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Pandemia, inflación y pérdida de empleos, la marca que nos dejó 2021
“El reto a enfrentar es que el gobierno reaccione para evitar que más personas caigan en la pobreza”, advierte la especialista Sofía Ramírez Aguilar. La insuficiencia alimentaria de 50 millones de personas es una señal de alarma, pues las malas decisiones económicas afectan en mayor medida a quienes tienen menos recursos.
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EMEEQUIS.– Programas sociales “fuera de foco”, una gestión errática de la pandemia de Covid-19 que ha afectado la operación de la economía, barruntos inflacionarios, incremento mayor de los alimentos por encima de los precios del resto de los productos, contracción del empleo en el sector servicios y la insuficiencia alimentaria de 50 millones de personas son algunos de los saldos del 2021.
Ese es el balance que Sofía Ramírez Aguilar, directora de la organización no gubernamental “México, ¿Cómo Vamos?”, expone en entrevista con EMEEQUIS.
En materia inflacionaria, considera como una señal de alarma el hecho de que “la canasta básica se incrementó por encima del 9%, mientras que la inflación general, aunque resultó también alta, se encuentra por debajo del nivel de la canasta alimentaria, es decir que los precios de los bienes de consumo básico se incrementaron más que los precios en general”.
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Esta circunstancia, y la suma del resto de los factores referidos, sostienen un estatus de desarrollo del país en el que “hay casi 50 millones de personas cuyos ingresos diarios no les alcanzan para comprar comida suficiente para cubrir sus necesidades de alimentación”.
Ramírez, maestra en economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), considera que el foco del gobierno debe estar en atender a los más pobres, “pero de una manera integrada y con una estrategia, con métrica, no solamente con promesas, con discursos, dedicando dinero de programas sociales de una manera poco eficiente”.
PANDEMIA, URGENTE MEJORAR GESTIÓN
“Entre las cosas más importantes que afectaron la economía en 2021 está el manejo que se le ha dado en especial para que la economía no se cierre, se mantenga activa y en operación”, señala la directora de México ¿Cómo vamos?
Añade: “La variante Ómicron llega a México con un gran porcentaje de la población adulta ya vacunada, en específico la vulnerable, pero siguen estando pendiente los jóvenes y los adolescentes. Aún no avanzamos a grupos de edades más tempranas, en particular los niños de 12 años, ya que la pandemia sigue vigente. Se debe retomar la estrategia de pruebas, ya que parece que el gobierno le apuesta a la inmunidad de rebaño”.
EVITAR ESPIRAL INFLACIONARIA
En el tema de la inflación, la especialista explica que el Banco de México ya está identificando que no sólo basta con frenarla, sino también de mandar una señal muy clara para que las expectativas del crecimiento de la inflación se detengan, ya que “de entrar en una espiral de crecimiento inflacionario resultará muy difícil ponerle un alto, y en un panorama así perdemos todos, en especial quienes menos tienen, porque en este estrato se destina el mayor porcentaje del ingreso para la adquisición de bienes y servicios básicos”.
Subraya: “Hay que destacar que en la última medición inflacionaria, la canasta básica se incrementó por encima del 9%, mientras que la inflación general, aunque resultó también alta, se encuentra por debajo del nivel de la canasta alimentaria; es decir, los precios de los bienes de consumo básico se incrementaron más que los precios en general, lo que afecta al segmento de la población con menores ingresos.
La maestra Ramírez considera urgente que el gobierno se active para rescatar a los hogares más pobres, “en especial aquellos que cayeron en situación de pobreza con la pandemia, y también en aquellos donde hay niños y niñas, ya que los programas sociales no están correctamente enfocados”.
“El reto a enfrentar es que el gobierno reaccione para evitar que más personas caigan en pobreza”: Sofía Ramírez Aguilar. Foto: Cortesía.
PROGRAMAS SOCIALES, SIN PUNTERÍA
“El reto a enfrentar es que el gobierno reaccione para evitar que más personas caigan en pobreza; los programas sociales están para que las personas en situación vulnerable no caigan en la “trampa de la pobreza, es decir que el ingreso futuro resulta más bajo que el ingreso presente, perdiendo capacidad de ahorro”, advierte la investigadora.
