De la SGM a Ucrania, los conflictos bélicos que “sobrevivió” la reina Isabel II

EMEEQUIS.- 2022 no deja de sorprender al mundo. En días recientes murieron dos personajes históricos del siglo XX. El pasado 31 de agosto murió a los 91 años el padre de la Perestroika y último presidente de la URSS, Mijaíl Gobachov; este jueves con 96 años, murió la monarca más longeva de Gran Bretaña, Isabel II, la reina eterna. 

La BBC Mundo informó que el Palacio de Buckingham había confirmado: “La reina murió en paz en Balmoral esta tarde”. 

Tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI, el 6 de febrero de 1952, Isabel II sucedió a la corona británica, con lo que hasta su deceso, reinó por más de siete décadas, convirtiéndose en la soberana que más años ha reinado. Dicho suceso, convierte en sucesor del trono a su primogénito Carlos III, quien a la fecha cuenta con 73 años. 

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Con la muerte de Isabel II, se activó el protocolo real “Puente de Londres”, el cual ha estado vigente desde la década de 1960 e incluye una serie de acciones a efectuarse con el deceso de la reina. El protocolo incluye una serie de códigos específicos de comunicación, así como diez días de luto, durante los cuales el ataúd de la reina se colocará en el Palacio de Westminster para que la gente pueda mostrar su respeto.  

Además, al décimo día se celebrará el funeral de Isabel II en la Abadía de Westminster, para posteriormente trasladar el cuerpo de la occisa al Palacio de Windsor, donde será enterrada en la cripta real. Asimismo, el protocolo incluye que su sucesor, Carlos III visitará Escocia y Gales, al considerarlos como parte integral del Reino Unido. 

LAS GUERRAS DE LA REINA ISABEL II

Con casi un siglo de vida, la monarca británica vivió diversos hechos históricos desde su nacimiento en 1926, hasta su reciente muerte. Respecto a conflictos bélicos vivió directa e indirectamente XX guerras, entre las que destacan la Segunda Guerra Mundial, las revoluciones de Cuba e Islámica y la actual invasión rusa a Ucrania.

El 1 de septiembre de 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial con la invasión de la Alemania Nazi a Polonia; en el conflicto Gran Bretaña participaría activamente en las fuerzas aliadas de Francia, Rusia, China y Estados Unidos contra las potencias del eje conformadas por Alemania, Japón e Italia.

Al inicio de la beligerancia, la entonces princesa Isabel II contaba con 13 años. Sin embargo, a la edad de 18, en febrero de 1945, se integró al Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres. De tal forma, se convirtió en la primera mujer de la familia real en servir activamente en las Fuerzas Armadas inglesas. Incluso llegó a ser teniente segunda durante su servicio.

Asimismo, Isabel II inició su reinado en 1952, año en que se disputaba la guerra de Corea en la península asiática. En la disputa se vio involucrada la naciente Organización de las Naciones Unidas (ONU) del lado de Corea del Sur, frente a la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) y China, quienes favorecían a Corea del Norte.

Años más tarde, al estallar la Revolución Cubana en 1953 y alcanzar el triunfo en 1959, Fidel Castro instaló un régimen comunista, por lo que la ya coronada reina Isabel II, se mantuvo expectante del conflicto caribeño, debido a que algunas islas y archipiélagos del mar Caribe, como Bermudas, Islas Caimán, Antigua, Islas Vírgenes Británicas y Montserrat, se encuentran hasta la actualidad bajo el protectorado británico. 

Aunado a ello, con la alianza que mantenían Washington y Londres, fue el mismo gobierno británico el que en 1962 alertó al presidente estadounidense John F. Kennedy sobre el envío de misiles nucleares soviéticos rumbo a Cuba. Esta situación, conocida como Crisis de los misiles, mantuvo al mundo expectante durante dos semanas por ser uno de los momentos clave en que pudo haberse desatado una guerra nuclear.

LA SANGRIENTA VIETNAM

El comienzo de la segunda mitad del siglo XX se distinguió por sus numerosos conflictos bélicos; uno de los más sangrientos y extensos, fue la Guerra de Vietnam. De 1955 hasta 1975, este conflicto también conocido como la Segunda Guerra Indochina, confrontó al gobierno comunista de Vietnam del Norte, apoyado por la URSS y China; con Vietnam del Sur, respaldado por Estados Unidos y otras naciones. 

La reina Isabel II se vio parcialmente involucrada cuando países como Nueva Zelanda y Australia, quienes forman parte de la Macrocomunidad de Naciones, intervinieron en la beligerancia. 

En la misma década, pero en 1956, Isabel II atestiguó cómo su país fue obligado a dejar de asediar a Egipto, tras la nacionalización del Canal de Suez. Posteriormente Gran Bretaña se declaró neutral en 1967 durante la guerra de los Seis Días entre Israel y Egipto, Siria, Jordania e Irak. No obstante, tras lo sucedido más de diez años antes en el Canal de Suez, Inglaterra pudo haber respaldado el bando isrraelí. 

Además, poco más de un lustro más tarde, Gran Bretaña dejó de ser neutral y apoyó al gobierno de Israel en la guerra de Yom Kipur, ante los países islámicos Egipto y Siria. 

 Entre otras beligerancias que involucraron a Gran Bretaña se suscitó cuando entre 1968 y 1998 el norte del Reino Unido vivió una guerra civil entre el Ejército Republicano Irlandés (ERI), quienes buscaban conformar la República de Irlanda, territorio mayoritariamente católico. El ERI enfrentó a los unionistas, ciudadanos de Irlanda del Norte que se manifestaban a favor de mantener relaciones con Londres. 

EL ENFRENTAMIENTO POR LAS MALVINAS

Más allá de los conflictos en Europa, África y Asia, la corona británica también se desenvolvió bélicamente en América Latina. En 1982, la República Argentina reclamó su derecho sobre las Islas Malvinas. No obstante, la exprimera ministra de del Reino Unido, Margaret Tatcher, tomaría acción en las islas y doblegaría al gobierno Argentino, restaurando la soberanía británica en las Malvinas.

De regreso en Europa, el ejército británico volvió a formar parte de conflictos armados, cuando tras la disolución de Yugoslavia en 1991, la Organización Tratado del Atlántico Norte (OTAN), llamó a las tropas inglesas a respaldar a la República de Bosnia y Herzegovina. 

Asimismo, durante la Guerra del Golfo Pérsico en 1991, Gran Bretaña formó parte de la coalición de 34 países aprobada por la ONU para contrarrestar la invasión iraquí en Kuwait. También en el medio oriente, pero diez años después, Londres secundaría a Washington en sus incursiones militares en Afganistán e Irak. En este último país derrocarían el supuesto terrorismo de Sadam Hussein. 

Finalmente, con 70 años como reina, Isabel II volvió a ser testigo de una nueva guerra. El 24 de febrero pasado, Rusia incursionó militarmente en Ucrania, con la justificación de eliminar las supuestas prácticas genocidas de Volodímir Zelenski, así como para frenar el avance de la OTAN hacia el territorio controlado por Vladimir Putin. A la fecha, la ocupación rusa sigue en marcha. 

Todavía en vida, Isabel II no se pronunció formalmente sobre la guerra, sin embargo, en sus últimas apariciones públicas, se presentó vestida con colores alusivos a la bandera ucraniana. Asimismo, retiró el permiso de que la Royal Collection prestara tres espadas del siglo XVII a los Museos del Kremlin.

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