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La batalla interminable contra la violencia de género: madres de víctimas también son agredidas
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, EMEEQUIS destaca tres historias de mujeres que viven para el activismo tras la creciente ola de feminicidios, asesinatos y desapariciones en México
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EMEEQUIS. Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
En México es cada vez más constante saber de casos de feminicidio y de familias en búsqueda de justicia por la muerte, desaparición o agresiones sexual, física, emocional o económica contra una mujer.
Pese a ello, las cifras que hablan de la magnitud de los feminicidios que ocurren en México no son claras, así como tampoco lo son las acciones de las autoridades para prevenir, erradicar y sancionar la violencia de género.
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Esta situación no sólo se queda en cifras de violencia contra las mujeres, también lo cuentan las mujeres que luchan todos los días contra el machismo que persiste en México.
En EMEEQUIS presentamos las historias de tres de ellas, quienes han visibilizado y denunciado diversos tipos de violencia contra las mujeres: el feminicidio, las desapariciones e inacción de las autoridades para realizar búsquedas, y el reconocimiento en las leyes de la violencia vicaria.
En voz de estas mujeres, activistas, víctimas y buscadoras, explican cuáles son las carencias del Estado para erradicar las violencias y las tareas pendientes por las que han alzado la voz desde sus trincheras.
NORMA ANDRADE: DE MADRE VÍCTIMA A ACTIVISTA
Su lucha comenzó tras el feminicidio de su hija Lilia Alejandra de 17 años en Ciudad Juárez, Chihuahua. No regresó a casa después de laborar en su jornada en una maquiladora de la región durante 2001.
Fue el 14 de febrero cuando la joven desapareció, siete días más tarde su cuerpo fue encontrado en un terreno baldío con signos de violencia: golpes en el rostro, lesiones de estrangulamiento en el cuerpo, rastros de violencia sexual y muestras de semen de más de un agresor.
Norma Andrade ha luchado por más de 20 años por encontrar a los agresores de su hija y que el caso no quede en la impunidad. Junto a Marisela Ortiz, quien fuera maestra de su hija, cofundó la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa.
“Como madre comencé la búsqueda de justicia por, perol ver que a mi sola no me hacian caso comencé a unirme con otras madres porque me di cuenta que, mientras más éramos podían tener mayor respuesta y empezamos a tejer redes”, cuenta la activista para EMEEQUIS desde Suecia, donde recientemente fue premiada por su labor.
Andrade recibió esta semana el Premio Edelstam 2022 otorgado por la Fundación Sueca Harald Edelstam, por su trabajo durante más de 20 años de acompañamiento víctimas de feminicidio, desde Ciudad Juárez hasta diversos estados del país.
Por su lucha, caso de su hija fue llevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y tras 17 años de exigir justicia, el presunto agresor de su hija fue capturado e ingresado a prisión, ya que su ADN también estaba presente en el cuerpo de otras mujeres asesinadas.
Norma afirma que la impunidad y falta de acción de las autoridades son clave para que en México la incidencia de feminicidios se mantenga a la alza. “Los hombres las asesinan porque quieren, pueden y saben que no hay un castigo por lo que van a hacer, que la autoridad tiene la mayoría de los casos impunes”.
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sólo 1 de cada 4 casos de muertes violentas de mujeres han sido investigados como feminicidios, ya que 2019 a septiembre de 2022 se han abierto 3 mil 577 carpetas de investigación por el delito de feminicidio; en contraste durante el mismo periodo han sido 11 mil 269 muertes violentas de mujeres contabilizadas como homicidios dolosos, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Para Norma la inacción de las autoridades se ve reflejada en falta de debida diligencia y perspectiva de género para atender los casos de feminicidio. Con necropsias deficientes, falta de sensibilización de autoridades y aplicación de las leyes, se seguirá manteniendo una penumbra de impunidad contra la violencia hacia las mujeres, afirma.
“No cumplir ni aplicar las leyes, antes carecemos de ellas y de instituciones. Ahorita ya tenemos infraestructura, agentes, supuestamente personal capacitado y no logramos detener la violencia en contra de la mujer”, cuenta a EMEEQUIS.
CECILIA FLORES: MADRES BUSCADORAS TAMBIÉN SUFREN VIOLENCIA
“No trabaja la fiscalía, no trabajan las Comisiones de Búsqueda. Las autoridades no están haciendo su trabajo, si ellos lo hicieran no tuviéramos nosotros que hacerlo y no estaríamos expuestas como estamos”, cuenta a EMEEQUIS, Cecilia Patricia Flores, presidenta del Colectivo Madres Buscadoras de Sonora.
Su lucha comenzó en 2015 cuando su hijo Alejandro fue secuestrado y desaparecido en el estado de Sonora, cuatro años más tarde lo mismo le ocurrió a Marco Antonio en Sinaloa. Cecilia busca entre fosas con la esperanza de encontrar a alguno de sus hijos. Pese a que desea encontrarlos con vida, sabe que en un país como México las esperanzas son escasas.
