Con números de espanto, el sector automotriz desafía a López-Gatell

EMEEQUIS.– Nada alentadoras son las cifras que hay para el sector automotriz en México. Con la llegada del COVID-19, la producción, exportación y venta de vehículos ligeros cayeron. 

Ante el temor que los resultados puedan empeorar, la industria se resiste a parar por completo.

De acuerdo con datos del INEGI, en marzo de este año la producción fue menor en 24.6%, la exportación en 11.8% y la venta en 25.5%, en comparación con el mismo mes de 2019.

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El 15 de abril, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, exhibió a las industrias que no han contribuido completamente al cierre para evitar la propagación del coronavirus. Según los datos que presentó en una gráfica, del 100% de estas, el primer lugar fue para la automotriz, con casi 26%.

La gráfica que presentó López-Gatell sobre el rubro automotriz.

“NO ESTAMOS VENDIENDO AUTOS, PERO SÍ DANDO SERVICIO”

Sandra trabaja en el área de mercadotecnia en una agencia de una marca reconocida en la zona Metropolitana de Guadalajara. Por cuestiones de confidencialidad pidió omitir su nombre real, así como el de marca para la que trabaja. Explica a EMEEQUIS que ellos siguen operando en la parte de postventa, es decir, para vender refacciones o darles servicio a los vehículos. Sin embargo, la parte de venta de autos nuevos está cerrada.

“Había una cláusula en el comunicado que lanzó el gobierno y de ahí nos agarramos, en donde dice que podemos seguir operando en la parte de servicios. Entonces nos ha dado cierta ventaja, porque no estamos vendiendo autos, pero sí estamos operando con servicio, porque es vital para que la gente se mueva”.

Aunque señala que sabe, por otras compañeras, que en la Ciudad de México muchas agencias siguen operando de manera habitual en la venta de autos nuevos.

En el país hay más de 2 mil 360 agencias distribuidoras de vehículos nuevos y servicios postventa, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

La información de López-Gatell apunta que en las entidades donde varias industrias, además de la automotriz, se han negado a cerrar son: Jalisco, Estado de México, Michoacán, Veracruz, Nayarit, Puebla, Ciudad de México, Baja California, Aguascalientes, Hidalgo y Guanajuato.

LOS NÚMEROS

La industria automotriz representa 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) y México ocupa el sexto lugar a escala mundial en producción de vehículos.

Nuestro principal mercado de exportación es Estados Unidos, el cual concentra 77% de los envíos, pero también su economía ha sido impactada y la venta de autos en el país vecino también ha caído.

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Este es el principal motivo por el que las exportaciones mexicanas disminuyeron considerablemente. En marzo de 2019 se mandaron 323 mil 361 unidades y para el mismo mes de este año fueron 285 mil 75.

Las ventas en el mercado interno también sufrieron, pues se comercializaron 29 mil 996 vehículos menos. El segmento de subcompactos y los de usos múltiples son los que menos demanda tuvieron, luego fueron los compactos y los de lujo. 

“A principios de marzo empezaron a caer ventas que ya estaban facturadas y los clientes de plano nos cancelaron la operación. Sí nos ha pegado mucho, porque obviamente ahorita en general, la prioridad, pues no es comprar un automóvil. Entonces todo el mundo está como muy a la espera de saber qué es lo que va a suceder y no hay una fecha todavía definida porque se va aplazando primero fue todo abril, ahora va a ser todo mayo”, dice Sandra, que ha visto como se ha perdido dinamismo.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) señala que, entre enero y marzo de este año, son siete marcas las que concentran 74.7% de las ventas de vehículos ligeros en México:

Nissan, con 20.5%; General Motors, con 17%; Volkswagen, con 11.2%; Toyota, con 8.2%; Kia, 7.6%; Honda, 5.4%, y Fiat Chrysler con 4.9%.

¿Y LAS ARMADORAS?

El ensamble de autos cayó por el paro o reducción de operaciones en varias de las plantas armadoras de vehículos ligeros en México que se dio en la última semana de marzo, como Audi, Ford, Toyota, Honda, entre otras.

