Están loquitos. Desdeñan autoridades a enfermos psiquiátricos durante Covid-19

EMEEQUIS.– En el Hospital Psiquiátrico Yucatán, en Mérida, tres residentes dieron positivo a Covid-19. En el “Civil Libertad”, de Ciudad Juárez, Chihuahua, fueron dos empleadas. Pese al comienzo de los brotes, no hay protocolos de actuación en estos centros, que atienden a un sector de la población históricamente olvidado. 

En el primer caso, París Hernández, la directora del hospital, dijo que se aisló a los contagiados en un área exclusiva para la emergencia y que el personal médico tiene el material necesario para protegerse. 

En el segundo, Arturo Valenzuela, director de Salud Zona Norte, aseguró que analizarían si es un brote o casos aislados. Hasta el momento no hay más información disponible.

“Hay una base de discriminación y estigma hacia esta población. Históricamente, los derechos para personas con discapacidades psicosociales y personas consumidoras de drogas han estado en el último eslabón. Cuando hay que priorizar acciones, jamás se les considera entre los grupos a los que se les ofrece protección. Ahora vemos un punto agudo de esa crisis”, dice Ángel Salvador Ferrer, coordinador del Programa de Prevención de la Tortura en Documenta A.C.

Hospitales psiquiátricos, asilos y cárceles son posibles focos de contagio masivo en México y el mundo, debido a las condiciones en las que se habita: hacinamiento, falta de acceso a higiene constante, escasos o nulos accesorios de seguridad sanitaria. 

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Esto, advierte la organización, incrementa la vulnerabilidad de un sector de la población históricamente olvidado por las autoridades.

EL NIVEL DE RIESGO

En México hay 3 mil 456 personas internadas en algún centro hospitalario para población con trastornos mentales o con discapacidad mental, según el Censo de Alojamientos de Asistencia Social (2015) del INEGI. El 53.4% son hombres. 

La mayor población tiene entre 25 y 64 años, 2 mil 641 personas están en este rango de edad. Sin embargo también hay menores de edad. El censo muestra que hay dos niños y tres niñas de entre 5 y 9 años, mientras que hay 24 menores, de entre 10 y 14. 

La mayoría de la población que se encuentra recluida en uno de estos hospitales está en el Estado de México (485), Jalisco (447), Chihuahua (342), Puebla (298) y CDMX (202).

“A nivel mundial ha quedado claro que los espacios en donde las personas se encuentran internadas constituyen un foco de alta vulnerabilidad para las personas que están ahí, porque es imposible practicar la distancia social. En el caso de México, los hospitales psiquiátricos carecen de la infraestructura y los recursos para proveer una estancia en condiciones de dignidad, higiene y limpieza”, asegura Diana Sheinbaum, coordinadora del Programa de Discapacidad y Justicia de Documenta A.C.

Son personas, dice Diana, que en la mayoría de los casos están ahí en contra de su voluntad y que quedan totalmente a expensas de que el Estado les garantice sus derechos más básicos; en el contexto actual: el derecho a la salud y a la vida. 

JUEZ ORDENA PROTECCIÓN Y SSA RECHAZA

El 6 de mayo pasado, Germán Cruz Silva, juez segundo de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, otorgó una suspensión de plano en relación a un amparo emitido por la organización para que el gobierno federal implemente medidas de seguridad en los hospitales psiquiátricos del país, además de informar todo lo relacionado con la población que los habita.

El juez ordenó que la Secretaría de Salud, y otros organismos relacionados a la dependencia federal, garantizaran el suministro básico de higiene personal y de limpieza de estos espacios, así como las medidas de sana distancia. Además pidió realizar pruebas de Covid-19, bajo consentimiento de pacientes, para evitar contagios, y la aplicación de protocolos de prevención sanitaria e implementación de medidas generales sanitarias. 

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Sin embargo, la Secretaría de Salud, a cargo del Dr. Jorge Alcocer, respondió días después que “carecen de acciones que realizar en el cumplimiento de la medida cautelar en relación con la atención psiquiátrica que se brinda en las instalaciones hospitalarias en el país”, además de delegar la responsabilidad a los estados. 

