Las “amañaneras” de los mitos geniales y las lágrimas estilo Jolopo

Las Amañaneras de la mitomanocleptocracia

¿Quién exhibe a quién?

¿El exhibicionista maña ñero que muestras sus partes blandas cerebrales y su absoluto desconocimiento de las atribuciones del INAI (que ya le contestó que nanai a su absurda petición) o el controvertido periodista farsátiro a quien con hechos no puede (por más que intenta) desmentir el inquilino de las sinrazones?

El país de las marrullerías

En el caso “obedreche”, la fiscalía ha determinado que el único que hizo magia y multiplicó el pan para su familia fue Emilio Lozoya. Buscarán entambarlo por los próximos 46 años. ¿Quién rompió la taza? Los otros inculpados, cada quien para su casa.

En la cámara de la farsa, la sátira del horror

Lo burlesque entró en escena… una vez más. El pasado martes en sesión senatorial la morenista Bertha Caraveo emuló un comportamiento fariseo y entonó el himno obradorista al compás del nado sincronizado de sus comparsas: “no es un personaje políticamente expuesto” (vaya ignorancia); a dueto Héctor Vasconcelos “es inadmisible que se cuestione la integridad…”; el trío, Martha Lucía Micher “de ninguna manera es de interés público saber a qué se dedica…”; y para acompletar el cuarteto Antares Vázquez “les falta barrio, pero barrio barrio en Estados Unidos para saber…” todos al unísono apersonándose en la tribuna para defender al JR, orgullo de la nación. Baquetón de 40 que en su vida ha ganado por cuenta propia un solo peso y que necesitó de harto tiempo para escribir un comunicado de escasas 10 líneas con todo y su nombre.

Ni hablar, les falta no barrio sino hartos baños de pueblo que les den tantita humildad y tantitita…

La estelar de la sesión fue la controversial senadora Lilly Téllez, quien una vez más hizo alarde de su ingenio al iniciar con un gran remate: “López Obrador es popular como lo es la comida chatarra, le gusta mucho a muchos pero hace daño y destruye la salud como el presidente destruye la república”. Y tan tan.

Matanga dijo la changa

La primera vez que vi llorar a un presidente fue el uno de septiembre de 1982 . JoLoPo. “Decir la verdad, la mía, es mi obligación pero también mi derecho… Soy responsable del timón pero no de la tormenta”. Y ya todos vivimos la consecuencia de aquel huracán. Como bien recordó la periodista Soledad Durazo en su columna para Opinión_51, López Por Pillo se refirió a su hijo Jose Ramón como “orgullo de su nepotismo”.

Hoy volví a ver a un prejidente con la voz entrecortada. Casi 40 años después. AMLO. “Me da mucho gusto que resistan… Se han portado bien… Mientras yo he sido dirigente ellos no han ocupado ningún cargo… “ . Refiriéndose a su propio José Ramón, también primogénito. Se avecina otra tormenta.

Nada es tan importante como para dejar de leer…

Hay que tender redes y desandar laberintos.

¿Y la piedrita en el zapato?

@cacomixtle_el