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Despluman a las papelerías. Prolifera mercado negro de útiles escolares
En plena pandemia, las papelerías tienen que lidiar con la piratería de artículos escolares, que les deja pérdidas por 5 mil millones de pesos al año. Diego Céspedes Creixell, representante de los fabricantes, señala que la situación afecta a 120 mil comercios.
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EMEEQUIS.– Entre los productos pirata y las importaciones ilegales de artículos escolares y de oficina en México se ha conformado un mercado negro con un valor que asciende a 5 mil millones de pesos. Durante años la industria ha tratado –sin éxito– de erradicar esta competencia desleal, que afecta a miles de papelerías, la mayoría familiares.
Esta práctica ha proliferado, ante la falta de seguimiento de las autoridades.
En agosto del año pasado, la Asociación Nacional de Fabricantes de Artículos Escolares y de Oficinas (Anfaeo) envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que exponía varios temas que están afectando el desarrollo del sector, entre ellos, las importaciones chatarra y la usurpación de marcas.
En esa misiva se menciona, a grandes rasgos, cómo funciona la piratería de estos productos: “Ingresan por nuestras fronteras sin marca y a granel, para posteriormente ser etiquetados o re-empacados en territorio nacional, usurpando nuestras marcas líderes registradas”.
Nunca llegó una respuesta.
En entrevista con EMEEQUIS, Diego Céspedes Creixell, presidente de la Anfaeo, señala que la situación impacta a 120 mil papelerías en el país, que pierden ventas por ese mercado ilegal.
A este golpe se sumó este año la Covid-19 que, entre marzo y lo que va de junio, ha tirado la demanda un 70%.
“Es un problema que hemos tratado toda la vida. Trabajamos muy de cerca, mes a mes con Aduanas, pero la realidad es que Aduanas tiene problemas mucho más serios que atender que los útiles escolares. Me da pena decirlo, pero la verdad es que se está enfocando más a drogas, a medicinas falsas, armas, a un tráfico de cosas mucho más destructivas que un cuaderno o un lápiz”.
SE PERDIÓ LA POCA MANIOBRA
En administraciones pasadas, esto podía combatirse un poco, pues podían denunciar a la policía local y se hacían operativos para levantar la mercancía y también había una intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pero esto ha cambiado.
“Anteriormente y con los gobiernos de toda la vida –yo llevo muchos años en este mercado–, cuando encontrabas mercancía pirata en la calle la podías atacar, con la fuerza pública, con granaderos, con Profeco… y de menos la levantabas de la calle. Hoy ya no, llega la mercancía pirata y nadie se puede meter, nadie puede hacer nada”.
Inclusive, el año pasado, en la calle de Mesones (en el Centro de la Ciudad de México), los puestos ambulantes que venden esta mercancía pirata e ilegal bloqueaban el acceso a las tiendas oficiales, cuenta Céspedes Creixell. “Entonces, es muy injusto y claro que nos afecta”.
En el caso de la Profeco, ya no puede revisar la mercancía de los tianguis, ahora sólo lo hace con la de las tiendas, entonces, las denuncias ante la dependencia por estos productos en mercados ambulantes no tienen efecto.
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A lo que han recurrido los fabricantes es a una campaña, pegando posters en los que se alerta al consumidor para que no le den gato por liebre. Por ejemplo, los lápices de colores: el pirata normalmente tiene una puntilla muy delgadita; o los lápices adhesivos, que los abres y huelen muy mal, como a amoniaco.
“Pero al día siguiente lo quitan los comerciantes, lo vuelves a poner en la madrugada, lo vuelven a quitar… algo se le va quedando al consumidor, que en vez de ahorrarse dos pesos que compre el producto original. Pero es una lucha muy difícil”.
EL TAMAÑO DEL MERCADO
En Anfaeo son 38 asociados, los principales fabricantes de útiles escolares en el país, entre los cuales se generan directamente alrededor de 15 mil empleos e indirectamente 45 mil. Y el mercado de útiles escolares (sin incluir artículos de cómputo, ni uniformes) anualmente oscila en los 30 mil millones de pesos de consumo.
Un 20% de este mercado se distribuye a través de las grandes cadenas y un 80% se vende en los canales tradicionales, un universo de 120 mil papelerías, que son principalmente negocios familiares.
