Marcha por la Democracia exhibe músculo en el Zócalo

Los manifestantes llenaron el Zócalo de la Ciudad de México. Foto: Denisse Hernández / Cuartoscuro.com.

EMEEQUIS.– El golpe de calor en el Zócalo de la CDMX no impidió que la “Marcha por Nuestra Democracia” llenara la plancha con banderas rosas y consignas contra el presidente. Ante miles de personas, el orador del evento, Lorenzo Córdova, llamó a defender las instituciones “de aquellos que quieren desmantelarlas”.

El exconsejero presidente del INE dijo en su discurso que “esta reunión es para defender la democracia y los derechos que hoy quieren arrebatarnos”. Mencionó que en la historia de México, aunque no se ha solucionado la seguridad: “En donde las luchas sociales sí han sido exitosas es en la democracia”.

Córdova, único orador de la Marcha por Nuestra Democracia, dijo que “hoy nos manifestamos en las calles de nuestro país (…) no estamos aquí para criticar o apoyar a alguna candidatura. No estamos aquí para criticar a ningún gobierno en sí”.

EL ARRIBO DE LOS CONTINGENTES

A unos minutos de que iniciara el evento convocado por figuras de oposición, contingentes de pocas personas avanzaban por las calles del centro. Menos festivos que otras veces, con menos muñecos aunque más letreros, se reunieron junto a las rejas del escenario, a unos metros de las vallas de Palacio Nacional.

Mientras la plancha se llenaba, se gritaron consignas como “Narcopresidente”, en referencia a los escándalos en los que  López Obrador se ha visto envuelto en las últimas semanas por presuntos nexos con el Cártel de Sinaloa.

Los vendedores, siempre versátiles, en vez de ofrecer muñecos morenistas como en otras ocasiones, dieron pequeñas banderas rosas que las familias tomaban entre risas.

¿COMO EL 68?

Entre la multitud arribaron figuras como el historiador Enrique Krauze, quien dijo en entrevista que él estuvo en el Movimiento de 68, y que la movilización de este domingo era equiparable.

El clima, que afecta a toda actividad humana, provocó algunos desmayos. Incluso el de un señor al que el mismo Krauze le extendió una botella de agua mientras se lo llevaban entre un camino de gente, a las afueras del Zócalo.

Otro personaje presente y popular, en la medida en la que la gente lo rodeó sin dejarlo avanzar, fue Enrique de la Madrid. El hijo de un presidente fue activo en las fotos grupales y las selfies. También dió entrevistas:

“La democracia es un sistema de valores que debe pedir el diálogo, la concordia”, expresó debajo de un sombrero de petate.

Para él, la asistencia a esta marcha se debe a un miedo de que exista un régimen autoritario.

Llamó la atención de los asistentes la falta de la bandera en el asta del Zócalo, que suele ondear por las mañanas enfrente de la casa del presidente de la República.

Se llamó a sacar a López Obrador en un coro que también dijo que los presentes no eran bots, que eran tan reales como para llenar el Zócalo.

EL DISCURSO DE LORENZO CÓRDOVA

El discurso de Córdova tardó. Lo que iniciaría a las 11 empezó 30 minutos después. Cuando llegó el exconsejero presidente del INE, fue recibido con un aplauso. Vestía de playera blanca, y su rostro combinaba con el rosa de la multitud, ya que durante años trabajó en una institución con los mismos tonos y matices:

“Lo decimos sin titubeos: la ley es la ley, y los gobernantes son los primeros que deben sujetarse a ella”, dijo en un templete en el que también estaba presente José Woldenberg, orador de la otra marcha de la oposición que ocurrió a finales del año pasado.

“Sí, confiamos en las autoridades electorales, pero no les hemos dado un cheque en blanco. Vamos a observarlas para que no se sometan al poder”, sentenció Córdova frente a Palacio Nacional, antes de que los contingentes se dispersaran en fotos, videos y desayunos tardíos.

Lorenzo Córdova dijo que están en riesgo las reglas de nuestra democracia, los órganos autónomos: “Nos pasamos más de 40 años construyendo una escalera (…) hoy desde el poder, quien llegó al primer piso pretende destruir esa escalera para que nadie más pueda transitarla”.

Lía Limón, alcaldesa de Álvaro Obregón, dijo en entrevista que “nuestra democracia no se toca y la vamos a defender hasta donde la tengamos que defender”.

Sobre la salida de figuras de la oposición de las filas del frente en las alcaldías capitalinas, como Adrián Ruvalcaba y Sandra Cuevas, expresó que ella respeta esas decisiones: “Yo estoy clarísima en mis ideas y en mis ideales”.

Rodeado de gente, Marko Cortés, el controvertido líder del PAN, asistió a la marcha sin símbolos de su partido, sin logos color azul, y pese al flujo de gente, se detuvo a escuchar preguntas.

“(Fue) un movimiento completamente de la sociedad que de manera libre vino sin colores partidistas”.

Ante la pregunta expresa de si el escándalo del pacto de Coahuila, que él mismo detonó, había afectado a la oposición, respondió rápido:

“Nosotros estamos más fuertes y sólidos que nunca porque nosotros hablamos con la verdad”.

Después del mediodía, los sonidos de pasos tranquilos y la ausencia de bocinas volvió al Zócalo, a continuar con otro domingo más en la ciudad.

La manifestación ciudadana también tuvo lugar en otras ciudades, como Puebla, Guadalajara, Mérida, León. De acuerdo con los organizadores, el movimiento se replicó en más de cien.

@ciudadelblues