Explica que “los programas sociales realizan transferencias de dinero para salvar las necesidades del día a día, sin embargo estos programas no están diseñados para sacar a nadie de la situación de pobreza, simplemente son para que no se caiga más abajo”
Indica que los programas sociales del gobierno en turno están mal enfocados. “El criterio de universalidad que esta administración pretende manejar a través de un padrón mal hecho, no está asegurando que las becas lleguen a la población que más lo necesita. Entre los programas que han perdido progresividad, es decir que llegan menos a quienes más los necesitan, están las becas para los estudiantes de los niveles primaria, secundaria y preparatoria. Hay que tener muy claro que una vez que se pierde el poder adquisitivo en las familias, se vuelve muy difícil poder retomarlo”.
EMPLEO: DESOCUPACIÓN, SUBOCUPACIÓN Y DETERIORO DE LAS PLAZAS
Sofía Ramírez Aguilar destaca que uno de los efectos de la pandemia “es la desaparición de puestos de trabajo, en especial en el ramo de los servicios, donde el incremento de los precios ha resultado muy por debajo del incremento de los bienes, debido a que al disminuir los ingresos, éstos se orientan mayormente a la adquisición de bienes de consumo”.
“La dinámica del encierro ―abunda― trajo como resultado la disminución de plazas laborales ya que obligó a las personas a comprar desde casa por lo que diferentes ocupaciones en plazas o centros comerciales fueron desplazadas”.
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Detalla que “hoy se tiene un mismo nivel de empleo en términos cuantitativos como antes de la pandemia, pero no cualitativamente hablando, no es normal que 6 de cada 10 empleos sean informales, por lo que se requiere la atención del gobierno en este punto mediante herramientas fiscales o estímulos a las micros, medianas y pequeñas empresas para que no se pierdan fuentes de empleo y se pueda recontratar al personal que tenían para diversas funciones antes de la pandemia”.
EXCLUIDOS DEL AUMENTO SALARIAL Y OUTSOURCING EN RESISTENCIA
La entrevistada destaca como aspectos positivos en el balance la desaparición del régimen laboral de subcontratación y el aumento salarial, si bien matiza que, en el primer caso, es un proceso incompleto, y en el segundo, hay siete millones de excluidos.
“Un punto positivo es la desaparición del outsourcing, a pesar de que todavía faltan por incorporarse 2 millones 800 mil trabajadores de los 4 millones que en 2019 estaban prestando sus servicios bajo este esquema”, especificó.
También señala como un evento positivo el aumento al salario mínimo del 22% al cierre del año, ya que representa, dijo, un gran avance para recuperar el poder adquisitivo de las personas, además que no se ve que pueda representar alguna presión inflacionaria adicional.
“Con estas modificaciones al salario mínimo se observan niveles de poder adquisitivo de los años 80, lo cual beneficia a quienes mantienen una relación formal de trabajo, sin embargo, existen poco más de siete millones de personas que trabajan en el sector informal de la economía y no tienen un vínculo formal laboral por lo que los beneficios del incremento salarial no les representan efecto positivo alguno”, puntualiza.
Además del empleo informal, la especialista señala como uno de los aspectos pendientes el desempleo abierto, es decir no solamente hay que considerar el 4% que señala el INEGI como las personas que buscan empleo sin encontrarlo, sino también hay que incluir a la población que está disponible para laborar y que no lo está haciendo.
“Adicionalmente hay que sumarle el subempleo, es decir las personas que laboran pero sus ingresos no son suficientes para sus necesidades básicas. Con estos elementos, el problema se magnifica ya que no solamente es la falta de empleo, sino que muchas veces las personas ya no salen a buscarlo, y cuando lo encuentran lo que se gana no alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Hoy en día en México hay casi 50 millones de personas cuyos ingresos diarios no les alcanzan para comprar comida suficiente para cubrir sus necesidades de alimentación”.
@salamillab