Peña Nieto se olvidó de la industria petroquímica: el desplome continúa

Desde hace cuatro años, la cadena de valor de petroquímica de Petróleos Mexicanos (Pemex) se dejó a un lado, en la administración de Enrique Peña Nieto, pues a partir de su segundo año de gobierno, la producción de esta área comenzó a mostrar una disminución considerable, tendencia que se mantiene con Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con datos del Sistema de Información Energética (SIE), entre enero y octubre de este año, la elaboración de petroquímicos se ubica en apenas 4.6 millones de toneladas, una disminución de 9.8% en comparación con igual periodo del cierre de gobierno de Peña (2018), y un desplome de 52% respecto al de 2013, cuando se tuvo una producción de 9.6 millones (hasta octubre). 

La industria petroquímica nacional se ha visto afectada por la falta de materias primas que provee la empresa productiva del estado, principalmente los derivados del metano y etano, que se obtienen del gas natural y que sirven para la elaboración de productos finales, como el plástico, ropa, cosméticos, adhesivos, pinturas, fertilizantes, combustibles, entre otros.

Derivado de esto, los privados han tenido que recurrir a importaciones, lo cual encarece los productos en un 5%, y hace que las empresas pierden competitividad, indica la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).

PRODUCCIÓN POR AÑO

La elaboración total de petroquímicos en el primer año de Peña Nieto (2013) fue de 11.4 millones de toneladas, para el segundo cayó a 11.3 millones, en 2015 se acentuó la reducción al ubicarse en 9.9 millones, en 2016 fue de 8.9 millones, 2017 en 7.4 millones y finalmente cerró en 2018 en 5.9 millones.

Entonces, desde que el expresidente comenzó su gestión, hasta su conclusión, la producción cayó 48%.

Pemex Transformación Industrial inició a operar en 2015, cuando se aglutinaron las empresas de Gas y Petroquímica Básica, Petroquímica y Refinación, tras la reestructura que se planteó con la reforma energética. De esa fecha a 2018 acumula una pérdida neta de 270 mil millones de pesos.

EL RESCATE

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha planteado rescatar a este sector, pero con ayuda de privados, en contraste con el negocio de extracción y producción, en el que ha dejado ver que no darán más contratos.

“En el caso de la petroquímica… nos dejaron plantas chatarras, no nos va a alcanzar el recurso, tendríamos que endeudar al país para levantarla. Entonces, ahí necesitamos inversión del sector privado y hay posibilidades de que participen”, dijo el presidente, en una de sus conferencias matutinas.

En octubre, la titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, se reunió con integrantes de la ANIQ. El motivo de este encuentro fue delinear proyectos para impulsar a este sector en conjunto.

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Además de tener plantas no funcionales, Pemex se enfrenta a una escasa producción de gas natural, lo que repercute en la obtención de etano y metano, y es que, a partir de estos, se elaboran 12 productos petroquímicos.

En el caso de los derivados del etano, se pasó de una elaboración de 2.3 millones de toneladas en 2013 a 1.1 millones en 2018. A octubre de este año es de apenas de 750 mil toneladas.

Mientras que los derivados del metano eran 2.4 millones de toneladas en 2013 y para 2018 se obtuvieron 751 mil. En 2019, en este rubro se tiene una reducción drástica, pues sólo suman 162 mil toneladas, esto se explica por uno de los productos, que es el amoniaco, ya que registra cero toneladas en este año. 

COMPLEJOS FUERA

Información de los anuarios estadísticos de Pemex apunta a que hay algunos complejos petroquímicos que han dejado de operar, como es el caso de Escolín, en Poza Rica, Veracruz, luego de entrar en paro en 2007, pues nunca se invirtió en su rehabilitación tras una explosión que dañó el tren de producción cinco años atrás.

El complejo de Tula también está fuera de operación desde 2007, a lo que la petrolera nacional se ha limitado a explicar que fue por condiciones de negocio.

Por otra parte, está el complejo de Camargo, en Chihuahua, el cual el propio López Obrador ha mencionado que se encuentra abandonado desde hace 16 años. Este dejó de operar por falta de materia prima y altos costos de producción, según lo explicado por Pemex.

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En el caso de Camargo, el presidente ha mostrado sus intenciones de reactivarlo, con el objetivo de producir fertilizantes para dinamizar la producción del campo mexicano.

Los mismo con Pajaritos. Este, a partir del 12 de septiembre de 2013, pasó a formar parte del consorcio Petroquímica Mexicana de Vinilo, una alianza entre Pemex y Mexichem, propiedad del empresario Antonio del Valle. En 2016 explotó la planta Clorados III de este complejo petroquímico, dejando como saldo 32 muertos.

En 2017, Mexichem, que es el socio mayoritario, decidió no reconstruir la planta, dejando de producir monocloruro de vinilo, sólo se continúa con la elaboración de cloro y sosa.

Este año, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que también Cosoleacaque se encuentra detenida desde el año pasado: “Desde octubre de 2017, el Complejo Petroquímico Cosoleacaque  comenzó a padecer insuficiencia severa del volumen y presión de gas entregado, lo cual no solamente produjo paros no programados, sino que ha sido la causa de que desde agosto de 2018 se mantenga fuera de operación”, indicó en su informe.

Esto deja sólo tres de los ocho complejos petroquímicos de Pemex funcionando, el de Cangrejera, el de Morelos y el de Independencia.

Para el próximo año, el último mencionado cuenta con un presupuesto de 15 millones de pesos para su mantenimiento, mientras que para el de Morelos es de 78.7 millones y para el de Cangrejera de 299 millones.

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