Datos de la AMIA indican que en 2019 había 20 complejos productivos de vehículos ligeros y motores distribuidos en 12 entidades federativas (Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Estado de México, San Luis Potosí, Morelos y Puebla).

En febrero de este año se inauguró una más de Toyota en Guanajuato. Algunas empresas ya han anunciado la reactivación de actividades para el 4 de mayo.

Algunas empresas automotrices le han entrado a la producción de insumos médicos. Por ejemplo, el pasado 14 de abril, General Motors anunció que para finales de este mes harán 9 millones de mascarillas quirúrgicas en su planta de Toluca, una parte se donará a hospitales de la Ciudad de México y otra será para sus empleados y distribuidores.

Otras más de estas marcas que operan escala mundial se apuntaron a la fabricación de ventiladores, que se necesitan para atender a los pacientes graves de coronavirus.

 UN RECORTE INEVITABLE

Además, al no haber demanda, muchos de sus compañeros se han quedado sin trabajo. La industria automotriz genera 980 mil empleos directos.

“Aquí en Guadalajara es una muy buena plaza y más para los vehículos premium. Sí se nota el cambio, desafortunadamente, pues es el ingreso principal de la agencia. De hecho, ya se tuvo que recortar personal. Es complicado, porque cómo vas a conservar a 300 empleados vendiendo menos de la mitad de lo que se vendía antes”, dice Sandra.

Comenta que ha visto mucha incertidumbre por parte del cliente para realizar compras. “De hecho, a principios de marzo empezaron a caer ventas que ya estaban facturadas, que ya estaban en sistema y los clientes de plano nos cancelaba la operación”.

MULTAS DE MIEDO

Sandra platica que en Guadalajara sí se están tomando medidas muy drásticas, lo que ha hecho pensar muy seriamente a los directivos de la agencia en la que trabaja, ya que, si se incumple la disposición de la autoridad federal, las multas son de hasta medio millón de pesos.

“Desafortunadamente no hay un cumplimiento adecuado por parte de un número importante de empresas privadas. Entonces, no es culpa de las trabajadoras y trabajadores, sino que sus empleadores no están acatando una medida que es de orden general y es una disposición extraordinaria”, dijo López-Gatell el 15 de abril.

Derivado de esto, indicó que a todas aquellas empresas que se nieguen a cerrar se les levantará un acta de inspección en materia de seguridad y salud en el trabajo, con esto se puede iniciar el proceso de sanción y la Secretaría del Trabajo da parte a la autoridad sanitaria para que se clausure el lugar.

Además, se le dará parte al ministerio público para que se realice la investigación correspondiente al posible delito de un daño a la salud que puede costar la vida. 

UN FUTURO INMEDIATO SOMBRÍO

El pasado 6 de abril, Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la AMDA, declaró que la llegada de la pandemia modificó el escenario económico global y en México. Aunque las ventas venían a la baja en los últimos años, se espera que 2020 sea el peor para la industria y una crisis en general devastadora.

Las nuevas previsiones de venta para este año señalan a una caída del 25.5% en la venta de vehículos nuevos con 981 mil 633 unidades, la peor disminución desde la crisis del 2009.  Rosales Zárate también reprochó el poco compromiso del presidente, Andrés Manuel López Obrador. 

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“Reafirma su convicción de no reconocer la gravedad de la crisis que enfrentamos: la peor de nuestra generación y la más profunda de los últimos 100 años. Increíble que nos quiera plantear como programa emergente la reafirmación de su propuesta de política económica sustentada en repartición de dinero público”.

Desde finales de marzo, la AMIA hizo una serie de peticiones para salir de la difícil situación, entre las cuales están: El apoyo a colaboradores afectados por los paros técnicos, con créditos fiscales por un monto equivalente al 50% de sus salarios; apoyo financiero a través de créditos blandos a Pymes, reforzamiento a medidas regulatorias a la importación de vehículos usados e ilegales.

Ante los malos pronósticos, la industria mexicana automotriz está en la disyuntiva de resistir o morir, pues el paro total significa quedarse en ceros. 

@ptcervantes