Igual que cientos de madres, las buscadoras han suplido la falta de atención del Estado por realizar búsquedas de campo para encontrar a los más de 107 mil desaparecidos que se tiene registro en México. De ellos, cerca de 27 mil son niñas, adolescentes y mujeres, de acuerdo con la Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana.
De la misma manera que las labores de cuidado, las de búsqueda de personas desaparecidas también han sido retomadas con mayor fuerza por las mujeres.
“Las madres son las que necesitamos a nuestros hijos de vuelta en casa. Casi no hay papás que busquen, pero si tenemos papás que han luchado por sus hijos… Somos las mujeres las que luchamos más porque somos las que tenemos más sensibilidad por sus hijos. Los hombres tienen más miedo, o se tienen que dedicar a trabajar. Varios factores que nos obligan a las madres a ser las que buscamos”, explica Cecilia Flores, quien se ha enfrentado a todo tipo de peligros por encontrar a sus hijos.
La violencia también afecta a las madres buscadoras, en lo que va de 2022, han sido asesinadas cinco madres buscadoras. En su mayoría los casos fueron atentados con armas de fuego directo a sus domicilios y vehículos. Algunos de los ataques están relacionados con el crímen organizado.
“Nosotras hemos luchado tanto por nuestros desaparecidos, hemos encontrado tantas fosas clandestinas que hemos pisado callos sensibles. Estamos visibilizando todos los días el nulo apoyo que hay de las autoridades en las búsquedas”, dice Ceci quien también ha recibido amenazas y se encuentra desplazada de Sonora porque su vida corre peligro.
Afirma que las mayores carencias del Estado con las buscadoras son “la falta de sensibilidad y de empatía. La burocracia que tienen con sus protocolos es lo que más padecemos nosotras”, incluso han tratado de criminalizarlas por difundir fotografías de los cuerpos que encuentran en búsqueda para dar con su identidad.
“Yo tengo que estar desplazada del estado de Sonora, viviendo en diferentes partes del país. Me están cambiando de un lugar a otro y eso no sólo me afecta a mi como buscadora, me afecta como mamá, mis nietos, mi madre. Estar alejada de mi casa me afecta mucho… A causa de no dejar de buscar a mis hijos perdí mi matrimonio, la estabilidad en mi casa. Toda mi familia”.
JENNIFER SEIFERT: LA VIOLENCIA VICARIA TAMBIÉN ES FEMINICIDA
Fundadora del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, que durante todo el año ha luchado por visibilizar y tipificar este tipo de violencia que nace desde la intimidación legal a mujeres por arrebatarlas de sus hijas e hijos.
“Para seguir ejerciendo control y poder se hace a través de nuestras hijas e hijos con manipulación, sustracción, ocultamiento. Hay un terrorismo legal impresionante, constantemente somos atacadas con carpetas de investigación de todo tipo”, cuenta a EMEEQUIS, Jennifer Seifert.
El ciclo de violencia vicaria comienza con la violencia familiar, sigue las afectaciones a las infancias con procesos legales para arrebatar a las madres de su custodia, pero continúa con amenazas e intimidación legal por la fabricación de delitos contra las madres.
“Las autoridades parece que no lo escuchan. Es denunciar violencia previa, durante y seguir denunciado las amenazas y bajo el tema de que los agresores son personas peligrosas especialmente para nuestros hijos e hijas”, afirma Siefert respecto a la inacción de las autoridades.
Las víctimas de violencia vicaria sufren terrorismo legal con denuncias falsas de supuestos actos de violencia contra las infancias, hasta hechos de robo y fraude, incluso una de las miembros del FNCVV fue denuncia por huachicoleo.
Estas intimidaciones han provocado efectos emocionales y de salud graves para las madres en el proceso. “Hemos visto algunos casos donde llevan a las mamás a un suicidio inducido y desafortunadamente en México no está legislado”, en otros países se castiga a una persona a cometer a un suicidio… Te llevan a un límite donde ya no puedes más, ya no aguantas más, simplemente ya no quieres vivir”, explica Jennifer.
Recientemente el Frente anunció la muerte de una mujer en San Luis Potosí víctima de violencia vicaria, quien decidió quitarse la vida.
Seifert denuncia que no existen políticas que prevención para evitar estos casos, que también escalan frente a la impunidad de las autoridades al emitir las primeras denuncias por violencia familiar. “Si hubiera más cuidado y prevención desde un inicio, cuando tratamos de levantar una denuncia por violencia, que las instituciones no fueran omisas a estos avisos, seguramente no estaríamos en esta posición en la que nos son arrebatados nuestros hijos”
A nivel nacional se han presentado 27 iniciativas a nivel local para el reconocimiento de la violencia vicaria, además de una propuesta legislativa que se encuentra en el Senado y otra en la Cámara de Diputados.
Actualmente son diez estados del país que reconocen la violencia vicaria: Zacatecas, Baja California Sur, Sinaloa, Colima, Estado de México, Puebla, Yucatán, Hidalgo, San Luis Potosí y Guanajuato. Próximamente se espera su revisión en Nayarit y la siguiente semana en la Ciudad de México.
@GloriaPE_
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