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El arte de evadir la amargura. Cómo pasar el encierro sin caer en ansiedad
El psicólogo y escritor español Rafael Santandreu considera que el confinamiento, si bien eleva el estrés, puede ser visto como una oportunidad para poner en perspectiva nuestros problemas. “Cuando aparece un mal mayor, el pequeño desaparece”, afirma.
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EMEEQUIS.– Para Rafael Santandreu, psicólogo español y autor de libros como Escuela de felicidad, aunque el encierro que se vive en España y muchas partes del mundo, como en México, elevará los niveles de estrés postraumático o ansiedad en la población, no pronostica que se incremente el número de suicidios.
“Me atrevo a visualizar que cuando acabe esta situación y se contabilice el número de suicidios generados durante este periodo, no será más alto; incluso puede ser menor que el habitual. En psicología sucede una cosa, que cuando aparece un mal mayor que el que ya teníamos, el mal pequeño desaparece”, asegura.
Explica que una persona deprimida, que ahora está angustiada por esta situación, pasa a estar angustiado por otra razón. “El suicidio es una enfermedad de depresión y no de angustia, es posible que hasta baje el número de suicidios”.
Lo que sí aumentará es la inestabilidad emocional, por lo que la salud emocional se deteriorará y dejará una huella en ese sentido.
Aclara que un número menor de personas saldrán fortalecidas y se volverán más resilientes, esto porque han aprovechado esta situación como una oportunidad de crecer emocionalmente y no lo viven como una tragedia.
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Este será el efecto colateral del encierro y los gobiernos deben tomar cartas en el asunto para no elevar el número de personas con enfermedades emocionales que afectará en la productividad de un país.
EL USO DE PSICOFÁRMACOS
Incluso, comenta, en España el encierro se ha vivido bastante mal y, por lo tanto, el gobierno tiene varios proyectos para ofrecer ayuda psicológica a la población y disminuir el estrés postraumático, pues tres de cada 10 personas toman psicofármacos en esa nación.
El psicólogo catalán advierte que, de no atenderse esta situación, generará más incapacidades laborales por ansiedad, depresión e hipocondría (tan sólo en España el 5% de la población la padece).
“Eso va a aumentar, también los problemas de relación social por la paranoia del contacto. Cuando las cosas estén relajadas, no se van a relajar del todo. El contacto social también se verá frenado y prevalecerá la ansiedad entre la población, que ya es muy alta en varios países”, avizora el especialista.
TÉCNICAS PARA AMINORAR LA ANSIEDAD
En videocharla desde Barcelona, España, Santandreu hace las siguientes recomendaciones para disminuir la ansiedad durante el encierro y poner en su perspectiva las adversidades.
Trabajar sobre en tu propia calificación de lo que es una adversidad, pues la tendencia de la persona neurótica es llevar las emociones a la exageración o a “terribilizar”. Piensa que es el fin del mundo y no lo puede soportar.
Aprender a utilizar cualquier argumento que nos pueda ayudar a minimizar la tragedia. Por ejemplo, comparar con otras adversidades de otras generaciones. Si pensamos en abuelos que vivieron la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Civil en España, esa situación era mucho peor.
Utilizar la técnica del padre de la psicología cognitiva, Albert Ellis, para poner en perspectiva cualquier adversidad. “Busca argumentos al interior de tu mente para dejar de calificar de terrible cualquier situación, eso se va a reflejar en tu salud emocional, ya no te llevará a una ansiedad muy alta o depresión”.
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Por ejemplo, si me contagio del coronavirus sería terrible, horroroso, lo peor que me pudiera pasar. “Esto es lo que tienes que cambiar por lo siguiente: preferiría no contagiarme, pero si lo hago, tengo todas las probabilidades de pasarlo como cualquier enfermedad. Espero que no pase, pero si sucede, lo pasaré y seguiría con mi vida; tienes que utilizar esa argumentación”.
Esto no significa que no tomemos las medidas necesarias, pero relaja el nivel de temor.
