formar el primer registro nacional.
Con los resultados obtenidos se pretende hacer un cruce de información con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, para así ubicar si las personas encontradas en fosas comunes coinciden con aquellas que son buscadas por sus familiares.
Hasta este momento, la CNB ha identificado veintenas de probables casos positivos que se mantienen en investigación junto a otras instituciones como el Instituto Nacional Electoral, para corroborar su identidad y si se trata de personas que previamente habían sido reportadas como desaparecidas.
En tanto, la Comisionada Nacional de Búsqueda, Karla Quintana Osuna, refiere que, de al menos seis personas que estaban en una fosa común, se ha confirmado su identidad con el cruce de información con familias en Chihuahua, Nayarit, Durango y el Estado de México.
“Lo que sigue es hacer exhumaciones con enfoque masivo. Es lo que estamos impulsando desde hace más de dos años. Primero en el Centro Regional de Identificación Humana en Coahuila, después en Jalisco y ahora con el Centro Nacional de Identificación Humana. Tenemos que buscar a todos, no a una persona en particular”, afirma la comisionada en entrevista con EMEEQUIS.
“Lo que sigue es hacer exhumaciones con enfoque masivo”. Karla Quintana, comisionada nacional de búsqueda. Foto: Especial.
Hasta el momento, se han recogido la información de 15 panteones. El mayor número de registros se ubican en la Ciudad de México, con 17 mil 61 restos reportados; seguido de Puebla, con mil 446, y Veracruz, con mil 209.
En contraste, pese a ser la entidad más poblada a nivel nacional, el Estado de México sólo reportó el hallazgo de una persona en sus fosas comunes, al igual que Guerrero, con 28 reportes y 95 en Chiapas.
“Tenemos más de 21 mil entradas, no significa que sean 21 mil personas. Hay registro de personas no identificadas, de personas alegadamente no reclamadas y hay registro de otro material biológico que pueden ser personas que aún estén con vida, puede ser una pierna, un brazo que fueron enviados por hospitales o fetos”, explica la comisionada Karla Quintana.
En los registros de fosas comunes se identificaron diferentes tipos de restos, de los cuales 13 mil 182 corresponden a cadáveres; 2 mil 708 restos fueron cremados; mil 797 miembros; mil 326 fetos; 753 restos humanos y 214 restos óseos, de acuerdo con el análisis realizado por EMEEQUIS a la información disponible.
El mayor registro se identificó en el año 2020 con mil 260 restos enviados a la fosa común y en 2021 con mil 244 restos humanos. Mientras que durante el año pasado se recabaron datos de 669 restos. Sin embargo, los reportes analizados hasta el momento reportan inhumaciones desde el año 1956.
De acuerdo con los datos recopilados, 16 mil 578 de los registros corresponden a personas de sexo masculino, 3 mil 493 son mujeres y 948 con sexo indeterminado.
El estatus de los cuerpos y restos en fosas comunes es múltiple para poder constatar que aún se mantengan en el mismo lugar. En 20 mil 589 de los registros se reporta que se mantienen en inhumación, 165 fueron exhumados, 2 fueron reinhumados y 263 se desconoce.
LAS CONSTANTES OMISIONES DE LA FGR
De acuerdo con la Ley General en Materia de Desaparición Forzada, que acaba de cumplir cinco años en vigor, el registro de datos forenses sobre cadáveres o restos de personas no identificadas y no reclamadas, corresponde a la Fiscalía General de la República.
En el artículo 111 se establece que la FGR, como parte del Banco Nacional de Datos Forenses, debe llevar el registro de los cuerpos y restos, así como “del lugar del hallazgo, el lugar de inhumación o destino final y demás información relevante para su posterior identificación”. Además de dar instrucciones y lineamientos a otras autoridades para remitir la información de manera homologada.
La realidad ha sido distinta, ya que la Fiscalía General ha sido omisa en cumplir con esta responsabilidad y, por el contrario, ha litigado de manera judicial en contra de las víctimas, para eludir que se ponga en marcha el Banco de Datos Forenses.
