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Corrupción 4T: Microhistorias que revelan un problema mayor
Desde que inició esta administración, EMEEQUIS puso el foco en estas historias que poseen un patrón similar: empresas recién fundadas por jóvenes sin experiencia que, milagrosamente, reciben contratos de dependencias públicas
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¿CUÁL ES LA HISTORIA?
“Lo último corrompido ¿no es el principio de lo engendrado?”, dijo alguna vez Giordano Bruno (1548-1600) Filósofo, astrónomo y matemático italiano.
La corrupción es un mal engendrado, un mal que no se acaba de un día para otro y que permanece probablemente entre nosotros más de lo que nos damos cuenta.
En el gobierno la autollamada 4T el sistema de corrupción persiste, eso es definitivo. La pregunta es el “cómo” y “quiénes”. Las microhistorias de pequeñas empresas que, a través de emprendedores inesperados o desconocidos reciben cantidades de dinero considerables, que de la nada se convierten en millonarios, se siguen multiplicando en esta administración.
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Sumados, estos casos exponen la permanencia de un mecanismo de desvíos que ha permeado en varias entidades y en distintas instancias gubernamentales que contradicen el discurso anticorrupción del presidente.
Desde que inició esta administración, EMEEQUIS puso el foco en estas historias que poseen un patrón similar: empresas recién fundadas por jóvenes sin experiencia y desconocidos que, milagrosamente, de un día para otro, reciben contratos de dependencias públicas. Algunas de estas historias involucran vendedoras de maquillaje, estudiantes, pasantes de medicina, o políticos locales que, de la nada, son dueños o socios de empresas millonarias.
Por ejemplo, documentamos el caso de Bruno Alejandro López, estudiante y pasante de medicina, quien constituyó en diciembre de 2019 la empresa Corporativo Médico Community Doctors para ofrecer servicios de consultorios. Entre agosto de 2020 y febrero de 2021, Bruno cedió el control a nuevos socios y se dio una reventa de participación en la empresa. Pese a que, en principio, el emprendimiento parecía un fracaso, de la nada el dinero llegó a montones. Resulta que los inversionistas que compraron las acciones de Bruno eran ejecutivos de Grupo Empresarial Atlantis, una firma que ha facturado millones de pesos con la 4T y que intercambia personal con gobiernos morenistas. Fue aquí cuando Community Doctors consiguió un contrato de más de 500 millones de pesos con el gobierno federal a través del Fondo de Pensiones del Sistema Banrural, contratado por Nacional Financiera (Nafin).
En noviembre de 2018, en Quintana Roo, ocurrió un “milagro”. Yatis Duarte pasó de ser líder regional de Mary Kay, empresa de cosméticos, a fundar su propia constructora y facturar millones de pesos, pese a tener nula experiencia en el ramo. En menos de 3 meses, Grupo Cudu SA de CV ya tenía su primera invitación a un procedimiento de contratación, aún cuando ni siquiera tenía registro como contratista en la Secretaría de Hacienda. Para noviembre de 2020, la constructora ya había facturado para la Secretaría de Transportes más de 21 millones de pesos por obras de gobierno. La cosa iba tan bien, que Yatis junto a su esposo fundaron una segunda empresa. Un caso de éxito milagroso.
Interactiva en Tecnología y Automatización S.A. de C.V. (ITASA), es otro caso milagroso. De esos habituales en el gobierno de AMLO. La empresa fue fundada por un joven zacatecano de 22 años, quien consiguió colocar su compañía en una oficina de coworking en la colonia Polanco de la CDMX. Junto a su socio Jair, lograron hacer una fortuna en áreas totalmente desconocidas para ellos. Para el 2 de febrero de 2019, a menos de dos meses de su fundación, ITASA ya tenía un primer contrato con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para la operación de terminales de carros equipajeros. Se diversificaron y obtuvieron contratos con el IMSS y el IPN. A inicios de este 2022, ITASA ha conseguido ocho contratos de tres instituciones públicas, de las que ha cobrado más de 4 millones de pesos.
Pero también ha habido políticos emprendedores en este gobierno. El caso de Eugenia Hererra Aguirre, ex diputada local priista en Michoacán, es el ejemplo más claro. Su carrera política era limpia y serena, pero en enero de 2019, fundó una empresa de mantenimiento vehicular, refacciones y suministro de combustible: Industrial Services Heciso. En menos de 5 meses, la unidad de compras de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) decidió entregar a la empresa recién fundada 5 contratos a lo largo de 8 meses, en los que ganó más de 1 millón y medio de pesos. Posteriormente, Eugenia regresaría a la política, ahora con el Partido Verde, aliado de Morena.
El coronavirus no discrimina, pero tampoco los milagros de la 4T. Equipamedix, una empresa fundada en junio de 2018, halló en la pandemia y en el gobierno obradorista una mina de oro. Para abril de 2020, ya habían conseguido 81 millones de pesos en ventas de cubrebocas a sobreprecio: vendían mascarillas N95 a 175 pesos cada una. El IMSS y demás organismos de salud pública decidieron que era una gran oferta. Emprendedores en medio de la pandemia.
La limpieza es algo vital en la 4T, por ello, Suministros Velmar se volvió importante en distintos organismos públicos. Esta empresa tiene una historia de éxito “inspiradora”. Yerard y Yuribeth, ex alumnos de un CETIS en Xochimilco, crearon Velmar en julio de 2019.En agosto ya tenían un contrato con el gobierno federal. Le vendieron al Instituto Nacional de Cardiología una caja de 9 paquetes de pañuelos desechables a 31 mil 980 pesos. Es decir, a 355 pesos la pieza. Después abastecerán con materiales de higiene y limpieza al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) y al Banco del Ejército. En los primeros 26 meses de existencia de la compañía, facturó 8.5 millones de pesos a instituciones del gobierno federal.
Con estos casos, documentados por el equipo de investigadores de EMEEQUIS -quienes no son ni auditores ni fiscales, pero sí comprometidos del periodismo de calidad- podemos ver en una muestra que el universo oscuro de favores, tráfico de influencias y compadrazgos permanece. Mucho más allá de las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La pregunta es hasta cuándo el cúmulo de estas historias dará peso a la consciencia de las audiencias y a la de las fiscalías para que actúen, investiguen y castiguen estas conductas fuera de la ley que se parecen tanto a las del dinosaurio llamado PRI que tanto detestamos.
@Sandra_Romandia
@emeequis