Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
Kissinger y Salinas, las conversaciones sobre Gorbachov
En 1990, Henry Kissinger tuvo una amplia conversación en Los Pinos con el presidente Carlos Salinas de Gortari. El mundo estaba cambiando de modo vertiginoso y México, a su modo, también. Un tema fue Mijaíl Gorbachov, cuyo legado continuará.
Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– En marzo de 1990, Henry Kissinger tuvo una amplia conversación en Los Pinos con el presidente Carlos Salinas de Gortari. El mundo estaba cambiando de modo vertiginoso y México, a su modo, también.
Un año antes, el 9 de noviembre, había caído el Muro de Berlín. Se trataba de un momento de alto simbolismo que terminaría con la Guerra Fría, pero abriría otras puertas, algunas de ellas inciertas.
Para México era un desafío de gran magnitud, ya que Estados Unidos se estaba convirtiendo en la única superpotencia. Se terminaba la posibilidad de buscar el equilibrio, de jugar y fintar hacia el tablero de los países socialistas.
Cuatro meses después de los sucesos en Alemania, Kissinger y el presidente Salinas se detuvieron en un tema, Mijaíl Gorbachov, el secretario general del Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas (URSS) y, por ende, titular de un poder que llegó a ser absoluto, pero que se iba deteriorando paulatinamente. A pesar de ello, Gorbachov era la estrella en ese momento, porque estaba tratando de democratizar el viejo sistema, enfrentando resistencias de todo tipo. Para las democracias occidentales era una apuesta fundamental que tuviera éxito, pero reinaba el escepticismo.
El G7 trasladaba recursos para la URSS, que los necesitaba, pero disminuía las posibilidades de inversión en otras naciones. Era una carrera contra el tiempo.
TE RECOMENDAMOS: TRAS LAS PISTAS DEL CASO AYOTZINAPA: MUCHOS TESTIMONIOS, POCOS HALLAZGOS FÍSICOS
Kissinger hizo un pronóstico: el desenlace en la URSS sería muy complicado, aunque confiaba en la habilidad de Gorbachov para soportar las tempestades que, paradójicamente, había despertado en sus esfuerzos de transparencia.
Un año después, Salinas de Gortari se reuniría, en el Kremlin, con Gorbachov. La gira del presidente mexicano por Europa había sido intensa.
Eran los últimos días de Gorbachov en el poder. En las corrientes subterráneas del Ejército del Partido Comunista, se ultimaban los planes para dar un golpe de Estado.
Gorbachov acaso se condenó porque impulsó una reforma política sin contemplar que el sistema económico no la resistiría.
Años después, en 2015, Gorbachov visitaría México. En una conferencia en Ciudad Juárez, que ya desde entonces padecía los espantos del crimen organizado.
Ahí, en la frontera con Estados Unidos, el viejo líder de la URSS dijo:
“Los cambios violentos sirven para aprender y educar, porque si se da un cambio y no se aprende, no se consolidan para ser duraderos”.
Sabía a lo que se refería y lo quería aterrizar la realidad mexicana y en particular la de Chihuahua. En Ciudad Juárez, después de todo, se venía desplegando uno de los programas de prevención social de la violencia que llegó a dar resultados.
Gorbachov murió este martes, pero la discusión sobre su legado, errores y aciertos continuará. México fue un reflejo también del final de los años ochenta, de un mundo que parecía de acero y del que hoy en día queda muy poco.
CÁRDENAS Y LA URGENCIA DE REFORMAR EL PODER
Cuauhtémoc Cárdenas estuvo en plenaria de los senadores del Grupo Plural y ahí señaló que no veía a la izquierda por ningún lado. Ni en el gobierno ni en sus alrededores, pero se refirió a algo todavía más grave: ¿Qué quieren los que aspiran a la Presidencia de la República? ¿Para qué buscan ese poder?
El tema para nada es menor, y refiere a la urgencia de discutir no ya sobre la forma de acceso al poder, sino cómo se ejerce. Es algo que ha quedado pendiente en las diversas reformas.
TE RECOMENDAMOS: RICARDO MONREAL LE METE UN CALAMBRE A ADÁN AUGUSTO EN LAS PREFERENCIAS ELECTORALES
Se refirió a los destapados del ánimo presidencial, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard. La batería de preguntas puede ser interesante, por ejemplo: ¿continuarán militarizando el país? ¿profundizarán la separación con los intelectuales?, ¿la prensa seguirá siendo vilipendiada día con día? En las respuestas es probable que encuentren a la izquierda o, quizá ya no, pero sería una toma de posición honesta.
Las inquietudes, por supuesto, pueden ser trasladadas a la oposición, donde más allá de la idea de tratar de ir en alianza, no hay una hoja de ruta ni una propuesta que trascienda al discurso del contraste, que tiene utilidad, pero que no puede ser la meta, sino acaso el inicio para aspirar a disputar el poder político.
@jandradej