Chapulineos, pijamadas, gritos y pancartas por votación de Reforma Eléctrica

EMEEQUIS.– Con “chapulineo fast track”, para brincar de una bancada a otra, una “pijamada” legislativa de la oposición para evitar “madruguete” del bloque oficial y acusaciones mutuas de traición a la patria, transcurre la sesión en la que se discute la iniciativa de Reforma Eléctrica de la denominada Cuarta Transformación (4T). 

Y que no tiene para cuándo terminar, pues se calcula que habrá más de 70 oradores. En conferencia de prensa por la noche, el PRI acusó al bloque oficialista de usar una estrategia para llevar la discusión hasta la madrugada. “Ni así van a poder sacar su iniciativa de reforma, porque no tienen los votos. Será la primera vez que una reforma constitucional del presidente no avanza por falta de acuerdos”, dijo Alejandro Moreno Cárdenas, quien denunció presiones sobre algunos legisladores.

Alejandro Moreno aseguró que la reforma no pasará y acusó al bloque oficialista de alargar la discusión. (Captura de video).

GRITOS Y PANCARTAS DE UN LADO Y OTRO

Esta iniciativa, a decir del presidente Andrés Manuel López Obrador, pretende favorecer a las plantas estatales de generación eléctrica para ser autosuficientes. El bloque en contra afirma que excluye el uso de energías limpias, prioriza las que usan el combustóleo y afecta al sector empresarial, esto porque contempla recortar ventas de energía de proyectos privados que provienen del extranjero.

Al recinto, diputados de Morena arribaron en autobuses y, al ingresar al pleno, gritaban “¡estos son, estos son, los diputados que defienden la nación!”, coro que después modificaron para dirigirse al bloque en contra de la iniciativa del presidente: “¡esos son, esos son, los que venden la nación!”. Mientras ellos llegaban, legisladores panistas, perredistas y priístas que pernoctaron en sus oficinas para evitar un supuesto “madruguete” se alistaban para la sesión.

Los petistas portaron imágenes con la leyenda: “no más saqueos millonarios”, mientras que los priístas, pancartas con la advertencia: “no pasará”. Los morenistas, por su parte, colocaron playeras en los respaldos de las curules, que también algunos de ellos portaron, con la frase “la reforma eléctrica va”.

La diputada Andrea Chávez acusó a Margarita Zavala de conflicto de interés. 

PRIMERO LA MÚSICA

Minutos antes del inicio de la discusión de la reforma eléctrica rindió protesta como diputado Jeu Ramón Márquez, suplente del cantante de música regional mexicana Marco Antonio Flores, vocalista de la Banda Jerez.

El intérprete solicitó licencia para ausentarse del 15 al 19 de abril y justo un día antes de la votación ofreció un concierto en Illinois, Estados Unidos. El legislador, que representa, por la vía plurinominal, al estado de Zacatecas y es integrante de la fracción morenista, es referido en investigaciones sobre narcotráfico por tocar en fiestas privadas del exlíder de los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano. 

También previo a la sesión, el diputado Andrés Pintos, que pertenecía al Partido Verde, anunció que se sumaba a Movimiento Ciudadano, por no estar de acuerdo con la iniciativa, ya que la bancada naranja anticipó el voto en contra.

EL CASO ZAVALA: NO HAY CONFLICTO DE INTERÉS

Aunque la discusión estaba prevista a las 10 de la mañana, una petición para excusar a las diputadas Margarita Zavala (PAN) y Edna Díaz (PRD) de la votación por supuesto conflicto de interés mandó a receso por varias horas, hasta que se determinara si las legisladoras podían participar.

El argumento de la morenista Andrea Chávez, quien solicitó la excusión de las opositoras, es que Zavala tiene conflicto porque su esposo, el expresidente Felipe Calderón, laboró para la empresa energética Iberdrola, mientras que a Díaz se le relaciona con el cabildero italiano Paolo Salerno, a quien se señala de trabajar para una empresa extranjera que se desenvuelve en el sector energético.  

Zavala fue acusada de conflicto de interés por su relación con Felipe Calderón, quien trabajó para Avangrid. 

El asunto fue turnado al departamento jurídico de la Cámara de Diputados, que no halló conflictos de interés. Posteriormente la Mesa Directiva exhortó a las diputadas a excusarse, dejando la decisión en ellas, pero se mantuvieron en su postura de participar en la votación. 

Esta reforma busca modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, además de agregar una serie de artículos transitorios, con el objetivo de derogar la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto, aprobada en 2013.

En la discusión, el coordinador del grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) –aliado del PRI en 2013 y ahora con Morena–, Carlos Alberto Puente Salas, sostuvo que se equivocaron al votar a favor de la reforma peñanietista. “Debemos reconocer que no se logró”, dijo respecto a bajar los precios del recibo de luz y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

También del bloque oficialista, por el PT Gerardo Fernández Noroña, se dirigió a sus opositores para asegurar: “hagan lo que hagan, voten como voten, quien está cavando su tumba política son ustedes”, además de afirmar: “están en este momento entregándonos la Presidencia de la República nuevamente en 2024”.

Al pronunciarse en contra, el perredista Luis Cházaro acusó que la reforma no bajará el precio de la electricidad, “porque las tarifan no bajan por decretazo”; asimismo, reclamó que en el dictamen por votar no viene electricidad gratuita a grupos vulnerables, como señala el plan que promueve Morena y aliados.

Cuando estaba en tribuna, la fracción de Regeneración Nacional le gritó: “¡moches! ¡moches!”, en una supuesta alusión a dádivas recibidas para votar en contra. El PRD, en 2013, fue uno de los partidos que se opusieron a la reforma de Peña. Incómodo, el legislador les contestó: “no, no nos dieron moches, esos se los dieron a José Ratón y están en la Casa Gris”, en referencia a la publicación sobre la mansión que José Ramón López Beltrán, hijo del presidente, y su esposa rentaron en Houston presuntamente a un excontratista del gobierno, por lo que Cházaro remató: “esos sí son moches probados, lo de ustedes son difamación”.

Además, acusó que lo que está en riesgo si se vota la reforma, que han llamado Ley Bartlett, es que el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, “se compre otra veintena de casas”.

Se dieron acusaciones mutuas, una de ellas contra el diputado de Morena, Emmanuel Reyes, a quien señalaron por supuestamente presentarse en estado de ebriedad y agredir a la legisladora indígena (PRD) Fabiola Rafael Dircio. “¡Antidoping, antidoping!”, le gritaban a Reyes, quien iba disfrazado de obrero de la CFE. 

Al diputado de Morena, Emmanuel Reyes (vestido de obrero de CFE) lo acusaron de ir en estado de ebriedad. 

IGNACIO MIER LANZA OFENSAS

El coordinador de la bancada panista, Jorge Romero Herrera, denominó la propuesta como una “hiperestatización setentera”, que, consideró, no alcanza para garantizar la soberanía energética. En tanto, el diputado priísta Alejandro Moreno Cárdenas, también dirigente nacional de su partido, retó: “es la primera vez que el titular del Ejecutivo manda una reforma constitucional y no va a pasar”.

Al defender su posición a favor del dictamen, el coordinador de los legisladores de Morena, Ignacio Mier, se dirigió a los del PRI, PAN, MC y PRD para decirles: “ahora que tanto defienden al Oxxo, vayan por unas bolsas de hielo y pónganselas en la cabeza. En ese momento, los gritos se dividieron entre “¡quieren llorar, quieren llorar!”, de una parte del reciento, contra los “¡quieren robar, quieren robar”, de otra fracción.  

@emeequis