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Constructora del puente caído en Querétaro recibió 230 MDP de gobiernos panistas, priístas y de la 4T
Solutintec consiguió contratos de los ayuntamientos de Querétaro y Corregidora así como de los gobiernos estatal queretano; de la capital poblana y del estado regido por el morenista Miguel Barbosa en Puebla, así como del gobierno federal obradorista. Tras el puente caído todos tratan de deslindarse.
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EMEEQUIS.– Solutintec, la constructora que el gobierno de Mauricio Kuri González sancionó por el colapso de una trabe en un puente de la capital queretana, ha recibido 230 millones de pesos en contratos de gobiernos municipales, estatales y federales del PAN, PRI, PVEM, y Morena, en Querétaro, Puebla y otros.
La empresa fue fundada en 2011 en el estado de Puebla pero, salvo una adjudicación de 2015, no había dejado rastros de contrataciones públicas. Fue una asignación con el gobierno del ayuntamiento queretano de Corregidora, en mayo de 2018, cuando la constructora inauguró una racha de obtención de contratos de gobierno.
De acuerdo con un rastreó de EMEEQUIS, Solutintect consiguió contratos de los ayuntamientos de Querétaro y Corregidora así como de los gobiernos estatal queretano; del ayuntamiento de la capital poblana y del propio gobierno estatal del morenista Miguel Barbosa en el estado de Puebla, así como del gobierno federal obradorista, entre otras asignaciones.
No obstante, la trayectoria de la constructora en el ámbito de los proveedores del sector público había pasado ignorada hasta que ocurrió el desplome de la trabe en el puente del Boulevard Bernardo Quintana.
Fue ese siniestro el que sacó del anonimato a la empresa. La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) se apresuró a atacar a la firma, pues señaló que esta no contaba con registro en ese organismo patronal.
Con igual premura, el gobernador panista Mauricio Kuri anunció severas sanciones contra la constructora, e incluso alcalde de Querétaro, Luis Bernardo Nava Guerrero ―exjefe de la Oficina del Gobernador, en la administración de Francisco Domínguez― se apresuró también a vetarla.
Apenas unos días antes disfrutaba de su incipiente éxito en el ámbito gubernamental, pero tras el accidente, la constructora se convirtió en una especie de fantasma del que todos quisieran huir, lo cual hizo más visible su oscura naturaleza.
El apoderado es Mauro Andrade Velázquez, quien no tiene mayor rastro público fuera de esta empresa.
EL ORIGEN
La fundación de Solutintec fue protocolizada el 5 de julio de 2011 ante el Juan Carlos Salazar Cajica, titular de la Notaría 49 de la ciudad de Puebla.
El representante legal de la empresa es Mauro Andrade Velázquez, un oscuro personaje que no tiene mayor rastro público fuera de su ligadura a Solutintec. También se ha presentado como representante de la empresa en procedimientos públicos de contratación Carlos Alberto Pereyra Carpenter, quien curiosamente se encontraba inscrito en el padrón de ayudas sociales del ayuntamiento de Puebla en el cuarto trimestre de 2019, pero no era precisamente de escasos recursos, pues en 2013 figuraba como estudiante de arquitectura de la Universidad de las Américas de Puebla.
No se sabe más, por ahora, del resto de los socios, aunque han surgido especulaciones sobre sus vínculos con connotados personajes ligados al gobernador de Querétaro. El folio mercantil reportado por la empresa no arroja los datos completos en la plataforma electrónica del Registro Público de Comercio.
Lo cierto es que la constructora se ha convertido en una apestada pública tras el accidente. Inmediatamente después de que ocurrió, Óscar Hale Palacios, presidente de la Delegación Querétaro de la CMIC, informó a los medios que Solutintec carecía de afiliación a dicho organismo.
No se contentó con ello, agregó que la caída de la trabe había sido un error constructivo, que se trataba de “un incidente muy lamentable para la industria de la construcción pues les va a quitar credibilidad ante la ciudadanía”, y que por esa causa, los constructores tendrían que efectuar un esfuerzo para “recuperar la confianza de los queretanos”.
Con igual rapidez, el gobernador Mauricio Kuri anunció fuertes sanciones que incluían el veto para obras futuras, y el alcalde de la capital queretana, su correligionario, Luis Bernardo Nava Guerrero, lo secundó. Al parecer había cierta premura en dejar atrás no sólo el desplome, sino, sobre todo, a la empresa.
Lo cierto es que semanas después, contra todo pronóstico, aparecieron copias de certificados de membresía de Solutintec a la CMIC. El más antiguo databa de ocho años atrás.
De acuerdo con el certificado con folio número 5740 del primero de junio de 2016, Soluntitec había quedado afiliada ese año a la CMIC. En abril de 2018 obtuvo el certificado con folio 6864 y en 2021 el certificado con folio 1285. La difusión de los documentos subrayaba la extraña prisa del presidente de la CMIC – Querétaro para salir a desacreditar a Soluntitec.
