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Bloque oficialista en crisis. Aliados niegan “incondicionalidad” a AMLO en el Senado
En los pasillos del Senado cuentan que la operación de la Secretaría de Gobernación para el “cierre de filas” del bloque obradorista en la Cámara Alta fue angustiante. Reunir las firmas para el manifiesto fue un viacrucis, con Monreal y Cravioto en los extremos de la ecuación.
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EMEEQUIS.– La unidad del obradorismo en la Cámara Alta se encuentra vilo. El manifiesto de “incondicionalidad” al presidente Andrés Manuel López Obrador, suscrito y difundido el 14 de febrero, no contó con el apoyo de todos los partidos del bloque oficialista, y ni siquiera logró agrupar a la totalidad de los morenistas.
El documento fue suscrito por 61 senadores: 58 de los 60 que conforman el grupo parlamentario de Morena, y tres del Partido Encuentro Social (PES).
Los dos senadores morenistas que no figuraron entre los firmantes del manifiesto fueron Ricardo Velázquez Meza, de Baja California Sur; y la capitalina Ifigenia Martínez. Tampoco la senadora chiapaneca Dora Luz de León Villard, del PES.
La inclusión de senadores del PES entre los firmantes del juramento de incondicionalidad a AMLO, subrayó la ausencia del resto de senadores del bloque oficialista en la firma del juramento: seis integrantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aliado legislativo del obradorismo, y cinco del Partido del Trabajo (PT), que compartió coalición electoral con Morena en 2018 y en 2021.
Voces indiscretas en pasillos del Senado aseguran que la operación de la Secretaría de Gobernación para construir el “cierre de filas” del bloque obradorista en la cámara alta fue angustiante.
Entre otros detalles, porque consiguió subir a la iniciativa a algunos de los legisladores morenistas hasta muy poco antes de la difusión de la declaración de incondicionalidad; mientras que otros mostraron molestia porque primero los incluyeron y luego les avisaron.
En cualquier caso, la maniobra política definitivamente no alcanzó para sumar a verdes y petistas.
Para otros, la proclama de fidelidad fue sólamente una formalidad, pues tras la difusión del escrito mostraron posturas abiertamente opuestas al “espíritu” del mismo, como Ricardo Monreal, el antes poderoso coordinador de la bancada morenista, que defendió la libertad de prensa; o el quintanarroense Jose luis Pech Várguez, quien anunció un franco rompimiento con Morena apenas tres días después.
CRAVIOTO, BRAZO EJECUTOR DE BUCARELI
No todos los senadores morenistas firmaron de todo corazón el manifiesto para atar su futuro político a una lealtad inconmutable hacia AMLO. En primer término el “líder” del grupo parlamentario de Morena, Ricardo Monreal.
Como se recordará, el cierre de filas con AMLO fue procesado tras la ola de críticas a la familia presidencial por las revelaciones sobre la posesión, por parte de José Ramón López Beltrán, hijo del mandatario, de una casa en Houston, Texas, Estados Unidos, la cual que estuvo a nombre de un ejecutivo de una empresa proveedora de Pemex. Proveedora para la que trabaja la cabildera Carolyn Adams, esposa de José Ramón, nuera del presidente.
Por ello, en el manifiesto de lealtad, los senadores morenistas expresaban su condena a “las calumnias, el ataque mediático y la polarización de la oposición”; y “frente a una campaña de calumnias que tienen su origen en grupos económicos que perdieron sus privilegios y se oponen a una reforma eléctrica”. Y subrayaban: “respaldamos incondicionalmente al presidente Andrés Manuel López Obrador”.
El juramento de lealtad también tipificó a los críticos de AMLO como enemigos de los mexicanos: “no son sólo opositores a los principios democráticos y populares que encabeza el Ejecutivo, sino opositores a México y a todas y todos los ciudadanos que buscan la justicia y la igualdad social”.
De modo que había en el manifiesto una intención ostensible de descalificación a los medios de comunicación y a los periodistas.
Pero no terminaba siquiera de elevarse la polvareda por la naturaleza totalitaria del contenido del manifiesto, cuando Monreal, al día siguiente, se paró en el atril de la tribuna del Senado y dio un mensaje contrastante con el juramento que había firmado, dirigido a los periodistas:
“En Morena les reiteramos nuestro respeto. No hay ningún comunicador que por sus ideas puedan ser traidores a nada”.
