Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
Revictimización de fiscalías en feminicidios: una carta abierta a los agresores
En su apuro por dar carpetazo a los casos, las Fiscalías incurren en revictimización, al insinuar que hubo agresiones auto infligidas, sólo para apagar la presión mediática, como en el caso de Luz Raquel. Activista advierte: “Son mensajes de permisividad, que al final protegen a los agresores”.
Non sed ipsam reiciendis. Et eos reiciendis quo voluptatem et dolorem neque. Exercitationem nobis labore ab fugit facilis. Porro quia…
EMEEQUIS.– Hace tres semanas Luz Raquel Padilla falleció a causa de las heridas del ataque donde fue quemada y agredida el 19 de julio en Zapopan, Jalisco. Mientras que una semana después, la Fiscalía estatal daba una conferencia en la que infería que ella se había auto atacado, revictimizándola. A partir de entonces, varios casos de feminicidio y agresiones similares tomaron parte de los titulares, pero, ¿qué mensaje deja este abandono institucional a las víctimas de feminicidio que denuncian decenas de organizaciones civiles y activistas?
Los dichos por la Fiscalía no solo dejan desconfianza entre las madres cuidadoras, sino que a nivel nacional existe un mensaje de impunidad y permisividad para agresores, responde en entrevista María de la Luz Estrada Mendoza, directora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
FISCALÍAS QUE CULPAN A VÍCTIMAS
Cuando la Fiscalía de Jalisco señaló que una de las líneas de investigación en el caso de Luz Raquel era la autoagresión a pesar del historial de amenazas por parte de su vecino, para muchas personas esto no fue una novedad.
Meses atrás, con la desaparición y hallazgo del cuerpo de Debanhi Escobar en Nuevo León, la Fiscalía presentó una hipótesis inicial que infería que la joven cayó a la cisterna por accidente. Otro caso fue el de Lesvy Berlín en 2017, cuando al ser hallada en una cabina telefónica en Ciudad Universitaria, el primer comunicado oficial de la Procuraduría de la Ciudad de México indagaba el caso como suicidio.
Al igual que con Lesvy, el feminicidio de Mariana Lima en Chimalhuacán, Estado de México inicialmente fue indagado como un suicidio hasta que tras un largo proceso judicial fue reclasificado como feminicidio. Y fue a partir de este caso que la sentencia Mariana Lima sirvió como punto de partida para que los asesinatos de mujeres fueran investigados como un nuevo delito: feminicidio.
REVICTIMIZACIÓN, LA SALIDA DE LAS FISCALÍAS
Para Luz Estrada, este modo de operar de las Fiscalías además de ser desconcertante, evidencia un nulo interés en perspectiva de género que únicamente busca apagar un fuego mediático.
“En Jalisco se empezaba a cuestionar si las medidas de protección fueron adecuadas, si se pudo evitar la muerte de Luz. La Fiscalía tiene un afán de responder inmediatamente, no por la investigación, sino por apagar la cuestión mediática haciendo graves afirmaciones”.
A las medidas que se refiere la directora del OCNF es al “pulso de vida”, el cual consiste en entregar un dispositivo similar a un botón de pánico para geolocalizar a la persona en peligro y realizar un llamado de auxilio a la policía municipal.
“La Fiscalía tiene un afán de responder inmediatamente, no por la investigación, sino por apagar la cuestión mediática”, dice María de la Luz Estrada sobre el caso Luz Raquel. Foto: Especial.
No obstante, las fallas en el actuar de las Fiscalías que toman relevancia mediática no sólo corresponden en el caso de Luz Raquel sino en el de Debanhi o Lesvy, destaca.
Asimismo, la activista subraya que si bien los medios han jugado un papel importante para visibilizar los problemas de cada caso, el periodismo debe presentar narrativas que concienticen y no que apoyen en la violación del debido proceso en casa investigación compartiendo filtraciones y emitiendo juicios que no solo perjudican a las víctimas sino que ayudan a que los agresores permanezcan en la impunidad.
“Esto en conjunto (revictimización por parte de autoridades y medios) provoca que la sociedad legitime los dichos de la Fiscalía y digan ‘ah pues por eso se suicidó’, ‘claro sí estaba loca o tiene adicciones’. No tienen por qué seguir estigmatizando a las víctimas que de por sí les arrebataron sus vidas de una manera cruel, inhumana, que las coloca públicamente y las discrimina”.
SE SUMAN MÁS VÍCTIMAS
La crisis de feminicidio en México que llega a ser intermitente en la agenda pública nacional no se ha detenido. Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reflejan un total de 479 feminicidios oficiales de enero a junio de 2022, siendo junio el mes con mayor número de carpetas de investigación (87).
Las cifras del Secretariado marcan 479 feminicidios en el primer semestre de 2022, con 87 en junio.
Sin embargo, debido a que cada Fiscalía emite un criterio diferenciado para clasificar entre homicidio doloso y feminicidio, también debe contemplarse a las mujeres víctimas de homicidio doloso, señalan activistas. Es así que de enero a junio de 2022 hay un total de mil 398 homicidios dolosos de mujeres.
Además, existen los casos que como en un principio parecía con Luz Raquel Padilla, quedan como un intento de feminicidio, delito que a la fecha no es clasificado y llega a ser investigado como lesiones dolosas, cifra que asciende a más de 33 mil 629 víctimas y que de acuerdo con el Código Penal Federal, la sanción por lesionar va desde los dos hasta los 10 años de prisión.
Después del caso de Luz Raquel han sucedido otros feminicidios y agresiones con la misma saña, como el de la niña de 11 años que fue torturada y quemada en un centro de rehabilitación en Tonalá.
En este contexto, la directora del OCNF niega que se trate de un periodo en el que se agrave la crisis de feminicidios, sino que estos crímenes quedan bajo la lupa y toman relevancia mediática.
“Lo que sucede es que con casos mediáticos nos sorprendemos y decimos ‘cómo es posible que pase esto’ y luego se notifica de otro caso y luego de otro. Pero esto pasa porque las familias se animan a hablar y buscan visibilizar otros casos que pasaron desapercibidos”.
Si las familias o las víctimas sobrevivientes, como la saxofonista María Elena Ríos, no hablan y buscan visibilizar los casos donde fueron agredidas para obtener justicia, ni siquiera detienen a nadie.
UNA CARTA ABIERTA
Sin embargo, Luz Estrada coincide que al final del día, conforme pasa el tiempo y la efervescencia por un caso de feminicidio baja gracias a la revictimización de las autoridades, queda una carta abierta a los agresores.
“Son mensajes de permisividad, que al final protegen a los agresores, ellos se empoderan y se sienten arropados por la impunidad”.
La directora del OCNF urgió a parar con prácticas que pongan en riesgo la investigación de los feminicidios así como con discursos que responsabilicen a las mujeres por sus propios asesinatos.
@FridaMendoza_