Golfo de California: contaminación deriva en muerte masiva de especies

Imágenes incluidas en el documento de Conagua que reconoce la inacción gubernamental.

EMEEQUIS.– Por años, el gobierno de México descuidó y dejó de proteger el Golfo de California, actualmente bajo una realidad de contaminación y muerte masiva de especies por descuido, contaminación y falta de conocimiento de la situación actual entre los tres órdenes de gobierno.

Documentos oficiales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en poder de EMEEQUIS revelan los impactos que las cuencas y acuíferos aledaños tienen sobre las aguas costeras y marinas del Golfo de California.

“El crecimiento urbano y las actividades económicas desarrolladas en las cuencas vertientes al Golfo de California han generado, entre otros desafíos: alteración en los flujos de ríos por la construcción de presas de almacenamiento; contaminación de aguas subterráneas por lixiviados de agroquímicos; aumento en el volumen y tipo de contaminantes vertidos a los cuerpos de agua”, señala la dependencia federal.

El Golfo de California se encuentra en “estado crítico”, y su nivel de deterioro llevó en 2019 al Comité del Patrimonio Mundial de UNESCO a inscribir las Islas y Áreas Protegidas del Golfo de California en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro, debido a la preocupación por la inminente extinción de la vaquita, (Phocoena sinus) una especie de marsopa endémica del Golfo de California.

A cinco años de distancia, poco o casi nada se hizo por parte de las autoridades para rescatar el Golfo de California.

LOS DAÑOS

El Golfo de California comprende los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa, es decir, 126 municipios –97 son municipios costeros–, donde habitan más de 6.9 millones de habitantes.

El Golfo de California cuenta con 12 Áreas Naturales Protegidas. La vaquita marina y la totoaba son especies endémicas, catalogadas como en peligro de extinción.

Los daños al Golfo de California se registran por la presencia del crecimiento urbano y las actividades económicas en la región, que han afectado esta área natural.

Es el hábitat de 18 especies de mamíferos marinos, 29 especies de mamíferos terrestres, 315 especies de aves residentes y migratorias y 149 especies de peces costero-marinos.

Sin embargó aguas y las costas del Golfo de California son tratadas como el destino final de las descargas mineras de la región.

Tampoco se tiene cuidado por parte de las embarcaciones que navegan en el área.

“Sedimentación provocada por la deforestación y erosión del suelo; aprovechamiento no sustentable de los recursos pesqueros, empleo de técnicas de pesca dañinas para los ecosistemas marinos; muerte masiva de especies como producto de los derrames de gasolina vertida por las grandes embarcaciones y de sustancias tóxicas provenientes de la industria, especialmente de la minero-metalúrgica”, admite la Conagua.

La desorganización entre autoridades de los tres órdenes de gobierno afecta la vida de cientos de especies en el Golfo de California.

“Modificación del hábitat y perturbaciones a las colonias de aves, leones marinos y cetáceos; persistencia de un modelo de gobernanza fragmentada entre el gobierno federal, los estados y los municipios costeros con vocaciones económicas y grados de desarrollo diversos. Los factores anteriores dan cuenta del estado crítico que presenta el Golfo de California”, expone en los documentos la Conagua.

Se admite que hace falta un “diagnóstico de la situación actual que guardan las cuencas aledañas al Golfo de California” para presentarlo y establecer un diálogo entre los representantes de las principales actividades productivas, de la sociedad y de los tres niveles de gobierno e implementar acciones concretas que permitan avanzar hacia la sustentabilidad del Golfo de California, ya que no hay comunicación ni coordinación.

Hace falta también “caracterizar la dinámica de flujos y descargas de aguas residuales por tipo de uso” para realizar un monitoreo y dar cumplimiento a los parámetros de descarga con base en la normatividad vigente, que actualmente no se tiene.

Se carece de estudios para determinar el impacto que tienen las desaladoras, se requiere modelar la descarga de las salmueras que regresan al Golfo de California para cuantificar el daño potencial y señalar las medidas de mitigación correspondientes.

Mucho menos hay un Programa de Sustentabilidad para el Golfo de California con las acciones que se requieren desarrollarse, que cuente con respaldo del gobierno, el sector económicos y la sociedad.

Para atender la problemática en el Golfo de California, la Conagua admite que se requiere: “Diagnóstico de la situación actual que guardan las cuencas aledañas al Golfo de California; Sistema de información y monitoreo de sustentabilidad; Dinámica de flujos y descargas de aguas residuales en el Golfo de California; Programa de acciones regional en materia de infraestructura; Estudio para determinar el impacto que tienen las desaladoras con el agua de rechazo; Programa que de sustentabilidad en temas financieros y de gobernanza; y Programa de socialización”.

FALTA DE COORDINACIÓN, RECONOCE CONAGUA

El Gobierno Federal no se puede coordinar con los gobiernos estatales y los municipales, reconoce la Conagua.

“De acuerdo con la organización de la administración pública federal, se carece de un instrumento de vinculación entre los diferentes niveles de gobierno involucrados en la zona de estudio, así como un mecanismo de comunicación transparente que promueva la rendición de cuentas, por lo tanto, es necesario crear una red social de conocimiento y diálogo entre los representantes de las principales actividades productivas y de los tres niveles de gobierno para implementar acciones concretas que permitan avanzar hacia la sustentabilidad del Golfo de California”, se indica.

Se ha dejado de vigilar y cuidar las actividades económicas y el desarrollo en la región, así como de realizar estudios para ver la situación actual en el Golfo de California.

“A pesar de los esfuerzos de la administración pública federal para operar y mantener actualizadas las diversas redes de monitoreo sobre aspectos puntuales relacionados con la sustentabilidad del Golfo de California, se carece de información suficiente y de plataformas integradas que permitan comunicar a los diferentes actores indicadores que reflejen el estado de conservación o deterioro de algunos elementos del sistema, particularmente los de calidad y cantidad del agua superficial, subterránea y residual”, expone la Conagua.

Tampoco hay estudios sobre el impacto de la operación de las plantas desalinizadoras en las entidades y sus descargas en el Golfo de California.

“De acuerdo con el enfoque de la fuente al mar, existe un transporte de contaminantes, sedimentos, nutrientes, entre otros, en la trayectoria del flujo del agua desde la parte superior de la cuenca hasta llegar al mar, sin embargo, hasta el momento no se cuenta con estudios técnicos integrales que permitan evaluar las trayectorias y sus impactos (…) el cumplimiento de los parámetros de descarga con base en la normatividad vigente e implementar las posibles medidas de prevención, restauración, compensación y mitigación en la industria, minería, actividades agroindustriales, de servicios y de los sistemas de drenaje y alcantarillado municipal, así como de rellenos sanitarios”, explica la dependencia federal.

En el Golfo de California, la flora y la fauna siguen padeciendo el abandono del gobierno del presidente López Obrador y no se vislumbra una solución a corto plazo, ya que no se tiene dinero ni siquiera para solicitar los estudios, mucho menos, para iniciar las acciones de mitigación y restauración.

@Alatriste_III