La temporada alta, y por la que prácticamente se acuñó el famoso “ya hizo su agosto”, es justamente el octavo mes del año, pues empieza el ciclo escolar y es cuando se vende 70% de los 30 mil millones de pesos.
De este 70%, que equivale a 21 mil millones de pesos, alrededor de un 20% se lo lleva el mercado negro de útiles escolares, entre 4 y 5 mil millones de pesos anuales, según estimaciones del presidente de Anfaeo.
Céspedes Creixell deja claro que este mercado no se trata sólo de piratería, también está la importación ilegal de productos de baja calidad y, por ende, de bajo costo, pero en su conjunto, la mercancía primordialmente viene de China.
“Hay productos que tienen que cumplir normas, otros que tienen cuotas compensatorias o que tienen aranceles, entonces, hay mucha importación subvaluada, triangulada u hormiga, que se brincan del sistema de impuestos”.
LOS EFECTOS COVID-19
La esperanza es que la mayor parte de las 120 mil papelerías vuelvan al ruedo, pues como se ha mencionado, muchas son familiares, que no requieren mucho gasto de operación. Donde se ve el reto es en aquellas que son más grandes, que contratan personal y que pagan renta.
Aquí hubo una segunda carta de la Anfaeo para AMLO, que se le mandó a principios de junio, pidiendo la apertura de estas unidades inmediatamente. Tampoco hubo respuesta, pero sí un poco de tranquilidad, con la reactivación de pequeños comercios que se ha empezado a dar en el país.
“¿Cuántas papelerías van a cerrar? No sé. Quiero pensar en que existe la ilusión del regreso a clases, la demanda está, porque hay treinta y pico millones de niños que van a clases y tienen que surtirse de útiles en la pequeña papelería”.
Aunque todavía hay algo que causa incertidumbre y que impide que las papelerías comiencen a solicitar mercancía y es la falta de definición de la Secretaría de Educación Pública (SEP, cuyo titular es por Esteban Moctezuma) sobre el regreso a clases, que ha cambiado la fecha en varias ocasiones. “El gobierno federal ha estado cambiando de opinión. Un día dice que entramos un día y al día siguiente dice que otro día”.
Desde marzo, que empezó la sana distancia, a junio, las ventas de los artículos escolares y de oficina han caído un 70%. Lo que ha salvado un poco son las exportaciones que realizan los fabricantes a Estados Unidos, Canadá, Centroamérica, Sudamérica y Europa.
Los industriales exportan entre un 20 y 30% de sus ventas. Se estima que esas exportaciones se cayeron entre 10 y 15%, en esto se vieron beneficiados, pues con el alza del dólar pudieron cobrar un poco más.
OTRA PIEDRA EN EL ZAPATO
Nadie está en contra de que los gobiernos regalen útiles escolares a quienes más lo necesitan, no, al contrario, es una causa noble, señala el entrevistado, pero pide que no sean físicos, que se les den vales a los niños para que puedan canjearlos en las pequeñas papelerías, dice el presidente de la Anfaeo.
“En lugar de recibir un paquete de útiles de dudosa calidad, que sale más caro, porque armar el paquete y ponerlo en el pueblo, primero, ya no da tiempo… luego, le haces un daño espantoso a la papelería de la esquina. Y esto en beneficio de una corrupción en la adjudicación a un solo fabricante o importador de chatarra, rompiendo la cadena de distribución… si en esta temporada (con el Covid-19) le quitas la venta a las papelerías, porque los regalan, las quiebras”.
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En la Ciudad de México, desde hace 18 años, se maneja todo a través de vales electrónicos y físicos. Justamente se implementó en el gobierno de Andrés Manuel en la transición al de Marcelo Ebrard, y funciona perfectamente, señala el representante de los fabricantes de útiles escolares.
Respecto al manejo de la contingencia sanitaria, esta administración ha dejado mucho que desear, para Céspedes Creixell: “La crisis de salud ha quedado grande al país y, desde luego, el sector productivo privado no ha tenido ni un apoyo del gobierno, ni una consideración. Nos hemos valido con nuestros propios recursos, como hemos podido”.
@ptcervantes