“Es un lavado de manos”, dice Salvador Ferrer, quien asegura sí hay una responsabilidad directa, porque hay centros que dependen de la dependencia, como el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez o el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.

“No se puede comprender que la máxima institución en salud no asuma un liderazgo para garantizar los derechos de esta población”, señala.

Aunque en las conferencias de Covid-19 de las 19:00 horas que encabeza Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, se ha abordado la importancia de que la población cuide su salud mental en esta contingencia, no se ha hablado de los protocolos que se deben seguir a nivel nacional y estatal para los centros de atención psiquiátrica.  

Esto lo confirma Carlos Armando Herrera, médico residente de psiquiatría. “Estamos obligados a referir a los pacientes con patologías psiquiátricas y alguna comorbilidad médica agudizada a unidades de segundo o tercer nivel, dada las condiciones materiales y de infraestructura tan limitadas en los hospitales psiquiátricos públicos”, señala. 

Según el médico, no hay contagios en los psiquiátricos de la CDMX y lo único que se aplica para detectar los posibles casos es un “Triage respiratorio en atención primaria” como en cualquier otra unidad médica.

NO SÓLO EN MÉXICO

Estos escenarios, que apenas comienzan a brotar en México, se han repetido en todo el mundo desde que la pandemia apareció por primera vez en diciembre pasado en Wuhan, China.  

En Bogotá, por ejemplo, 40 trabajadores y cinco pacientes de la clínica Nuestra Señora de la Paz, la institución de atención de salud mental más grande del país, contrajeron la enfermedad. Como medidas restringieron el ingreso y las consultas externas, sólo pueden recibir nuevos ingresos si se trata de una urgencia.  

En el Western State Hospital en Washington, EU, donde hay cerca de 700 pacientes internados, ya hay al menos 34 positivos a Covid-19, aunque los trabajadores han dicho a NBC News que en realidad es difícil determinar la escala real de la infección. En el psiquiátrico de Arkhangelsk, en Rusia, hay al menos 70 pacientes y personal contagiados. 

“Cuando surgen las epidemias, las personas con trastornos de salud mental generalmente son más susceptibles a las infecciones”, escriben Hao Yao, Jian-Hua Chen y Yi-Feng Xu, especialistas de la Universidad de Harvard, Centro de Investigación Clínica de Shanghai par la salud mental y la Universidad de Medicina de Shanghai. Por medio de una carta titulada “Pacientes con desórdenes mentales en la epidemia de Covid-19”, detallan que los trastornos pueden aumentar el riesgo de infecciones, incluida la neumonía. 

Un estudio de 50 casos positivos a Covid-19 de pacientes hospitalizados en un psiquiátrico de Wuhan, China, fue el que señaló los riesgos para este sector. “Las posibles explicaciones incluyen deterioro cognitivo, poca conciencia del riesgo y esfuerzos disminuidos con respecto a la protección personal en pacientes, así como condiciones confinadas en salas psiquiátricas”.

Además de que “las personas con trastornos mentales pueden estar expuestas a más barreras para acceder a servicios de salud oportunos, debido a la discriminación asociada con problemas de salud mental en entornos de atención médica. Además, las comorbilidades del trastorno de salud mental a Covid-19 harán que el tratamiento sea más desafiante y potencialmente menos efectivo”. 

SE AGRAVA LA HISTÓRICA DESATENCIÓN

Ferrer recalca que la exigencia de que se les garantice la salud a las personas al interior de estos hospitales “es cuestión de humanidad”.

Hace cuatro meses, señala, la situación en los psiquiátricos no era mucho mejor a lo que vemos hoy. “Muchos centros sufren hacinamiento, las condiciones de salubridad son paupérrimas, hay humedades, fauna nociva. Estas cuestiones vienen de que el modelo de atención a la salud mental en México ha apostado a la institucionalización, por separarlos de la comunidad, no hay modelos de integración”. 

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Según el último censo del INEGI, 47% de las personas que viven dentro de un hospital psiquiátrico tienen más de cinco años son salir. 

“Los maltratos, los abusos, la insalubridad van a seguir después del Covid-19. Ya no podemos seguir ignorando estas poblaciones”.

@AleCrail