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Benito Juárez y las barbas de la alianza en la CDMX
Más allá de lo que en su momento determinen los jueces, es evidente que el caso de Taboada es político, aunque las autoridades se empeñen en decir lo contrario.
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CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Santiago Taboada está en la mira de la Fiscalía de la Ciudad de México. Lo implican en la trama del cártel inmobiliario y lo quieren inhabilitar para que no contienda por la jefatura de Gobierno. Así de simple y así de burdo.
Taboada es un político joven, pero a la vez experimentado, sabe lo que está en juego y sostiene su defensa, en el ámbito público, bajo el argumento de que no ha hecho nada indebido.
Se mueve en una línea delicada, porque la captura de Christian von Roehrich abre la puerta para que se esparzan toda clase de historias y de conjeturas.
Es más, la indagatoria y las acusaciones que ha entablado el equipo de la fiscal Ernestina Godoy, pegan directo al grupo que tiene el control del PAN en la capital del país y que encabeza el diputado Jorge Romero.
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Inclusive, las implicaciones las han ido soltando, desde el ministerio público, en una suerte de entregas, para darles mayor expectativa e impacto.
Más allá de lo que en su momento determinen los jueces, es evidente que el caso de Taboada es político, aunque las autoridades se empeñen en decir lo contrario.
Pero el objetivo no es solo el alcalde de Benito Juárez, sino la alianza que se está construyendo en torno al PAN, PRI y PRD.
En el Palacio del Ayuntamiento ya deben tener mediciones específicas que muestran que la derrota de Morena es factible. En efecto, pueden perder la capital del país y ello complica y, en su caso, compromete los resultados nacionales para el 2024.
Por eso arreciarán en la persecución de adversarios que puedan significar un riesgo en el horizonte electoral. De ahí que sean tan importantes los perfiles de quienes aspiren a los cargos de importancia.
En 2018, el PAN ya experimentó el desastre que significa tener un candidato, en ese caso presidencial, bajo ataque judicial. En una situación muy vergonzosa, Enrique Peña Nieto permitió que la PGR le hiciera un gran servicio a Morena y a su candidato, Andrés Manuel López Obrador, al poner contra las cuerdas a Ricardo Anaya, quien tuvo que ocuparse de una estrategia de defensa jurídica, en lugar de centrarse en la búsqueda del voto.
Las consecuencias de esta situación están a la vista, pero sus implicaciones continúan, al grado de que Anaya tiene que permanecer fuera del país, ante el riesgo de ser detenido.
En la disputa por la capital del país no se pueden cometer errores. Es imprescindible que se avance en el método con el que se determinará la candidatura y que se abra la baraja, que impere un interés común entre los partidos y la ciudadanía.
Es complejo, pero ante la coyuntura no tiene que imperar la lógica de que el partido con mayor presencia sea el que determine las candidaturas, que serán también las de las alcaldías, diputaciones y senado, ya que eso no garantiza que se postule a los más adecuados. La terquedad o el interés pueden conducir a que los capitalinos tengan que padecer otros seis años de administración morenista, con el daño que ello puede significar, como ya lo está haciendo.
Porque, más allá de ataques, de descalabros y de escándalos, la oposición tiene una oportunidad.
Hay tela de dónde cortar. Ahí están, Xóchitl Gálvez, que entre sus cualidades se encuentra la de no militar en partido alguno, pero también destacan Adrián Rubalcava, el alcalde de Cuajimalpa y su colega de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe, la alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón y Luis Espinosa Cházaro, el coordinador de los perredistas en San Lázaro.
Y la lista puede ser más amplia. El asunto, en todo caso, es el de ponderar con realismo la oportunidad que se cobije bajo las fuerzas políticas que actúan en la Ciudad de México.
La viabilidad de la candidatura tiene que provenir justamente de un análisis en el que se ponga la lupa a las debilidades de quienes cuentan con posibilidades.
La ingenuidad, en estos momentos, puede conducir a la derrota y, peor aún, a la cárcel. Sí, ese es el escenario, ya lo está padeciendo el panista Taboada, pero no habrá empacho, desde el poder, de que sigan otros más.
@jandradej
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