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AMLO nombra otra vez a una mujer para un alto cargo: Graciela Márquez a INEGI
El presidente eligió a la exsecretaria de Economía, Graciela Márquez, como sustituta de Julio Santaella; a pesar de los recientes nombramientos de mujeres en la Suprema Corte, Banxico e INEGI, el movimiento feminista aún tiene presente una larga lista de agravios del mandatario.
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EMEEQUIS.– A 16 días de que finalizara la actual presidencia del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció a la persona que sustituirá a Julio Santaella, cuyo periodo al frente del instituto termina este 31 de diciembre.
Se trata de una vieja conocida del presidente, Graciela Márquez Colín, la primera secretaria de Economía del gabinete presidencial –una posición que hoy ocupa Tatiana Clouthier– y quien ascenderá de integrante de la junta de gobierno del INEGI a directora general.
“Ya está Graciela… ah, no se ha hecho público… es Graciela Márquez”, informó este miércoles el mandatario mexicano durante la conferencia de prensa matutina ante la pregunta de un reportero sobre la tardanza en el nombramiento.
Con esta designación, el presidente López Obrador hila a tres mujeres en posiciones clave para la administración federal: el 23 de noviembre, logró que el Poder Ejecutivo ungiera a Loretta Ortiz Ahlf como nueva ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación en reemplazo del ahora ministro en retiro José Fernando Franco González Salas.
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Un día después, el 24 de noviembre, el tabasqueño propuso a Victoria Rodríguez Ceja como nueva integrante de la junta de Gobierno del Banco de México con el objetivo de que se convirtiera en la próxima presidenta de ese organismo financiero, lo que finalmente ocurrió el 10 de diciembre pasado.
Y este miércoles anunció que no pedirá la ratificación de Julio Santaella en el cargo y se decidirá por una aliada que le ayudó a definir el programa económico de la llamada Cuarta Transformación.
Graciela Márquez Colín llega a su nuevo cargo con 11 meses de experiencia en el INEGI, pues después de su salida del gabinete presidencial se colocó en enero de este año como vicepresidenta del instituto encargado de hacer las mediciones más importantes en materia de población, economía, consumo, percepción de violencia y hasta población penitenciaria.
La próxima nueva titular del INEGI es licenciada en Economía por la UNAM, maestra en Economía por el Colegio de México y doctora en Historia Económica por la Universidad de Harvard. Tiene experiencia como catedrática en el Tec de Monterrey, la Universidad Autónoma Metropolitana y las universidades de Stanford, Harvard y California.
Como investigadora ha sido una dura opositora del modelo neoliberal en México, una crítica que comparte con el presidente López Obrador, y sus principales trabajos de investigación se centran en el estudio del Porfiriato, la Revolución Mexicana y las crisis económicas a lo largo del siglo XX.
¿EL MÁS FEMINISTA?
El nombramiento del presidente López Obrador del primer gabinete paritario —mismo número de mujeres y hombres en las secretarías de Estado— ha sido una acción presumida en varias ocasiones por la actual administración, pero criticada por organizaciones feministas que dudan de la perspectiva de género del mandatario mexicano.
“El presidente más feminista de la historia contemporánea” es un término que acuñó en Twitter la extitular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, para exaltar su entonces jefe y salvarlo de las críticas de la escritora y periodista Lydia Cacho, quien acusó al presidente López Obrador de sabotear, descalificar y acusar a las feministas de enemigas.
La lista de agravios de un sector del movimiento feminista contra el presidente de México es larga: desde su tibieza para fijar una postura abierta y pública sobre la despenalización del aborto en México hasta sus dichos sobre que los movimientos de mujeres son controlados por la oposición para afectar a su gobierno.
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“Se han venido dando estos actos de violencia que antes no se presentaban, diría yo que es un fenómeno nuevo que tiene que ver con el inicio de nuestro gobierno, por eso hasta desconfío sobre su autenticidad, porque no se puede ser revolucionario, no se puede buscar una transformación, luchar por la justicia, siendo un rebelde sin causa”, dijo el presidente en septiembre de este año.
Desde Palacio Nacional y sus giras por el país, el titular del Poder Ejecutivo Federal ha criticado las manifestaciones de mujeres en la capital del país por las pintas que han realizado en monumentos históricos, especialmente en las paredes de Palacio Nacional.
“Hay que ver qué es lo que está detrás, porque hace unos dos años, cuando empezó el movimiento feminista, muchas mujeres participaron, pero se empezaron a dar cuenta de que se habían convertido en feministas conservadoras sólo para afectarnos”.
Entre otros desencuentros está aquella conferencia de prensa en la que evitó que el fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, respondiera ante los rumores de que quería eliminar el tipo penal de feminicidio para “facilitar” el trabajo de los ministerios públicos o cuando apoyó incondicionalmente al morenista Félix Salgado Macedonio en su aspiración por convertirse en gobernador de Guerrero, pese a las acusaciones de abuso sexual en su contra.
@emeequis