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Omar Fayad: un gobernador aislado en busca de una salida diplomática
Lo que el gobernador de Hidalgo busca, cuentan fuentes de la diplomacia, es emular lo hecho por los exgobernadores priístas Claudia Pavlovich, de Sonora, nombrada cónsul en Barcelona por AMLO, y Quirino Ordaz, de Sinaloa, propuesto como embajador de México en España. ¿Pacto para evitar investigaciones a su gestión?
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EMEEQUIS.– Perdida la oportunidad de imponer candidato en el PRI y después de confrontarse públicamente con el dirigente nacional de su partido, Alejandro Moreno Cárdenas, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, busca el cobijo del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su movimiento, al que ha ofrecido su “incondicional apoyo”, además de sugerir los puestos en los que se podría desempeñarse ahora que culmina su mandato: una embajada o una secretaría.
Aunque en Hidalgo es rechazado por los grupos que controlan Morena y, más aún, por las bases y fundadores del partido, el priísta se ha reunido con liderazgos morenistas nacionales, a quienes ha pedido que intercedan por él ante el presidente.
Esto ante la debacle anunciada en el tricolor: parece que perderá este año uno de sus feudos de mayor antaño, Hidalgo, de donde surgieron el exprocurador Jesús Murillo Karam y el exsecretario de Gobernación Miguel Osorio Chong, que impusieron su ley en el sexenio de Enrique Peña Nieto. El primero de ellos, el mentor político de Omar Fayad.
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Lo que el también exsenador, exdiputado federal y exalcalde de Pachuca busca, cuentan fuentes de la diplomacia que han conocido sobre estos cabildeos, es emular lo hecho por los exgobernadores priístas Claudia Pavlovich, de Sonora, nombrada cónsul en Barcelona por AMLO, y Quirino Ordaz, de Sinaloa, propuesto como embajador de México en España por el presidente, e incorporarse a su movimiento, lo que también ha representado para los exmandatarios una salida pactada, sin investigaciones a sus gobiernos, lo que Fayad, dicen estas fuentes, igualmente necesita.
Todo esto sucede en medio del resquebrajamiento del PRI, que está en manos de “Alito” Moreno y los hermanos Humberto y Rubén Moreira, que no tienen en buena estima al gobernador hidalguense. “Alito”, cuando se confrontó con Fayad, lo acusó de entregarse “de rodillas” a López Obrador y de buscar impone’r un candidato destinado a la derrota, pero esa fue sólo la parte visible de una confrontación antaña por el control de lo que queda del PRI.
QUE AYUDEN A SU AMIGO
Fayad ha pedido por medio de interlocutores al presidente, además, que se le abra una oportunidad al alcalde de Mineral de la Reforma, Israel Félix Soto, que inició en la política como su secretario particular y a quien buscó imponer como candidato a la gubernatura de la alianza Va por Hidalgo (PRI-PAN-PRD).
Fue precisamente por Félix Soto que Fayad se confrontó abiertamente con “Alito”, cuando en una maniobra del CEN del PRI cedieron la postulación de Hidalgo al PAN, para brincar el procedimiento de Convención de Delegados del Comité Directivo Estatal del PRI, que controlaba el gobernador y en el cual, durante los últimos años, había pavimentado el camino para favorecer al alcalde de Mineral de la Reforma.
A CUATRO MESES DE LAS ELECCIONES
Con la maniobra del CEN, el PAN postuló a la diputada federal Carolina Viggiano Austria; sin embargo, la fractura al interior del PRI ya era irreversible. Hoy, faltan cuatro meses para que se lleven a cabo las elecciones en un estado en el que nunca ha existido alternancia partidista.
El que liderazgos nacionales le den entrada a Fayad, que busca la protección del presidente, ha generado inconformidad en las bases, también entre políticos que ahora ocupan cargos en alcaldías y en el Congreso del estado, quienes recriminan que tras el fenómeno AMLO, que arrasó en 2018, y con el que consiguieron posiciones políticas principalmente en la legislatura estatal, el gobernador mandó a la fuerza pública, que golpeó a diputadas electas, a las puertas del Poder Legislativo, donde se hicieron reformas exprés para proteger al “primer priísta” de Hidalgo a horas del cambio de diputados, cuando el PRI perdió su mayoría.
¿AMIGOS POR CIRCUNSTANCIAS?
Antes enemistados, uno de los grupos que controla Morena en Hidalgo podría ser ahora el aliado de Omar Fayad. Se trata del Grupo Universidad, a cargo de Gerardo Sosa Castelán, quien recientemente obtuvo un triunfo político al salir del Centro Federal de Readaptación Social No. 1, El Altiplano, después de que la Fiscalía General de la República (FGR) aprobara el cambio de medida cautelar de prisión preventiva por prisión domiciliaria, al argumentar que el exrecluso tenía un deteriorado estado de salud.
A Sosa se le acusa de lavado de dinero por 58.2 millones de pesos a través de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), y estuvo preso desde el 31 de octubre de 2020 hasta el 4 de febrero pasado. En ese tiempo, su grupo no perdió poder, sino que se afianzó en Morena, del que son aliados desde la elección de 2018.
Aunque Fayad y Sosa se enemistaron, ambos con acusaciones públicas mutuas de corrupción a través de subalternos y medios que controlaban, se han aliado para la elección de un procurador a modo para la salida del gobernador, Alejandro Habib Nicolás, también exmagistrado, y recientemente para designar al exprocurador Ramiro Lara Salinas como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH).
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En la votación en pleno para elegir ombudsperson en diciembre pasado, en la que tanto el PRI de Fayad como los diputados del Grupo Universidad fueron unidos, a Lara le faltó un voto, y las maniobras para imponerlo se han retrasado por la resistencia de la sociedad civil organizada.
En lo político, a Fayad los últimos meses de su gobierno le han resultado en contra: no sólo no logró imponer a un candidato en el PRI para sucederlo, sino que la dirigencia estatal de su partido ha virado en favor de Carolina Viggiano. Además, le quedan pocos aliados en las alcaldías y entre los diputados, que no tienen certeza si el juego a dos bandas, entre PRI y Morena, puede condicionar su futuro político inmediato.
A esto se suma la exhibición del poder de grupos del crimen organizado asentados en territorio hidalguense, siempre negados por el gobernador, como Pueblos Unidos, que liberó a sus líderes, José Artemio Maldonado Mejía, “El Michoacano”, y Mariano Maldonado Mejía, que estaban presos en la cárcel de Tula, y en la operación usaron autos bomba, ante la incapacidad de reacción de las cuestionadas policías.
@emeequis