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La CDMX es la joya del 2024, pero no decisiva
Partidos perfilan candidatos para la Ciudad de México, porque lo que ocurre en la capital del país repercute en la contienda presidencial, aunque no la define: más vale ser cautos, porque es un electorado informado y no da su voto en automático.
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CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– En la Ciudad de México se dará una batalla interesante en 2024. Por eso los partidos ya están perfilando a quienes tienen posibilidades de abanderarlos.
Lo que ocurre en la capital del país repercute en la contienda presidencial, aunque no la define. Es más, desde que se elige al jefe de Gobierno, solo en una ocasión, el 2018, integrantes de un mismo partido obtuvieron el triunfo para llegar a Palacio Nacional y al viejo Palacio del Ayuntamiento.
En 1997, cuando por primera vez se decidió, democráticamente, quien gobernaría el entonces Distrito Federal, ganó Cuauhtémoc Cárdenas, con un amplio margen sobre Alfredo del Mazo del PRI y Carlos Castillo Peraza del PAN. Era un gobierno corto, de solo tres años, para ajustarlo a la contienda presidencial en el 2000. Pero ese triunfo significó la llegada de la izquierda al poder en un espacio territorial en el que siempre convivió con presidentes de la República provenientes de otro partido.
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Todo un reto de convivencia política que se resolvió con institucionalidad, pero por el que la Ciudad de México no tuvo derechos plenos hasta que se redactó y publicó su Constitución en 2017.
En el año 2000, vale la pena tenerlo presente, la Jefatura de Gobierno la ganó el PRD, con Andrés Manuel López Obrador, aunque por un margen de apenas algunos puntos en los que el PAN, con Santiago Creel, estuvo muy cerca de lograr otro resultado. 38, 32 contra 33.42 por ciento de los votos.
La Presidencia de la República, en cambio, la obtuvo Vicente Fox, sacando al PRI de Los Pinos y dando forma a la primera alternancia en el poder político federal en democracia.
Seis años después, Marcelo Ebrard obtendría el 46.37 por ciento de los sufragios, frente al 27.26 por ciento que obtuvo el candidato panista, Demetrio Sodi de la Tijera.
A nivel nacional, quien ganó la elección fue Felipe Calderón a Andrés Manuel López Obrador en un resultado por demás cerrado.
En 2012, el PRD logró el mejor resultado de la historia en la Ciudad de México. Miguel Ángel Mancera logró un respaldo del 63.58 por ciento, dejando al PRI, con Beatriz Paredes con un 19.73 por ciento y a la candidata del PAN, Isabel Miranda de Wallace con un 13.61 por ciento.
En esa contienda, Enrique Peña Nieto regresó al PRI a Los Pinos, dejando atrás al propio López Obrador, todavía perredista y a la panista Josefina Vázquez Mota.
En 2018, la morenista Claudia Sheinbaum alcanzó un 47.05 por ciento y Alejandra Barrales, que contendió por el PRD, PAN y MC, un 31.02 por ciento en la contienda por la Jefatura de Gobierno. López Obrador tuvo un triunfo arrollador, dejando atrás al panista Ricardo Anaya y al candidato del PRI, José Antonio Meade.
Las características del 2024 se advierten, por diversos factores, distintas a las anteriores. Es factible que lo que ocurra en la capital del país esboce o cancele posibilidades a la hora de acudir a las urnas.
Por lo pronto, el PAN, que es el partido de oposición más fuerte, está perfilando ya prospectos. Al menos hay tres. Las senadoras Xóchilt Gálvez y Kenia López Rabadán y el jefe delegacional en Benito Juárez, Santiago Taboada.
El PRD tiene presencia y fuerza, donde se podría buscar postular a Alfa González, la alcaldesa de Tlalpan.
Es muy probable que panistas y perredistas, junto con el PRI, vayan en coalición en esa contienda, tratando de replicar lo que ocurrió en el 2021 a nivel de alcaldías y diputaciones.
Aún es pronto, pero la dinámica está cambiando, y esperar para manifestar las intenciones de futuro no es la mejor de las ideas, aunque anunciar aspiraciones también abre zonas de riesgo, porque inicia un escrutinio constante y duro sobre cada uno de los perfiles.
Pero las decisiones que tomen las fuerzas políticas estarán sujetas, sin remedio, a las negociaciones sobre la candidatura presidencial. Aunque en el caso de la Ciudad de México más vale ser cautos, porque es un electorado informado y que, como muestra la historia, no da su voto en automático.
@jandradej
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