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El “escudo” que México propuso y pudo frenar amenaza nuclear rusa al mundo por Ucrania
De aprobarse la propuesta ante la CPI, si algún país realiza un ataque nuclear, se podría proceder a castigarle penalmente, afirma Marcelo Fabián Monges, quien recientemente publicó su nuevo libro: Putin. La invasión a Ucrania, la amenaza contra toda la humanidad
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EMEEQUIS.― Un proyecto que presentó México en el 2009 ante la Corte Penal Internacional para establecer sanciones a los países que utilicen armas nucleares pudo haber frenado la actual amenaza nuclear de Vladimir Putin contra el mundo por su guerra expansionista contra Ucrania.
“La relevancia de ese tratado es enorme, porque sería una especie de ‘seguro’ para la supervivencia de la especie humana, sería un impedimento para que se puedan utilizar armas atómicas con impunidad”, sentencia el escritor Marcelo Fabián Monges, quien esta primavera ha puesto en circulación su nueva producción: Putin. La invasión a Ucrania, la amenaza contra toda la humanidad.
“Si el proyecto de México se aprobara ―expone el autor― lo que ocurriría es que, si alguien tira una bomba atómica o produce un ataque nuclear, pues sí lo podría castigar penalmente porque están encuadrados bajo una figura penal determinada en derecho positivo, el derecho escrito. En la actualidad no hay ninguna disposición legal, jurídica, que castigue a alguien que use ese tipo de fuerza”.
Y es que Putin amenazó desde los primeros días de la guerra con un ataque nuclear a quienes interfieren en su campaña expansionista contra Ucrania, y lo reiteró en marzo y abril.
Monges explica, en entrevista con EMEEQUIS, que de haber sido aprobado el proyecto mexicano ante la CPI “de menos, ya habría consenso en la comunidad de naciones de que se castiguen ese tipo de amenazas globales, y en todo caso se podrán hacer juicios como el de Nuremberg (contra criminales de guerra nazis, en 1945), sería un antecedente muy importante”.
SUPRIMIR EL DERECHO DE VETO EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD
En ese sentido, Marcelo Monges expresa su acuerdo con una propuesta del presidente ucraniano Volodímir Zelensky, una reforma al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para suprimir el derecho de veto de las grandes potencias:
“Hasta ahora, los países con derecho de veto pueden descartar los temas que no les convienen de un lugar tan importante como ese, en el que se debería determinar o garantizar la paz mundial. Si se elimina el derecho de veto, el Consejo de Seguridad resolvería por simple mayoría.
“Lo mismo debería pasar con la jurisdicción de la CPI, si aprueba un proyecto como el de México, que se castigue el uso de armas nucleares, y supongamos que 130 países están de acuerdo, y nueve no, que son los que tienen armas nucleares, pues tendr´pa que acatar obligatoriamente la decisión de la mayoría”.
PAPA FRANCISCO, INTERESES OSCUROS
Marcelo Monges critica en su libro al Papa Francisco, líder global de la iglesia católica, por la tibieza de sus actitud ante la tragedia humanitaria que vive el pueblo ucraniano, y abunda en ello en esta entrevista:
“Desde que comenzó la invasión a Ucrania, nunca se animó a a llamarle por su nombre la invasión, nunca le nombró como una invasión, nunca nombró a Rusia como invasor, y mucho menos a Putin”.
Refiere que a los argentinos ya les vienen llamando la atención muchas cosas del dirigente católico: “Por ejemplo, recibió a todos los que estaba siendo investigados por corrupción en el gobierno de Cristina Fernández. El papa Francisco lo recibía y cuando los metieron presos, les mandó una carta con un rosario, lo cual es como si en México le enviara lo mismo a Raúl Salina, un escándalo, pero lo hizo eso con cientos”.
Remite a una entrevista de Joaquín Morales Solá, un periodista del diario La Nación que conoce el papa de hace 30 años, cuando este era obispo de Buenos Aires: “Le pregunta por qué no visita Ucrania, el papa responde que si fuera Ucrania ahora, la guerra al día siguiente, todo continuaría igual. Es absurdo, una forma de razonar desde el absurdo, ya en un libro pongo que si alguien piensa así pues para que sigue viviendo si se va a morir algún día. Insostenible. Dice el papa también que ha hecho gestión e intentos de mediación, pero mediación efectiva no ha hecho ninguna, no ha tenido ningún rol destacado serio, aparte de presentarse como un viejito al que le duele la situación y se conduele”.