“Hay que tener una perspectiva lo más racional posible, no vivir eternamente preocupado ni temerle a la relación vida-muerte”.
SER MÁS SOCIABLES INFLUYÓ
A casi un mes de vivir en el encierro por coronavirus, hay españoles que lo han visto como una situación traumática, comparable a la Guerra Civil. Todavía no han descifrado la causa por la que este virus se ha expandido de manera brutal, a pesar de cumplir con el encierro.
Para Santandreu, especialista en psicología cognitiva, una de las causas podría ser que es el segundo país de Europa con mayor población de ancianos, luego de Italia. Además que las medidas para controlar este virus también se tomaron un poco tarde, si se compara con el caso de Alemania, pues no estaban preparados para tanto contagio, lo que colapsó el sistema de salud.
Otro factor a considerar es que en España e Italia el contacto social es mucho más elevado que en Alemania e Inglaterra. “Somos más sociables los españoles e italianos”, apunta.
Pero en este momento, “los hospitales, las unidades de cuidados intensivos, no están preparados para tanto, es algo normal, nadie se esperaba tanto, era difícil de prever.
“Pero la población se está comportando muy bien, entiende que es una emergencia, los médicos y enfermeras están haciendo un trabajo increíble, trabajan doble turno y lo están dando todo. Se compra lo necesario, están consultando a médicos extranjeros en países donde lo están tratando, pero quizá es el problema número uno en España, como en Italia y ahora también puede pasar lo mismo en Inglaterra”, apunta.
¿POR QUÉ TANTOS CONTAGIOS?
España, con 47 millones de habitantes, ya superó a Italia, con 60 millones, en el número de contagios de COVID-19. El primero ya registraba este lunes 169 mil; mientras que el segundo tenía 159 mil, en el segundo y tercer lugar mundial, respectivamente, luego de Estados Unidos. Francia y Alemania estaban en cuarto y quinto sitio con 133 y 128 mil casos.
“En España ya hay un gran debate de por qué el número de contagios y muertes es tan alto, pese a que la población española se ha comportado muy bien, entiende la situación y se ha disciplinado, ya se está acostumbrando a vivir en el confinamiento. Aún se desconoce la causa”, comenta el autor del libro El arte de no amargarse la vida.
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Santandreu, quien integra el Centro de Terapia Breve en Barcelona y Madrid, comenta que una de las hipótesis más plausibles de por qué los alemanes, que son casi el doble de la población de España, no se han infectado tan rápido y tienen menos muertes, es porque desde que llegó el virus a Europa han realizado tests a toda la población, infectada, para detectar posibles casos y aislar a la población oportunamente, además de tomar las medidas necesarias con tiempo. Es decir: se lo tomaron en serio.
POLÍTICOS JUEGAN LIMPIO
En el aspecto político, refiere, se está dando un juego limpio en España. No se están usando los pequeños errores que pueden cometer los gobernantes como arma arrojadiza, se está permitiendo trabajar y remar todos para el mismo lado y así encontrar las mejores soluciones. Además de apoyar a los médicos y enfermeras, que son los que están trabajando a destajo.
El también autor del libro Los lentes de la felicidad, sugiere que lo que faltó en España fue tomar medidas previas para proteger a la población más vieja, por lo que recomendó aislar a los adultos mayores mexicanos, que son los más vulnerables, y a los enfermos.
Y establecer un efectivo programa de educación social para que toda la población se concientice de el alto nivel de contagio que tiene este virus y lo tome en serio, para quedarse en casa, además de invertir en el sistema de salud: medicamentos, respiradores, camas de hospital. Y cuidar a sus médicos y enfermeras, que son los que están dando la batalla.
Cabe recordar que, desde el pasado 15 de marzo, la Policía Nacional de España patrulla las calles y playas para mandar a las personas a sus casas. “Estamos en estado de alarma”, les dicen a los pocos habitantes que se pasean por las costas como si nada estuviera ocurriendo.
@normiux_jimegui