Cuando Maussan hizo que el general viera centellas

CONFIDENTE EMEEQUIS

EMEEQUIS.– Es imposible conocer qué motivó al general Clemente Vega para entregarle a Jaime Maussan la grabación de unas luces de comportamiento extraño captadas por la cámara infrarroja del avión Merlín C-26 A que se encontraba volando en Campeche en una misión de detección de aeronaves dentro de la estrategia de combate al narcotráfico. 

El general Vega siempre se caracterizó por el cuidado de sus acciones, acaso por la experiencia que provenía de su área de mayor conocimiento: la inteligencia en seguridad nacional. 

Calculador, como era, le fallaron las estimaciones.

Maussan llegó a las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional a las 10 de la mañana del 22 de abril de 2004. El secretario de la Defensa le entregó los videos y algo más, la posibilidad de que el piloto Magdaleno Castañón y el teniente Mario Adrián Vázquez, el operador del FLIR, el sistema de cámaras termodinámicas, pudieran asistir a una comparecencia ante los medios de comunicación que se realizó el 11 de mayo de ese mismo año.   

Maussan señaló que se trataba de un momento histórico, porque las imágenes de objetos voladores no identificados habían provenido de la Fuerza Aérea Mexicana, por lo que no se podía dudar de su veracidad. 

A la rueda de prensa asistió el propio Maussan y los elementos de la Fuerza Aérea. Ahí refrendaron que les tocó vivir y se les hizo extraño. No vieron nada, ni siquiera a 2 millas de distancia, pero sí lo captaron en los instrumentos con que contaba la aeronave. 

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La historia generó altas expectativas, porque a la vehemencia de Maussan se sumaba el acompañamiento de los militares. 

Las cosas salieron mal. La comunidad científica se quejó del uso que se estaba haciendo de un material que podía proporcionar información relevante sobre un fenómeno atmosférico, las centellas.

El Instituto de Astronomía de la UNAM aclaró que las luces que captaron las cámaras, y que no eran perceptibles a simple vista, eran descargas eléctricas de gas ionizado. 

El general Vega señaló que “no veía la utilidad de que se quedara eso grabado ahí, guardado. Por eso tomé la decisión de que se le diera a una gente que ha estado trabajando toda su vida con esto, para que hiciera un buen uso de ella, por lo que se le dio a Maussan”.

El jefe de los soldados se quejaría de la incomprensión de propios y extraños, cuando lo que habían hecho era actuar con transparencia para que se pudiera apreciar una situación nada común. 

El asunto ya no pasó a mayores, porque la comunidad científica precisó los alcances de lo grabado e hizo un llamado a la responsabilidad y al rigor. 

Para los soldados resultó toda una lección el airear sus dudas en vivo y ante periodistas bastante escépticos. 

Hace unos días, Maussan se presentó en la Cámara de Diputados con dos sarcófagos en los que se encontraban los restos momificados de dos seres “no humanos”. Eso dijo delante de quien lo invitó a San Lázaro, el diputado Sergio Gutiérrez Luna. 

Esta vez el tema es más comprometedor, porque en realidad se trata de dos momias de Nazca, en Perú, que tienen origen prehispánico, pero fueron modificadas para dar la apariencia de ser extraterrestres. 

Se trata de un fraude y las autoridades peruanas lo están indagando. Arqueólogos y expertos han señalado que es lamentable que se incurra en conductas que tienen un tinte racista y que insisten en que los pueblos originarios no tenían los conocimientos para el desarrollo del conocimiento de la astronomía, por ejemplo, y donde las momias modificadas ya se muestran como un verdadero insulto. 

El problema es que situaciones como esta, lo que hacen es golpear a la ciencia, a los esfuerzos serios que sí existen de búsqueda de vida más allá de la tierra. 

Hasta ahora no hay evidencia de que se haya encontrado vida, en el espacio, y mucho menos la presencia de extraterrestres.

La presentación de las momias en la Cámara de Diputados quedará como un episodio de la picaresca con la que se conducen algunos asuntos y de la profunda ignorancia que los envuelve. 

Maussan volvió a errar el tiro, como lo hizo hace algunos años, pero esta vez las consecuencias son internacionales, porque en Perú sí se tomaron muy en serio la afrenta.

@jandradej

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