Expresidentes: Fiscalía, UIF y AMLO se andan con tiento... excepto con Peña Nieto

EMEEQUIS.– Ya ha pasado un año de la Consulta Popular para enjuiciar a expresidentes. Ganó el “sí”, pero no fue vinculatoria. ¿Cómo vamos? 

A pesar de que el expresidente Felipe Calderón ha sido uno de los personajes más atacados en su discurso cotidiano, AMLO eludió hoy pronunciarse sobre las acusaciones de Sandra Ávila Beltrán sobre la presunta colaboración del michoacano con organizaciones criminales.

“Ya la autoridad competente tiene qué resolverlo”, dijo hoy el tabasqueño. Sostuvo que no es su papel darle instrucciones a la autoridad encargada de la persecución del delito: “Eso lo tiene que decidir la fiscalía, no me corresponde a mí, no es mi fuerte la venganza”.

Agregó: “Y que cada quien esté tranquilo. No preocuparnos. Hay que relajarnos. Si está uno bien con la conciencia que es el principal tribunal, no hay nada qué temer. Lo importante es eso. Ser congruentes. Actuar con rectitud, con principios, con ideales”.

Y concluyó: “Mi fuerte no es la venganza”.

La declaración ocurre justo cuando se cumple poco más de un año de la Consulta Popular para enjuiciar a expresidentes (1 de agosto de 2021), que costó 500 millones de pesos y cuyo resultado no fue vinculante por no haber alcanzado la participación del 40% de los votantes inscritos en la lista nominal.

Sobre Calderón: “La autoridad competente tiene que resolverlo”. Contra Peña Nieto, todo el paquete… ¿Y los demás?

LA UIF TAMBIÉN HA ELUDIDO CASO DE EXPRESIDENTES

Cabe señalar que el expresidente Carlos Salinas ha sido señalado por enriquecimiento ilícito, al igual que su hermano Raúl, quien fue procesado bajo ese cargo y también se le señaló de tener vínculos con el crimen.

El expresidente Ernesto Zedillo fue acusado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por delitos de lesa humanidad, en los casos de las matanzas de Aguas Blancas y El Charco. AMLO ha señalado también como un daño a la nación la creación del Fondo de Protección al Ahorro Bancario (Fobaproa). 

A Vicente Fox, AMLO lo ha acusado de haber intervenido en la elección de 2006 a favor de Felipe Calderón. Por otro lado, el gobierno foxista también es acusado de de supuestos casos de tortura y ejecuicones extrajudiales contra mienbros de la organización radical Appo, ligada a la tambipen extremista Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

A Felipe Calderón lo responsabiliza de los homicidios cometidos en su sexenio, así como de vínculos con el crimen y ejecuciones extrajudiciales.

Y Enrique Peña Nieto es supuestamente perseguido por enriquecimiento ilícito. Pesan sobre él señalamientos de casos de sobornos a cambio de contratos con Pemex, para la constructora brasileña Odebrecht.

Pablo Gómez Álvarez, titular de UIF, eludió el 7 de julio hablar sobre si había seguimiento a los casos  otros expresidentes fuera de Peña Nieto: “No puedo decir que sí, ni que no”.

Sobre Calderón, especificó: “Nosotros no tenemos ninguna denuncia contra ese señor presentada ante la Fiscalía”.

REINA DEL PACÍFICO CONTRA CALDERÓN

Sandra Ávila Beltrán, llamada “La Reina del Pacífico”, capturada y procesada en 2007 por tráfico de drogas, acusó al expresidente Felipe Calderón de haber colaborado durante su mandato “directamente con cárteles” de la droga.

En una entrevista con el canal de Youtube Doble G, Ávila Beltrán se dirigió al exmandatario: “Quiero decirle muy especialmente al expresidente Felipe Calderón que su sexenio es el más cruel y fatal que ha tenido México. Un sexenio sangriento, donde, las estadísticas –no lo digo yo, lo dicen las estadísticas–, donde ha sido el sexenio más sangriento, donde hubo más violaciones a los derechos humanos y a la ley. Donde fui su chivo expiatorio”.

Y cuestionó: “¿Por qué García Luna es enjuiciado y Calderón no? (…) eran socios y me destruyó la vida, las ganas de vivir, destruyó a mi madre que le causó la muerte, ¿quién lo juzga? ¿quién lo castiga? Por ser expresidente, eso no le quita que fue asesino y un narcotraficante”.

La sobrina del narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo declaró: “Fui la primera persona que él detuvo en su sexenio y me fabricó un delito para poder sentirse un buen presidente o buen mexicano cuando él colaboraba directamente con cárteles mexicanos, donde él recibió mucha de la fortuna que tiene ahora, que gozan él, su esposa y su familia, del narcotráfico ¿y quién lo juzga?”.

Pero a pesar del señalamiento, AMLO –quien justo ha sido acusado de lo mismo por diversos actores, en especial por sus manifiestas simpatías hacia el Cártel de Sinaloa y sus líderes– eludió un pronunciamiento contundente al respecto.

QUE LO SUYO NO ES LA VENGANZA

En su presentación de esta mañana, el tabasqueño indicó que en la consulta del año pasado para enjuiciar a los expresidentes “se decidió” que su gobierno no iniciaría investigaciones contra los exmandatarios, y añadió:

“Los procesos que existen tienen que tener sus curso, nosotros no podemos decirle al fiscal que no actúe, o a una dependencia que tenga una carpeta sobre posibles irregularidades, no presentes nada, no, que la presente y que la autoridad resuelva. Eso lo tiene que decidir la Fiscalía, no me corresponde a mí, no es mi fuerte la venganza”. 

Las declaraciones sobre su presunto rechazo a las vendettas no deja de ser sorprendente si se repara en que, durante los tres y medio que lleva de gobierno, AMLO ha dedicado una gran parte de sus acciones y sobre todo de su discurso cotidiano al ajuste de cuentas con enemigos políticos.

Justamente, el expresidente Felipe Calderón, ante quien perdió la elección de 2006, ha sido uno de sus objetivos: lo ha denostado insistentemente por las más diversas razones, y sobre quien ha sugerido que tenía relaciones con el narcotráfico.

También impulsó el juicio y encarcelamiento de la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, quien exhibió las corruptelas en el primer círculo del tabasqueño cuando gobernó la Ciudad de México, como la asignación de obras al empresario argentino Carlos Ahumada.

También ha denostado e insultado al historiador Enrique Krauze, quien le dedicó un ensayo biográfico llamado “Un mesías tropical”, publicado en 2006, en el que se describen las peligrosas tendencias populistas del actual mandatario.

A la revista Nexos, de Héctor Aguilar Camín, quien también ha sido crítico de la trayectoria del tabasqueño, éste buscó excluirla de cualquier partida publicitaria a partir de una acusación sobre violaciones procedimentales en la asignación de contratos, que resultó falsa.

AMLO institucionalizó un instrumento de propaganda llamado “Quién es Quién en las Mentiras”, que ha sido calificada como una plataforma de linchamiento contra medios y periodistas que no comulgan con sus ideas.

@emeequis