Osorio Chong mete en la carrera a Paredes y a Ruiz Massieu

EMEEQUIS.– En el PRI también buscan aspirantes al 2024. Está Alejandro Moreno, quien ha dicho que buscará la candidatura, pero ello a estas alturas es imposible. Lo saben todos y empiezan a moverse. Así hay que ver el planteamiento de Miguel Ángel Osorio Chong al incluir a las senadoras Beatriz Paredes y Claudia Ruiz Massieu. Tiene sentido porque cuentan con experiencia y, además, ambas fueron presidentas del PRI. 

Más allá de posibilidades, es evidente que el priísmo requiere construir escenarios para poder negociar dentro de Va por México. 

El foco por ahora está en la candidatura a la Presidencia, pero se jugarán posiciones en el Senado y en diversas entidades, incluida, por supuesto, la Ciudad de México.  

Pero en el PRI primero tienen que resolver qué hacer con Alito, o Alito terminará por definir qué hará con ellos y, en ese escenario, los listados de aspirantes a Palacio Nacional serán francamente inútiles. 

LO QUE SÍ ACORDARON LÓPEZ OBRADOR Y BIDEN 

En la cadena Fox News son bastante predecibles. Le tundieron al presidente de México, para golpear al presidente de Estados Unidos. Ahora el supuesto problema es que Andrés Manuel López Obrador no habla inglés. Pues no, y no tiene por qué hacerlo. 

El tema deberían ser los acuerdos que sí se tomaron, como el compromiso mexicano de invertir mil 500 millones de dólares para la infraestructura fronteriza, que lo que indica es que se continuará con el esquema de control migratorio. 

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López Obrador y Biden se comprometieron a fortalecer la democracia, la transparencia y el Estado de derecho. Tres asuntos más que álgidos en nuestro país. 

También hay disposición para combatir al fentanilo, que es una de las mayores preocupaciones en Washington, y eso se tendrá que hacer con operativos de seguridad contundentes.  

CUEVAS Y SERRANÍA, EN MANUAL DE DON BENITO

Las dos varas. En la Fiscalía de la Ciudad de México se toman muy en serio aquel dicho del presidente Benito Juárez que señala: “a los amigos benevolencia, a los enemigos la ley a secas”. 

Un ejemplo es lo que ocurre con Sandra Cuevas, la alcaldesa de Cuauhtémoc, y lo que no ocurre con Florencia Serranía, la exdirectora del Sistema de Transporte Colectivo.

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Cuevas se trasladó en un vehículo sin placas y con un permiso de circulación de muy dudosa procedencia. La descubrieron. En lugar de aceptar el error o de dar alguna explicación verosímil se fue enredando y logró que le abrieran una carpeta de investigación por utilizar documentos falsos. 

Serranía, en cambio, era la titular del Metro cuando se derrumbó la Línea 12, donde murieron 26 personas, y no se le puede citar a declarar, porque Ernestina Godoy, la fiscal de la CDMX, considera que “se violarían sus derechos humanos”. 

Cuevas seguro no hizo nada bien, pero Serranía, como es evidente para cualquiera, tampoco. 

EL CIRCO DE LA FGR CON EL CASO COLOSIO

Juan Velásquez, quien fue, en algún momento, abogado de Diana Laura Riojas, la esposa de Luis Donaldo Colosio, describió con claridad lo que está ocurriendo respecto a las nuevas diligencias sobre el homicidio ocurrido hace 28 años: “se trata de un circo”.  

En efecto, pero como en cualquier carpa, vamos de sorpresa en sorpresa. Ahora resulta que la FGR quiere hacer una investigación hemerográfica de lo ocurrido. Irán a los archivos para hurgar todo lo que sea necesario y dar con nuevas pistas. Bueno, esa es la idea, tan mala como imposible.

Lo primero que descubrirán, es que algunos de los reporteros que cubrían la gira en Tijuana en realidad se encontraban en San Diego, California, porque pocos tenían interés en acudir a un mitin en Lomas Taurinas y menos por la tarde. Publicaron la crónica del suceso, pero cuando ocurrió en realidad estaban en otro país y de compras. En su momento el Ministerio Público hizo los interrogatorios respectivos. 

Claro, los celosos fiscales podrían remitirse a la indagatoria oficial, la que en su mayoría es pública, como consta en los tomos de la misma que se imprimieron en su momento y que seguro se encuentran en biblioteca de la FGR. Eso sí, hay que leerla. Ni modo.  

@emeequis