Una denuncia por acoso sexual contra un exfuncionario de Cofepris abre la caja de pandora

EMEEQUIS.- Hay alertas rojas prendidas en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Un caso de presunto abuso sexual amenaza con destapar el cajón de los secretos y que, una vez afuera uno, broten todos como de una caja de pandora.

El primer jalón a ese cajón ocurrió a las 19:59 horas del 2 de diciembre pasado, cuando un agente del ministerio público de la Fiscalía de Investigación Territorial en la alcaldía Miguel Hidalgo abrió la carpeta de investigación UI-1S/D/01032/12-2021.

Frente a él tenía a Sandra V., una empresaria del ramo cosmético con deseos de tramitar los permisos necesarios para un nuevo producto protector de pestañas. En lo alto de la primera hoja oficio con el logotipo de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México estaba el delito por denunciar: acoso sexual.

Entonces, la empresaria comenzó su relato: unas horas antes, a las 17:30 horas de aquel jueves, acudió al Hotel Habita, uno de los más lujosos en la avenida Presidente Masaryk en el corazón de Polanco, para citarse con una persona que le aseguró que conocía muy bien el funcionamiento interno de la Cofepris y que él podría asesorarla para registrar su marca y lograr la aprobación de sus productos cosméticos.

Según el relato de Sandra V., en cuanto llegó a la cita aquel hombre le pidió que fueran a una sala de juntas privada que había reservado en el hotel.

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“(Me dijo) Que sí podía asesorarme, pero que no sería gratis, que a cambio de ello tendría que hacerle favores sexuales a lo cual me negué indicándole que yo no era ese tipo de mujeres, para lo cual en un tono amenazante me dijo: ‘si no es así, no sabes el pedote en el que te vas a meter ya que yo mandé y sigo mandando en la Cofepris y de mi cuenta corre que tu producto no salga a la venta’.

“Si quieres el permiso tienes que portarte cariñosa conmigo, (dijo) agarrando sus genitales y en ese momento indicándome ‘este es el señor Cofepris’, señalando sus genitales, para lo cual me volvió a decir ‘ándale, total, sólo será una cogidita a cambio de que te autoricen tu permiso. No tienes idea del poder que yo tengo en la Cofepris”, está asentado en la carpeta de investigación.

El ministerio público Sergio C. firmó el testimonio que acusaba directamente al tal ‘señor Cofepris’: Álvaro Israel Pérez Vega, excomisionado de Operación Sanitaria en tiempos de Enrique Peña Nieto.

UN SECRETO A VOCES

Hasta el momento, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México no ha reportado la detención de Pérez Vega, quien llegó a ser considerado el número dos de la Cofepris en el sexenio pasado.

Lo que sí se sabe es que después de la denuncia de Sandra V. trascendió que otras 10 mujeres denunciaron a Pérez Vega y su modus operandi: ubicaba las solicitudes de jóvenes empresarias para atenderlas “personalmente” en un bar dentro de un hotel y ahí las extorsionaba para facilitar el control sanitario de productos, servicios o establecimientos a cambio de relaciones sexuales.

La respuesta oficial del gobierno de México se comunicó a través de Bertha Alcalde Luján, quien es la nueva responsable jurídica de la Cofepris y aseguró que es falso que el excomisionado de Operación Sanitaria aún tenga influencia en la dependencia.

“Que no les vean la cara: aquí ningún ex funcionario manda y las decisiones de Cofepris se toman con bases técnicas y científicas, apegadas a la ley”, tuiteó la funcionaria pública, hermana de Luisa Alcalde Luján, secretaria del Trabajo en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.

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Pero en la Cofepris cuentan una historia distinta: aseguran que las denuncias contra Pérez Vega confirman un secreto a voces que se cuenta desde hace años en el edificio de la colonia Nápoles, en la alcaldía Benito Juárez.

Incluso, que la verdadera sorpresa no es que el exjefe haya sido denunciado, sino que su comportamiento hubiera pasado tanto tiempo desaparecido y sin que alguna mujer lo hubiera acusado formalmente de transar favores sexuales a cambio de permisos sanitarios.

Incluso, cuentan que Pérez Vega es sólo uno de los funcionarios en la administración anterior que aceleraron controles sanitarios o que los aprobaron sin los mínimos requisitos legales porque alguien había accedido a sus presiones de ser llevada a una habitación de hotel.

