Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
El crimen y las urnas
El crimen organizado estará presente en las elecciones del 2024 y jugará sus cartas. ¿Qué harán los organismos de seguridad, tras la experiencia negativa de 2021?
Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– El crimen organizado estará presente en las elecciones del 2024 y jugará sus cartas. Ya lo hicieron en 2021, de modo particular en la zona del Pacífico.
Ante esta evidencia es urgente que los gobiernos, en todos sus niveles, se comprometan a garantizar la seguridad de los contendientes.
Ya no se trata del cuento de Pedro y el lobo, sino de una amenaza seria a la democracia y a la gobernabilidad.
En Michoacán, en algunos poblados de la región de tierra caliente, cuando se disputó la gubernatura, sólo los aspirantes de Morena pudieron hacer campaña. Los otros partidos tenían prohibido inclusive realizar labores de perifoneo. Estas denuncias las hizo, en su momento, el senador Cristóbal Arias, quien contendía por Fuerza por México y a quien nadie puede acusar de ser contrario a la 4T.
En su momento, el gobernador Silvano Aureoles hizo también los señalamientos respectivos, ante una situación por demás peligrosa y lamentable y que, al final, desalienta a los votantes.
En Sinaloa, los operadores electorales del PRI fueron secuestrados para que no estuvieran presentes el día de los sufragios y a la candidata del PRI, PRD y el PAN en Valle de Bravo, Estado de México, la obligaron a desistir de sus aspiraciones. Estas son sólo pinceladas de un problema muy profundo.
Por desgracia, es complejo llevar a tribunales este tipo de situaciones, por ausencia de denuncias y porque son difíciles de documentar. En Sinaloa no hubo abogados dispuestos a llevar los asuntos. Pero ahí está el problema, y a estas alturas sería ocioso tratar de ocultarlo.
La magistrada Janine Otálora explicó, en una conferencia que dictó en la Escuela Judicial Electoral, “son muchísimas las zonas del país, ya no podemos hablar de focos rojos. No podemos hacer campaña en un país en el siglo XXI porque uno tiene miedo de las condiciones de seguridad, porque hemos visto candidatas, candidatos asesinados”.
Y abundó al señalar que “me parece muy grave en lo individual, como democracia, permitir que el crimen organizado sea quien decida quién va a ser candidato”.
Hay que tomarse en serio el problema. Esta vez no bastará hacer como los avestruces, ya que la amenaza es potente y tiene toda la intención de actuar y de influir.
La coyuntura, no sobra decirlo, es de alto riesgo, y en particular porque las autoridades electorales han sido denostadas a lo largo de un lustro.
Ese veneno de polarización también incidirá en el ambiente en que se desarrollará la contienda en el 2024.
Otálora hizo énfasis en el particular, porque el nivel de las descalificaciones en la arena política va a tener consecuencias en los terrenos ciudadanos, ya de suyo complejos y resbaladizos.
“Para poder hablar de democracia necesitamos, primero, demócratas, y en ese sentido es indispensable que actoras y actores respeten la norma electoral y respeten a las instituciones electorales. Que puedan celebrar sus triunfos, sí, pero deben respetar sus fracasos, y por ende los triunfos ajenos, admitir que a veces se gana y a veces se pierde”.
TE RECOMENDAMOS: JORGE CARPIZO Y STALIN EN LA CNDH
En efecto, los desafíos en materia de seguridad también están ligados a la propia calidad de la democracia y sus participantes. Por eso es tan grave el daño que se ha causado y de modo deliberado a una construcción que demoró décadas de trabajo y generaciones.
Los diagnósticos están a la vista y lo que se requiere es voluntad política para construir un escenario adecuado y de competencia en condiciones de libertad y seguridad.
Hay cómo. Rubén Moreira, el coordinador del PRI en San Lázaro, anunció que uno de los ejes de la agenda legislativa de su grupo será el de la seguridad, donde un aspecto primordial es el de observar las condiciones y atender los riesgos para la elección presidencial.
Es evidente que pueden darse consensos en torno a la necesidad de expulsar a los bandidos del escenario electoral. Es más, son urgentes las medidas a tomar si no queremos que sean los delincuentes quienes tengan la última palabra, al margen de partidos y ciudadanos.
Al mismo tiempo, no hay que pecar de ingenuos, hay grupos que interactúan con el crimen organizado para su beneficio. Tarde o temprano serán desenmascarados, porque así es la lógica de lo que ocurre en los bajos fondos, pero sería un error el menospreciar el daño que pueden generar.
@jandradej
Powered by Froala Editor