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Frente Amplio, los pasos grandes
Más allá de quiénes pasen a la siguiente etapa del Frente Amplio, hay que celebrar que los participantes invirtieron capital político y empeño para la obtención de las 150 mil firmas: más de 2 millones de ciudadanos se apuntaron.
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CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Concluyó la primera etapa en el proceso de designación de quien coordinará el Frente Amplio por México. Los números son buenos. Por lo menos 2 millones 222 mil 800 ciudadanos registraron su firma para respaldar a alguno de los aspirantes.
Es sólo un corte, porque se tendrá hasta el 20 de agosto para que quien así lo desee se inscriba para poder participar, el 3 de septiembre, en una elección directa a nivel nacional.
Lo que ya concluyó es la posibilidad de buscar los apoyos para pasar a la siguiente fase, que consistirá en la realización de un foro en el que se podrán contrastar visiones de país y trayectorias. Luego de ello, una encuesta definirá a los tres personajes que acudirán a los foros regionales en las próximas semanas.
Más allá de quiénes sean los finalistas, hay que celebrar y ponderar que todos invirtieron capital político y empeño para la obtención de las 150 mil firmas. Los que pudieron, por las más diversas circunstancias, y los que no, merecen reconocimiento por partes iguales, porque lo que se está haciendo es construir una red ciudadana que será clave el próximo año.
Es clave que esto se aquilate, porque todos requerirán de todos para que el procedimiento sea exitoso. Es, en más de un sentido, un acuerdo entre demócratas, con todo lo que ello implica.
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El camino no ha sido sencillo, la plataforma funcionó, no sin sobresaltos, al arranque, y resistió mil 800 ataques de hackers. Hay una hostilidad permanente de Palacio Nacional para tratar de que las cosas no funcionen. Esto es de algún modo insólito, porque nunca un presidente de la República se metió de esa forma en contra de organizaciones opositoras.
Pero esto también refleja que existe preocupación, porque es evidente el contraste ante la vía que le impusieron a los integrantes de Morena, bastante aburrida e inoperante, para que al final quien tenga todas las canicas sea el propio presidente de la República.
En el Frente es diferente, porque la propia configuración de sus integrantes así lo impone. Son trayectorias e inclusive culturas políticas que no siempre fueron por el mismo sendero, pero que ahora las convoca la urgencia del momento y la necesidad de no aceptar que el 2024 está resuelto de antemano. Cada día hay más evidencias de que no es ni será así.
Lo que están haciendo el PRI, PAN y PRD, de la mano con organizaciones de la sociedad civil es inédito. Nunca se ha realizado un mecanismo semejante y con esos grados de participación democrática.
Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano tomaron la decisión de abrir el procedimiento y lo están haciendo. Decir que hay cartas marcadas es absurdo. Cada uno de ellos pudo optar por la ruta de sus propias organizaciones, pero están convencidos de que la única forma de competir con posibilidades es en unidad.
El método, después de todo, permite una valoración bastaste específica de cada uno de los contendientes y de su fuerza, porque equilibra por medio de apoyos en urnas y medición en encuestas. 50 y 50 por ciento cada una.
Es ahí donde el Comité de Organización ha hecho un gran trabajo, pero viene todavía lo más arduo e interesante. Todo es revisable y auditable. Pero hay confianza por la capacidad probada de Luisa Alejandra Latapí, Rodrigo Morales, Teresa González, Marco Baños o Rubén Moreira. No hay espacio para ocurrencias ni improvisaciones.
El Frente Amplio se inspira en experiencias como la chilena o la uruguaya, donde las diferencias se dejan a un lado para poner sobre la mesa lo que da sentido a la alianza que, en el caso de México, es la defensa de la democracia.
Pero en gran medida es distinto lo que se está configurando, abierto y democrático. De ahí que esté generando interés en otros países, sobre todo de nuestro continente, donde están atentos a las presiones que sufre la democracia, pero también a los esfuerzos que se están haciendo para salvaguardarla.
Y tiene lógica, porque son precisamente el PRI, PAN y PRD, los que en diversos momentos apoyaron o inclusive concibieron las reformas que dieron forma a nuestro sistema electoral, a la fundación del INE y del Tribunal Electoral, los que han probado su eficacia en tres alternancias de partido en el poder en paz y tranquilidad.
@jandradej
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