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La quinta ministra de AMLO: ¿independencia o control en la SCJN?
¿Cuáles son los 3 escenarios para la terna del presidente en el Senado? La Suprema Corte de Justicia de la Nación, guardiana de nuestra Constitución, se encuentra en una balanza delicada.
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Por Juan Ortiz / Lupa Legislativa
EMEEQUIS.– El Poder Judicial enfrenta una de sus crisis más complejas en décadas, marcada por desafíos como la asfixia presupuestal, la cacería de brujas contra jueces y ministros, así como la reciente renuncia del ministro Arturo Zaldívar.
Propuesto por Felipe Calderón en 2009, Zaldívar decidió renunciar antes de concluir su periodo en 2024, es decir, un año antes. Paradójicamente, había gestionado la extensión de su mandato por dos años más durante la discusión de la reforma al Poder Judicial en 2020.
Su salida prematura y su incorporación al equipo de campaña de Claudia Sheinbaum generan serios cuestionamientos sobre sus decisiones en la Suprema Corte. ¿Cuántas fueron influenciadas por intereses partidistas o del Ejecutivo?
Basta recordar que Zaldívar apoyó reformas como la Ley de la Industria Eléctrica y la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército. Se considera a sí mismo un presunto defensor de la Constitución, pero su actuar puso en jaque uno de sus principios más importantes: la división de poderes.
Con esta renuncia, López Obrador tiene la oportunidad de nombrar a su quinto ministro, un privilegio inusual, ya que durante su mandato sólo estaban previstas la designación de tres.
Si bien el Presidente tiene la facultad de cubrir vacantes en el pleno de la SCJN, nuestras leyes nunca fueron pensadas frente un escenario donde el Poder Ejecutivo buscaría apoderarse del Poder Judicial. Sólo recordemos el caso de Medina Mora: nunca se disiparon las sospechas de que fue presionado para renunciar.
Recientemente mandó su primera terna para sustituir a Arturo Zaldívar. Resultaron ser candidatas con notorios vínculos partidistas y familiares con el poder, lo que plantea nuevos riesgos contra la independencia del Poder Judicial.
Bertha Alcalde es hermana de la secretaria de Gobernación e hija de una de las fundadoras de Morena; Lenia Batres, es militante de Morena y hermana del jefe de Gobierno, Martí Batres; y María Estela Ríos es la consejera jurídica del Presidente. Estas propuestas representan graves casos de nepotismo e influyentismo.
Y en el caso de María Estela, estaría impedida legalmente. Para ser ministra se necesita no haber sido Secretara de Estado durante el año previo al nombramiento (artículo 95 constitucional), sin embargo, la titularidad de la Consejería Jurídica tiene dicho rango (artículo 2 de su reglamento interno).
Para la designación de la nueva ministra de la SCJN se necesita mayoría calificada en el Senado. Es decir, de 128 senadoras y senadores presentes, se requieren 86 votos a favor. Morena y aliados sólo reúnen 75.
Escenario 1: Aprobación de la primera terna.
Para que esto ocurra, el oficialismo necesita 11 votos de la oposición. Podría buscarlos en el PAN (19) o en MC (13). Con el PRI (10) no le alcanza, necesitaría de un voto más de estos partidos, o del PRD (3).
Parece difícil dada la falta de un mediador como Ricardo Monreal y el contexto electoral actual.
Escenario 2: Rechazo de la primera terna.
En este caso, el presidente enviará una segunda terna. Deberá estar integrada por tres nuevas personas. Si nuevamente no alcanza la mayoría calificada, sería inédito.
En mi opinión la oposición debería hacer una valoración estratégica en este escenario, considerando incluso el apoyo hacia una opción, siempre y cuando se trate de un perfil debidamente preparado, y sin notorios conflictos de interés.
Escenario 3: Rechazo de la segunda terna.
En este caso, el presidente podrá designar directamente de entre las propuestas rechazadas de la segunda terna sin necesidad del Senado, según el artículo 96 constitucional.
Independientemente del escenario, el presidente logrará designar a un quinto integrante de la SCJN. De este tamaño es la traición de Arturo Zaldívar, y con la cual, sin duda, querrá cobrarse con un nuevo cargo público de renombre con apoyo de Morena.
A pesar de la posibilidad de que la quinta integrante sea leal al presidente, no garantiza un control total del Poder Judicial. De sus cuatro nombramientos anteriores, dos han demostrado independencia (Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara). La falta de un bloque de cuatro votos impide un bloqueo total de reformas y proyectos inconstitucionales.
Aunque en esta encrucijada histórica, la renuncia de Zaldívar y la inminente designación de una nueva ministra por parte de López Obrador no son solo maniobras que afecten en los altos círculos del poder.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, guardiana de nuestra Constitución, se encuentra en una balanza delicada. Ahora, más que nunca, es momento de estar atentos, informados y listos para actuar. Porque está en juego la constitucionalidad de nuestras leyes, sino también la calidad de decisiones judiciales que impactan el curso de nuestras vidas: desde nuestros derechos más fundamentales hasta las libertades más cotidianas.
@Juan_OrtizMX
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