Compromiso por la paz en la agenda de Xóchitl Gálvez

Las candidatas y candidato ante el Compromiso por la Paz. Análisis de Julián Andrade.

CONFIDENTE EMEEQUIS

EMEEQUIS.– Desde el asesinato de los sacerdotes Javier Mora y Joaquín Campos, ocurrido en Cerocahui, Chihuahua, hace casi dos años, en la Iglesia y en la Compañía de Jesús se dieron a la tarea de propiciar un amplio diálogo en busca de la paz.

Aquellas muertes fueron una sacudida y un llamado a la acción, a la búsqueda de soluciones para una de las crisis de violencia más graves en la historia del país.

Estos trabajos, que implicaron la realización de mil foros, con la participación de mil 600 instituciones y el aforo de unas 20 mil personas, cristalizaron en un documento de diagnóstico y propuestas que fue firmado por las tres candidaturas presidenciales. Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez lo respaldaron sin reservas y Claudia Sheinbaum objetando lo que consideró una visión pesimista sobre los niveles de inseguridad en México.

En los hechos, solo la candidata de Fuerza y Corazón por México está en posibilidades de implementar las propuestas que surgieron de expertos y de ciudadanos.

Para Gálvez hay una enorme convergencia con el espíritu progresivo de lo que se propone y en particular lo que respecta en términos de la necesidad de reconstruir el tejido social, desmilitarizar las tareas de seguridad, fortalecer a las policías municipales, proteger los derechos humanos y sacar al crimen organizado de las elecciones.

En el equipo de Gálvez, que en el tema de la seguridad coordina el diputado Rubén Moreira, hay claridad en cuanto a la necesidad de impulsar mecanismos que garanticen la justicia, desarrollando, a su vez, una cultura de la legalidad.

Un aspecto indispensable, es el de contar con datos confiables sobre homicidios y desapariciones, ya que lo que no se conoce a cabalidad, difícilmente se puede reparar.

La abanderada de Morena, en cambio, coincide con muy poco de lo expresado y además no comparte el diagnóstico sobre lo que está ocurriendo en el país. Ella también tiene otros datos.

Miguel Ángel Flores, director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano, le dijo al diario El País que “nos sorprendió la forma tan tajante en decir ‘no estoy de acuerdo con el diagnóstico’, algo que no está sujeto a opiniones. Es la realidad (…) pero si de entrada no se acepta la realidad que estamos viviendo, esto es sorprendente.”

El Compromiso por la Paz es un documento de un alto valor, porque proviene de experiencias locales, que da sentido a la importancia del municipio y que hace énfasis en la participación ciudadana en la solución de los conflictos.

En efecto, el diagnóstico es duro y se señala que “nuestra casa común y nuestro tejido social están en un proceso de degradación acelerada” y en donde “todos los espacios de socialización, comenzando por las familias, se han visto afectados por el aumento de las violencias.”

Se afirma que nos encontramos en una disyuntiva entre un modelo de gobernanza criminal o uno de gobernanza democrática.

Los signos de alarma, sobre todo en el nivel estatal y regional, provienen, de acuerdo con el documento, de instituciones débiles, inexistencia de división de poderes, corrupción, impunidad, pobreza y extrema pobreza, desigualdad económica y social, discriminación contra las poblaciones vulnerables, falta de oportunidades en educación y trabajo, restricción de las libertades y altas tasas de criminalidad y violencia extrema.

Para llegar a buen puerto se requiere de combate a la impunidad, garantizar la protección a los derechos humanos y libertades fundamentales, rendición de cuentas y combate a la corrupción, consolidación del Estado de Derecho, creación de condiciones de paz en las zonas de conflicto, legislaciones que lleven al cuidado de los recursos naturales, equidad, oportunidades y desmilitarización de las funciones civiles.

En resumen, lo que se precisa, para lograr la paz, es “un gobierno al servicio de la sociedad, promotor del diálogo y la inclusión. Al mismo tiempo se necesita una ciudadanía participativa, consciente de sus derechos y deberes.”

Un trecho, que se empezará a recorrer, terminando con la polarización política y social.

El Compromiso por la paz es un paso indispensable, ante el desafío más grande que ahora se enfrenta.

LAS VÍSPERAS DEL 2024

La violencia no se detiene. En Chilapa, Guerrero, asesinaron a Tomás Morales Patrón, quien aspiraba a la alcaldía. Era fundador de Morena y un activista comprometido con causas sociales, participante en movilizaciones con los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

@jandradej