El escritor compara al Papa Francisco con lo que hizo Pío XII en Segunda Guerra Mundial respecto del régimen nazi, aunque dice que en estricto sentido desconoce los motivos de la actitud del líder católico frente a Ucrania:
“En un sentido estricto no lo sé, seguramente los intereses de la iglesia católica en Rusia y para no poder condenar la invasión, para no poder condenar a Putin, esos intereses deben ser oscuros, porque no están a la vista nadie. Hay gente que calcula que en eso tiene que ver su relación con Kiril, el patriarca de la iglesia ortodoxa pero este es un personaje que apoya abiertamente la invasión, y para que tengamos en cuenta la moral de Kirill, es alguien un exintegrante la KGB, el servicio de inteligencia ruso, y funciona como líder religioso, qué puede esperar la la feligresía de ellos de nobleza”.
UCRANIA. GUERRA PARA RATO
Marcelo Fabián Monges considera que el mundo abandonó, a Ucrania, al menos al principio de la guerra, como en los cuarentas abandonó a los judíos.
“Había gente que sabía qué iba a pasar, sabía lo que estaba pasando. y no hacía nada. Estados Unidos dijo que tenía datos de que Rusia iba a invadir a Ucrania y sin embargo no hizo nada, y la invasión ocurrió, esa situación cambió a partir de la actitud del presidente Zelensky que se puso a exhibir a quienes no lo ayudaban”.
Refiere que Zelensky se convirtió “en una voz muy una voz muy fuerte, que todo el mundo escuchaba, el que no respondía quedaba exhibido. Un caso de fue el de Alemania que incluso el gobierno ucraniano terminó diciendo que no quería la visita del presidente alemán, justamente porque no le ayudaba, no le querían mandar equipos militares, y finalmente, esa actitud fue cambiando a lo largo del tiempo, mientras la guerra avanzaba, mientras pasaba el tiempo y había más muerte, más crímenes de guerra más situación más ciudades bombardeadas y ataque contra civiles”.
El autor explica: “El estatus actual de la guerra es que Putin se compara con Pedro “El Grande”, el zar que anexó Suecia y Poloni, y lo usa como ejemplo en esta guerra, lo cual muestra su mentalidad expansionista, su ideal o su aspiración de poder reconstituir la antigua Unión Soviética, incluso territorialmente, no sólo en su papel internacional”.
Subraya: “El presidente de Ucrania ha dicho claramente que no va a entablar ninguna negociación en donde ceda territorio, hay combates muy fuertes, sobre todo en la región del Donbass, y no hay nada que permita visualizar que la guerra va a acabar en un mediano en un corto o mediano plazo. Mientras tanto sigue habiendo ataques rusos contra civiles contra escuela, Rusia atacó más de 100 colegios, una cantidad similar de hospitales, ha cometido una enorme cantidad de crímenes de guerra y el mundo hoy no ha encontrado una forma de parar esta guerra ni de castigar esos crímenes”.
Monges reitera que la amenaza nuclear de Rusia “sigue absolutamente vigente y no hay nadie que le responda a eso, la administración de John Biden no le ha respondido ni una sola vez, lo cual lo cual termina siendo una situación de mucha gravedad, porque la teoría de la aniquilación mutua queda borrada y queda establecido que probablemente los rusos podrían hacer un ataque inclusive nuclear y tal vez nadie le respondiera”.
Marcelo Monges, autor argentino radicado en México, presentó el libro el jueves dos de junio, acompañado por dos periodistas que estuvieron en el frente de batalla ucraniano: Eduardo Salazar, de Noticieros Televisa, y Joaquín Sánchez Mariño, corresponsal de Infobae en Ucrania.
Además, tendrá una segunda presentación el próximo día 23 ―organizadas ambas por la investigadora Denise Meade, que también será panelista―, vía Zoom, en la que participaran las embajadoras Oksana Dramarétska, de Ucrania, y Päivi Pohjanheimo, de Finlandia.
@emeequis