Esta práctica fue frecuente entre, al menos, tres comisionados más y cuatro directores de área, que tenían entre sus lugares preferidos los hoteles de Polanco como el Habita o Las Alcobas, según personal de Cofepris que habló con EMEEQUIS con la condición del anonimato.

NERVIOSISMO EN LA COLONIA NÁPOLES

Pero el acoso sexual no sólo era algo que sucedía desde funcionarios públicos hacia ciudadanos buscando orientación o permisos, sino que también ocurría dentro de las instalaciones entre el propio personal.

Pérez Vega y su equipo cercano solían revisar personalmente las solicitudes de estudiantes de últimos semestres de la universidad para hacer una pasantía o servicio social en la Cofepris. Toda solicitud debía tener fotografía del rostro, así como dirección para ubicar si la interesada provenía de alguna colonia de bajos ingresos para aprovechar su vulnerabilidad.

“De pronto, todas eran muy jovencitas y muy bonitas y ellas eran las que estaban asignadas para trabajar con ese grupo… era muy claro, muy evidente para todos lo que pasaba. Yo no sé si ellas después lo hacían por su voluntad, espero que sí, pero no me sorprendería que una denuncia viniera de esas chicas de servicio social”, dijo una de las fuentes que se comunicó con esta revista.

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Además de alentar a otras mujeres a destapar un modus operandi de abuso sexual, la denuncia de Sandra V. ha creado la expectativa entre mujeres de la Cofepris de que podrían aparecer en los próximos días más víctimas apunten a otros funcionarios públicos.

Muchos de ellos, aseguran, siguen en puestos importantes y han sobrevivido al cambio de administración federal gracias a sus conocimientos técnicos; algunos, incluso, ya han sido señalados de acoso en denuncias que no prosperan en el Órgano Interno de Control en la Cofepris.

Hay nerviosismo en el edificio, dicen los testigos de ese largo secreto guardado en el cajón de lo inconfesable. Basta que alguien apunte otro nombre para que muchos más salgan a la luz. Entonces, no se podrá ocultar lo que ha pasado por años en esa comisión federal: el acoso sexual como trámite institucional.

@emeequis

POSICIONAMIENTO DE ÁLVARO ISRAEL PÉREZ VEGA

RESPUESTA 

Señor director:

Con relación a la nota aclaratoria enviada por el excomisionado de Operación Sanitaria en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Álvaro Israel Pérez Vega, sobre el Secreto titulado “Una denuncia por acoso sexual contra un exfuncionario de Cofepris abre la caja de Pandora”, respondemos lo siguiente:

1. En congruencia con los principios periodísticos que rigen a EMEEQUIS, se buscó al ciudadano Pérez Vega para conocer su postura. Sin embargo, él ya no es funcionario de gobierno, sus datos de contactos no son públicos y en la Cofepris no pudieron dar informes de cómo contactarlo. Se agotaron las instancias públicas para localizarlo.

2. La denuncia en su contra corresponde a una carpeta de investigación abierta de la cual hay folio, fecha y hora de apertura, así como presunto delito, ministerio público investigador y denunciante. Poseemos copia de dicho documento jurídico y la disputa sobre los dichos debería dirigirla a Susana V.

3. En el texto aclaramos que el ciudadano Pérez Vega no ha sido detenido, es decir, no se han encontrado aún elementos que apunten a una presunta responsabilidad, dado que la investigación está en una etapa temprana. Si él tiene pruebas de su inocencia debería dirigirse a la ventanilla correcta y presentarlas ante la fiscalía local.

4. Tras hablar con Susana V. y conocer su historia, fuimos contactados por cinco trabajadores y extrabajadores de Cofepris que confirmaron el ambiente de hostigamiento y acoso sexual en la institución durante la pasada administración. El texto siempre atribuye esas acusaciones a varias fuentes internas que, por obvias razones, han solicitado el anonimato.

5. En EMEEQUIS reconocemos el valor periodístico de las denuncias de mujeres en temas de acoso sexual y desde un principio hemos acompañado esas expresiones, señalando con nombre, apellido y cargo a los servidores o exservidores públicos implicados y reconociendo su presunción de inocencia. Así lo hemos hecho con casos como Félix Salgado Macedonio o Andrés Roemer, por mencionar algunos. Si el ciudadano Pérez Vega desea dar a conocer su postura en una entrevista, estamos en la mejor disposición para dicho encuentro.

Redacción EMEEQUIS.