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El caso de violación que la Provincia Franciscana trató de ocultar
Denunció por violación a sacerdote y la situación se revirtió: fue demandado. El Vaticano intervino, pero Carlos Alberto aún clama justicia, pues vive con depresión y ansiedad por la campaña en su contra por parte de miembros de la Provincia Franciscana, que en su página de Internet afirman ser “promotores de la justicia”.
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EMEEQUIS.– Carlos Alberto Vergara tenía 15 años cuando fue violado por el sacerdote José Manuel Jiménez Santos, miembro de la Provincia Franciscana del Santo Evangelio en México.
Alzó la voz y recibió amenazas y hasta una demanda por “discriminación”. Fue obligado a retirar sus videos en los que denunciaba los hechos.
El Vaticano intervino, pero Carlos Alberto aún clama justicia por la campaña de intimidación en su contra. El caso le dejó depresión y ansiedad, cuenta a EMEEQUIS en entrevista.
La víctima ahora tiene 27 años; es abogado. Y dentro de sí encontró las fuerzas para denunciar el crimen a través de redes sociales, así como ante la iglesia y la justicia mexicana. Una lucha que sigue pese a los ataques y actos intimidatorios de feligreses, franciscanos y trolls en internet.
No sólo eso: la Provincia Franciscana lo presionó a finales de 2019 para borrar los videos en Facebook y YouTube que denunciaban la violación que presuntamente ocurrió en la casa adjunta de la Capilla de San Lucas Evangelista, en Coyoacán, en diciembre de 2012.
En una carta enviada a los franciscanos, el 7 de octubre de 2019, Vergara escribió que aprovechándose de su edad y vulnerabilidad, “con engaños, coerción moral, verbal y emocional, (el sacerdote) logró obtener de mí diversos favores sexuales”, los cuales culminaron en la privación de su libertad y en una violación.
En este contexto, existen correos emitidos desde la dirección personal del agresor (dirección que éste registró también durante su estancia en el Collegio Internazionale “S. Antonio”, en Roma, donde pasó sus últimos años de vida) a través de los cuales se manifiesta un interés amoroso hacia la víctima. EMEEQUIS cuenta con esos mensajes.
Vergara exigió una disculpa pública por parte del titular de la Provincia Franciscana, Juan Medina Palma. El documento también fue dirigido a Héctor Humberto Miranda Anzá, director de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, dependencia que no respondió las solicitudes de contacto al cierre de esta investigación.
En el documento, la víctima advierte que la Provincia debía abstenerse de “actos de intimidación, amenazas o revictimización” contra él. No obstante, los franciscanos denunciaron a Vergara ante la Fiscalía Desconcentrada de Coyoacán por el delito de discriminación. Vergara explica que el argumento fue que “había incitado el odio” contra Raúl Castro Tapia, apoderado legal de la Provincia.
El 7 de octubre de 2019, Vergara denunció ante la misma fiscalía haber recibido amenazas por parte de feligreses de la parroquia, quienes le exigieron que dejara de molestar a los sacerdotes “porque ellos los iban a proteger”.
DESDE EL VATICANO
Vergara decidió cortar el diálogo con los franciscanos y acudir directamente al arzobispado primado de México, dirigido por Carlos Aguiar Retes. La víctima recibió una llamada para presentarse en el departamento de Protección a Menores del arzobispado. Allí, las autoridades eclesiásticas redactaron un informe que fue enviado al Vaticano. Posteriormente, Roma ordenó a los franciscanos atender las peticiones de Vergara.
La arquidiócesis de México llamó a ambas partes para llegar a una conciliación, el 18 de diciembre de 2019. Se llegó a un acuerdo: se retirarían las denuncias contra Vergara. El 19 de diciembre de ese año se emitió un comunicado por parte del ministro provincial, en el que se explica que aunque no se podía realizar una investigación por violación dentro de la iglesia, ya que el sacerdote acusado había muerto, la organización reconocía que “como a nivel iglesia universal, pueden cometerse abusos y faltas que causan daños reales a las personas, particularmente a menores de edad y personas vulnerables”.
El documento proseguía diciendo: “Si esto ha acontecido en agravio del Sr Carlos Alberto Vergara y en imposibilidad de llegar a la comprobación de los hechos, como lo señala la Santa Sede, queremos sin embargo pedir perdón” (sic).
La página de Internet de los franciscanos en México.
El fraile Juan Medina Palma, ministro provincial, escribió en otro documento emitido el 19 de diciembre: “el Gobierno de la Provincia del Santo Evangelio de México se compromete a concluir la demanda interpuesta contra su persona”, sin más condiciones que el mutuo acuerdo entre ambas partes.
Sin embargo, el 20 de diciembre de ese año, Vergara fue citado ante la entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México para realizar “pláticas conciliatorias” con la Provincia Franciscana.
La iglesia volvió a agredir a Vergara. A decir de la víctima, fue amenazado por la representante legal de la Provincia: si no retiraba los videos de denuncia de internet, no obtendría el perdón. Vergara argumentó que eso no estaba en el acuerdo firmado por la Provincia Franciscana por órdenes del Vaticano.
Vergara refiere que durante el proceso penal no pudo estar junto a su defensa legal ni junto a su madre: “La abogada (de los franciscanos) me dijo que yo era un delincuente, me dijo pinche mugroso y me obligó a borrar cada video” de redes sociales. La audiencia ocurrió el 23 de diciembre de 2019. Hasta el cierre de este reportaje, los franciscanos no han dado su versión del conflicto.
Vergara borró los videos de su cuenta de YouTube y en su perfil de Facebook. En el video de denuncia, al borde de las lágrimas, Vergara cuestiona a los religiosos y la campaña de intimidación en su contra: “¿Cómo pueden ser tan cínicos? ¿Cómo pueden tener tan poca vergüenza?”.
En un café en Coyoacán, recordando el video, Vergara expresa que a raíz de la violación su vida ha sido afectada más allá del escándalo. La depresión y la ansiedad son dos fuerzas incesantes que no lo dejan vivir tranquilo y que, en sus palabras, no han frenado su sed de justicia, pese a que tantas veces se le ha negado.
La Provincia Franciscana del Santo Evangelio de México, de la Orden de Frailes Menores, fundada por San Francisco de Asís, está presente en nueve estados de la República Mexicana y en el sur de Texas, Estados Unidos, de acuerdo con su página de Internet.
Ahí mismo se describen: “Somos un grupo de hermanos, fundados por San Francisco de Asís, interesados en vivir relaciones horizontales, de hermano a hermano, en el seguimiento radical de Jesucristo, promotores de justicia y especial predilección por los pobres”.
@Ciudadelblues