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La Constitución y la calle
La 4T intentará utilizar la marcha del domingo como un elemento de presión sobre los pocos diputados indecisos en torno a la Reforma Electoral… puede haberlos.
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CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Durante el fin de semana, los diputados tendrían que estudiar el proyecto de dictamen de la Reforma Electoral que propone el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Son unas 900 páginas, aunque lo sustancial se resume en que se pretende desaparecer al INE, elegir consejeros y magistrados por voto popular, establecer listas plurinominales por cada estado de la República para conformar las cámaras legislativas, aunque de modo increíble sigan diciendo lo contrario.
La idea, además, es reducir la capacidad operativa del INE, sepultar el servicio profesional de carrera, dejar al garete de elaboración del Padrón Electoral y contratar personal eventual para las temporadas electorales.
A nivel de la Constitución, la propuesta no prosperará, pero en Morena y Palacio Nacional siguen ideando cómo darle la vuelta al asunto.
Mientras esto se esclarece, van a seguir con un libreto establecido, presentando el dictamen el lunes, para que el martes sea votado en la Cámara de Diputados.
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Por lo pronto, intentarán utilizar la movilización que se realizará este domingo, como un elemento de presión sobre los pocos diputados que aún estén indecisos, puede haberlos.
La lectura de la marcha será que el pueblo de México celebra y respalda las ocurrencias presidenciales, aunque estas hayan prendido las alarmas de organismos como la Comisión de Venecia del Parlamento Europeo e inclusive la Organización de las Naciones Unidas.
Un aspecto que no hay que perder de vista, es que es justamente el pueblo el que, con sus votos, no le dio el poder al presidente López Obrador para desmontar al sistema democrático. Por ello es que no cuenta con la fuerza necesaria para cambiar la Constitución.
Los equilibrios que aún subsisten son productos de un mandato, el que se expresó en las urnas apenas en 2021. Justo esa coyuntura mostró que la ciudadanía no quería dar un cheque en blanco para transformar las instituciones y, mucho menos, para destruirlas.
Lo que parece una decisión ya tomada, es la determinación del PRI de no apoyar la iniciativa, lo que es un respiro para la oposición y para la democracia misma. Es de destacarse, porque sus titubeos, sus dudas, generaron nerviosismo y llevaron al bloque opositor al borde de la ruptura.
Alejandro Moreno, el líder de los priístas, lo expresó con claridad: “cualquiera que pudiera ser el costo de oponernos será menor al que pagaría el país si cedemos”. Tiene razón y en varios aspectos.
Es probable que la ofensiva legal no solo continúe, sino que se recrudezca. Moreno lo sabe, pero hizo sus evaluaciones y procederá en consecuencia.
No sería nada extraño que se vayan conociendo más audios de Moreno con actores diversos de la vida pública. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores tiene un acervo muy amplio al respecto y no tiene reparo alguno para violentar la legalidad cuando sea a favor de la causa.
Sí, es inquietante que un dirigente opositor tenga que dar un posicionamiento semejante. “Cualquiera que pudiera ser el costo…”. Las hipótesis al respecto pueden ser amplias. En la 4T les gustan los expedientes y los saben utilizar.
Es decir, en el México actual la disidencia puede salir muy cara. ¿Dudas al respecto? Pregúntenle a Ricardo Anaya, el excandidato del PAN que no puede volver al país porque sería detenido para inhabilitarlo.
Viene un fin de semana más que interesante. El músculo de la 4T se notará, sin duda, porque saben movilizarse y porque tienen los recursos y el poder para hacerlo. Es su respuesta a la manifestación en defensa del INE.
Ellos y nosotros, la dicotomía que le gusta al presidente López Obrador. Los conservadores y el pueblo bueno, que él encarna.
Pero a la vez es un planteamiento de enormes riesgos, porque lo que está en juego es la democracia misma. Es poco probable que los marchantes, en su gran mayoría, tengan claridad de cómo están colocadas las fichas en el tablero de juego. Saldrán a celebrar a su dirigente máximo, pero también están apuntalando otra cosa, algo que quizá ni siquiera ellos quieran.
Corearán consignas contra el INE, sí, contra la institución que hizo posible las alternancias y que, de un modo u otro, les permitió llegar al poder. Un entramado legal y político al que ayudaron a edificar. Paradojas de la democracia, ni más ni menos.
@jandrajej
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