Y comenzaron entonces las murmuraciones entre los senadores radicalmente obradoristas de Morena, o como se los conoce simplemente: “los radicales”.
Los radicales son un grupo de unos 30 senadores, encabezados por los senadores César Cravioto y Antares Vázquez, que son los brazos ejecutores de las directrices de Bucareli.
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El grupo surgió luego de que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, sometiera a Monreal y lograra la desaparición de la Comisión Veracruz, que investigaba las tropelías del gobernador de la entidad del mismo nombre, Cuitláhuac García.
Desde entonces se dividió el grupo parlamentario en “moderados, que son los monrealistas, y radicales, que son el grupo de Adán Augusto en el Senado. Los radicales sacan una ligera ventaja numérica y tienen entre sus planes que César Cravioto sea, tarde o temprano, el coordinador de la bancada, en sustitución de Monreal.
Los moderados o monrealistas ya han filtrado la intención de formar un subgrupo dentro de Morena… O fuera. Y curiosamente tienen fuertes ligas con el PT, pero también con MC.
En el comunicado faltaron las firmas dos senadores de Morena y los del PT y PVEM.
PIDEN MULTAS PARA OBRADORISTAS REJEGOS
Por cierto que ayer, la bancada emecista en San Lázaro presentó una queja ante el Instituto Nacional Electoral (INE) en contra de las y los gobernadores de Morena y del grupo parlamentario de Morena en el Senado, por la difusión de propaganda gubernamental en periodo prohibido, promoción personalizada y uso indebido de recursos públicos, al manifestar su apoyo López Obrador en la revocación de mandato.
Es preciso recordar que la Comisión de Quejas y Denuncias del INE emitió medidas cautelares en contra del presidente López Obrador y senadores Morena para que retirasen la propaganda pro AMLO difundida desde la semana pasada.
Los gobernadores cumplieron, aunque a regañadientes ya hasta con rezongos, como reseñó EMEEQUIS. Pero los senadores obradoristas no acataron. De hecho, en la página de Morena sigue el comunicado en el que se reproduce el juramento de lealtad incondicional a López Obrador.
Los emecistas señalan que, apesar de las medidas cautelares, personajes como el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, sigue difundiendo la información en su cuenta de Twitter.
Para evitar que se continúe con dicha incidencia se solicitaron también medidas cautelares a los que resulten responsables en dos sentidos: 1. Que se retiren las publicaciones en todas las páginas y portales de internet; 2. Que se aperciba a todos con multa para evitar que se repita.
IFIGENIA: ROMPIMIENTO
La negativa de la senadora Ifigenia Martínez a dar su firma para la proclama de lealtad a López Obrador tiene un peso significativo.
Ha tenido un distanciamiento creciente con el tabasqueño desde el arranque de la gestión. Se recrudeció después de que, en octubre de 2021, López Obrador no quiso asistir a la ceremonia de entrega de la Medalla Belisario Domínguez, que recayó en la propia senadora Ifigenia.
Dijo el tabasqueño que no asistiría porque la senadora panista Lilly Téllez (no la mencionó por su nombre) le preparaba una emboscada con insultos.
Con Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez formó la primera dupla de senadores de oposición en 1988. Ambos formaron parte de la Corriente Democrática que un año antes había iniciado un bloque crítico dentro del PRI, el cual encabezaba Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Con Cárdenas salieron del PRI y comenzaron su militancia en la izquierda. Con Cárdenas participaron en la campaña presidencial del michoacano y con él formaron el PRD.
Cárdenas ha roto con López Obrador y se ha vuelto crítico de su conducta. Apenas en diciembre pasado dijo: “los rezagos persisten y la falta de propuestas para resolverlos mantiene al país igual que hace 40 años”.
Muñoz Ledo rompió con el obradorato también, al asumir la defensa del INE en su última participación en tribuna como legislador, el año pasado. Al parecer, Ifigenia ha hecho lo propio.
Algún indiscreto les habría escuchado entablar a estos veteranos de la política mexicana una charla en la que Muñoz Ledo habría recordado que sólo los caudillos y los dictadores exigen lealtades incondicionales.
@emeequis