Desde octubre del año pasado, tras un amparo promovido por la ciudadana Olimpia Montoya, quien busca a su hermano desaparecido, se le exigió a la FGR la implementación de la herramienta en un plazo no mayor a 40 días. Proceso que sigue inconcluso.
En respuesta a ello, la Comisión Nacional de Búsqueda ha tratado de resarcir las tensiones institucionales y mantenerse en la búsqueda de personas, también desde los restos forenses.
Olimpia Montoya y María Luisa Núñez celebran el amparo que mandata a la FGR la creación del Banco Nacional de Datos Forenses, en octubre pasado. Foto: Moisés Pablo Nava / Cuartoscuro.com
“No sólo es una cuestión presupuestal, también hay muchas falencias y obstrucciones; pero lo importante es construir información y lo que a nosotros nos interesa es encontrar a las personas. Para eso tenemos que trabajar de manera coordinada. Esa información que construyeramos en lo local para encontrar personas, y eso eventualmente tendrá que alimentar una base de datos nacional”, comenta en entrevista la comisionada Karla Quintana, quien ha hecho públicas sus diferencias con el fiscal general, Alejandro Gertz Manero.
Para colectivos y familias, el Módulo de Fosas Comunes representa un triunfo y la materialización de una exigencia que habían solicitado desde dos sexenios atrás. Sin embargo consideran que la base de datos no será suficiente si la Fiscalía mantiene las omisiones.
“En la Comisión Nacional de Búsqueda lo han tenido que hacer como una acción emergente y urgente ante la pasividad y omisión de la Fiscalía General de la República. Seguramente cuando la Fiscalía cumpla con su obligación de crear este registro será mayor la cantidad de coincidencias y posibles positivos para que estas personas puedan volver con sus familiares”, señala en entrevista Valentina Peralta Puga, coordinadora de la Red Eslabones por los Derechos Humanos.
La activista refiere que es necesaria la búsqueda masiva en espacios forenses, debido a que personas identificadas son inhumadas en fosas comunes. Afirma que esto abre la puerta para conocer las causas sobre por qué las Fiscalías no hicieron lo posible por contactar con las familias de los fallecidos para entregar los cuerpos y darles una sepultura digna.
Además de que una constante en los casos de desaparición, dice, es que de los cuerpos de las personas no localizadas suelen ser encontrados en estados de la república distintos a su último paradero. Relacionado a presuntos casos de reclutamiento forzado para grupos delictivos o trata de personas.
Acciones de búsqueda en Morelos. Foto: CNB.
“Pasaba que si los familiares no podían hacer búsqueda nacional o en otros estados se quedaba ahí para siempre. Qué pasa con alguien que desaparece en Tabasco, fue explotada sexualmente en otro estado y perdió la vida en la frontera o estuvo en condición de calle en Tamaulipas, la recogió la Fiscalía del estado y la metió en una fosa común en Reynosa. ¿Cuándo se iba a enterar la familia? Este ejemplo que te pongo es en todo el país”, cuenta Valentina Peralta.
Los siguientes pasos para hacer efectiva la búsqueda forense, serán la instalación de Centros de Resguardo Temporal de cuerpos para hacer exhumaciones masivas en las fosas comunes del país. La CNB afirma que ya se hicieron los primeros avances en Coahuila y seguirán con Jalisco, el estado con mayor registro de personas desaparecidas del país.
“Si vamos a abrir una fosa común tenemos que tener dónde analizar los cuerpos de forma digna, resguardarlos de manera temporal en lo que se le identifica; de manera digna e individualizada. Abrir una fosa común y sacar a todos requiere no sólo una metodología, sino también un espacio donde ponerlos. Nadie más tiene que ir a una fosa común”, asegura Karla Quintana, Comisionada Nacional de Búsqueda.
@GloriaPE_
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