Ahí no se agotaban todos los aspectos extraños en torno a la firma. En distintos documentos relacionados con sus contrataciones públicas, la constructora poblana reporta tres domicilios fiscales:
― Calle Río Guadalquivir, Número 50, piso 2, oficina 203-E, colonia Cuauhtémoc, Delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México.
― Calle Aceites Esenciales Número 49, Colonia Ampliación Vistahermosa, Tlalnepantla, Estado de México.
― Calle Cuauhtémoc número 95, Colonia Izcalli Cuauhtémoc, municipio de Metepec, Estado de México.
Otro rasgo extraño es que, aunque el objeto comercial que consigna en su acta es específicamente el de la construcción y el sector inmobiliario, Soluntitec ha suscrito contratos con gobierno lo mismo para el mantenimiento carretero que para la edificación de puentes, o el surtido de desayunos a fuerzas policiales.
Diversos contratos de la constructora de la que ahora todos quieren deslindarse.
CONTRATOS ENCHIPOTLADOS
El 20 de febrero de 2015, la presidencia municipal de Puebla, entonces en manos del panista Antonio Gali Fayad ―quien llegaría a ser secretario de Infraestructura del gobernador Rafael Moreno Valle, y sucesor del mismo en el Poder Ejecutivo de la entidad―, le otorgó su primer contrato público a Solutintec. Se trataba de un servicio de “suministro de alimentos (desayunos y/o comidas) con motivo de los diferentes operativos del personal adscrito a la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal”, de febrero a diciembre de 2015.
La opciones eran:
“Desayuno a elegir: huevos revueltos (con jamón, salchicha, chorizo), salchichas enchipotladas, longaniza en salsa (verde/roja), papas con rajas y longaniza, rajas con crema, elote y queso; chicharrón en salsa(roja/verde), flautas (de papa, queso, longaniza), alambre de carnes frías, molletes de jamón, torta (jamón, milanesa, huevos con salchicha, etc.)…”.
Y en fin, opciones de guarnición, bebidas y postre, tanto para los desayunos como para las comidas y cenas de los gendarmes. Todo por 1.37 millones de pesos.
Después de aquel contrato hubo un largo ayuno para Solutintec, pues fue hasta mayo de 2018 cuando consiguió otro contrato con gobierno, esta vez en una área de actividad más propia del objeto que se propuso en su fundación.
Específicamente con el gobierno del ayuntamiento de Corregidora, encabezado por el panista Roberto Sosa Pichardo, en primer periodo, para la “construcción de conexión vehicular en zona industrial El Pueblito y prolongación Amsterdam”, por 24.79 millones de pesos.
Apenas unos días después, la empresa consiguió otro gran contrato, esta vez del gobierno del estado de Puebla, encabezado por el morenista Miguel Barbosa Huerta.
Fue un procedimiento conducido por la Secretaría de Finanzas y Administración del gobierno de Barbosa, en el que Solutintec obtuvo, el 24 de mayo de 2015, la asignación de un contrato para la “reconstrucción de la carretera Hueytamalco – Ayotoxoc – Tenampulco, en los municipios de Hueytamalco, Ayotoxco de Guerrero y Tenampulco”, por 72.74 millones de pesos.
Al parecer, la empresa se hallaba enrachada. Dos meses después, en junio de 2019, el ayuntamiento de Jiquipilco, estado de México, encabezado por la priísta Marisol González Torres, dio con Solutintec a la que contrató para que efectuara una “ampliación de electrificación de localidad en Sección El Cerrito”, por 1.59 millones de pesos.
Para septiembre, la empresa volvió a Santiago de Querétaro. El gobierno del panista Luis Bernardo Nava Guerrero fue a buscarla para adjudicarle un contrato para la construcción de la “Comandancia Peña Flor” en la capital queretana, por 10.14 millones de pesos.
Un mes más tarde, el 11 de octubre, la constructora ya estaba de nuevo en tierras mexiquenses firmando un nuevo contrato, esta vez con el ayuntamiento de Polotitlán, encabezado por Javier García Polo, un alcalde emanado de las filas del PVEM.
El compromiso consistió en la “ampliación de la red eléctrica de Taxhie Norte”, por 892 mil 500 pesos.
Para enero de 2021, fue el gobierno federal obradorista el que buscó a Solutintec. La Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) de Jorge Arganis contrató a la ya famosa empresa para un contrato de ingeniería de precisión: “Atención a Puntos de Conflicto en el km. 68+000, de la carretera Apizaco-Tejocotal”, en el límite de los estados de Tlaxcala – Puebla, y Puebla Hidalgo, dentro del estado de Puebla, por 1,79 millones de pesos.
Y el mes pasado, Solutintec se hallaba en el levantamiento del puente de Bernardo Quintana y Avenida Sombrerete, en la capital queretana, obra por la que facturó 118.7 millones de pesos, cuando el desplome de la trabe terminó de golpe con una carrera empresarial que apenas tomaba vuelo.
@estedavid
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