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“No es ético, los animales no son nuestros para usarlos en experimentos”
Además de la crueldad que conlleva, la solución al Covid no vendrá de conejillos de indias, asegura PETA, porque “95% de las medicinas que dan resultados positivos en animales, no los dan en humanos”.
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EMEEQUIS.– La experimentación científica con animales “es cruel y conlleva un desperdicio de tiempo”, asegura Alicia Aguayo, vocera de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), quien no duda advertir:
“Tenemos una biología diferente, nuestros cuerpos son diferentes, por eso esas pruebas casi nunca se pueden aplicar en los humanos”, detalla en entrevista telefónica con EMEEQUIS.
La vocera de una de las organizaciones defensoras de los derechos de los animales más antiguas y reconocidas en el mundo cuenta que, según estimaciones de PETA, el 95% de los medicamentos que dan resultados positivos en animales no funcionan en las pruebas con humanos.
EMEEQUIS publicó el miércoles 10 de junio un reportaje que revela que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que dirige el Dr. José Alonso Novelo Baeza, invirtió 10 millones 700 mil pesos para la adquisición de animales de laboratorio para experimentación en medio de la crisis por Covid-19.
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Se trata de 170 conejos, mil 500 cuyos y más de 45 mil ratones que serán utilizados con fines científicos y que fueron adquiridos a partir de un convenio entre dos entes públicos, la Cofepris se los compró a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), según los registros de Compranet.
FARMACÉUTICAS DEBEN APOSTAR POR OTROS MÉTODOS
Ante la pandemia de coronavirus, la prioridad para el mundo es hallar un tratamiento o vacuna que mitigue los efectos desoladores que ha dejado el virus: 7.3 millones de personas contagiadas y más de 413 mil fallecidos en todo el planeta hasta el 10 de junio.
En este camino, miles de animales están siendo utilizados en experimentos para detener la propagación del virus y de paso aliviar los dolores y las incertidumbres que ha dejado en la raza humana: el dolor de sus pérdidas, la incertidumbre de la crisis económica. Y el miedo de mirar lo degradados que estaban ya los sistemas de salud, que hoy no se dan abasto.
Pero la crianza y la compra de miles de animales para realizar experimentos, dice Aguayo, es inútil, aún en medio de una pandemia.
Por eso, advierte, durante la emergencia sanitaria por Covid-19 los gobiernos y las empresas farmacéuticas deben apostar por métodos donde los animales no sean la base de la experimentación.
“Criar y comprar a miles de animales para realizar experimentos es inútil, cruel y conlleva un desperdicio de tiempo que no tenemos actualmente”.
CONSTRUIR LA NUEVA HISTORIA DE LA MEDICINA
“Los animales son parte de la historia de la medicina, pero como toda historia, es pasado y así debe quedarse”, enfatiza Aguayo.
La historia es tan vieja como los experimentos con animales vivos que hicieron Aristóteles o Claude Bernard, el considerado padre de la vivisección, la práctica de diseccionar animales vivos con propósitos científicos.
“Ahora tenemos métodos más eficaces, así que si la meta es realmente ayudar a los humanos a tener avances médicos, deberíamos de estar invirtiendo nuestro dinero en los métodos más modernos”, afirma la vocera.
Estos métodos modernos incluyen la valoración de las vidas no humanas y el reconocimiento de los avances científicos que garantizan los derechos y la integridad de los animales que históricamente han muerto bajo la bandera de la ciencia.
“Es mejor usar métodos sin animales, con células, tejidos, modelos en computadora y otros métodos modernos, antes de ir a pruebas con humanos voluntarios. Esta es la manera más eficaz y más rápida de encontrar un tratamiento efectivo para combatir cualquier enfermedad, incluyendo el coronavirus”.
–¿Por qué, pese a los avances científicos y los nuevos métodos que mencionas, se sigue utilizando a los animales con este fin?
–Porque las compañías, las universidades, etcétera, reciben dinero por hacerlo, por hacer experimentación. Es como las compañías de petróleo, que no van a admitir que sus productos causan daño al planeta y no van a dejar de producir el producto, porque así es la forma en la que ganan dinero. Lo mismo pasa con los experimentadores, es la forma en la que hacen dinero, es la forma en la que se ganan la vida.
“No podemos contar con ellos para que dejen de hacer estas experimentos crueles e ineficaces y por eso tenemos que hacer presión a través de los gobiernos para que hagan ilegales estas prácticas”.
LA EVOLUCIÓN DE LA EXPERIMENTACIÓN
A la pregunta de cómo ha evolucionado la valoración de la vida de los animales no humanos en el mundo y el impacto que esta percepción tiene en la experimentación, Alicia Aguayo responde que se ha avanzado bastante en cambios legislativos que prohíben que se testen productos de belleza y limpieza en animales.
“Mucha gente se está dando cuenta que no es necesario hacer pruebas en animales, que es muy cruel y que es una práctica que, además, la sociedad rechaza. Pero no es suficiente aún”.
Se ve en este 2020 con la lucha entre farmacéuticas a nivel global que luchan contra el tiempo para encontrar una vacuna o una tratamiento para combatir el coronavirus. No es sólo un interés humanitario, es también económico. Así por los laboratorios del mundo desfilan cuyos, ratones, conejos, monos y demás animales que comparten similitudes con el ser humano para probar la eficacia de las propuestas científicas.
Pero Alicia señala que en Estados Unidos y otros países ya hay muchas compañías que no están desarrollando sus investigaciones en animales. “Por primera vez el gobierno de Estados Unidos ha dicho que no es necesario probar esas vacunas en animales o sea que básicamente han admitido que no es necesario probar medicamentos nuevos en animales”.
Para PETA, enfatiza, es un gran paso. “En medio de la crisis EU ha reconocido que no tenemos tiempo para desperdiciarlo haciendo pruebas ineficaces en animales”.
REGLAS DE BIOÉTICA ¿SUFICIENTES?
En México está activa la Norma Oficial Mexicana 062-ZOO-1999 sobre las “Especificaciones técnicas para la producción, cuidado y uso de los animales de laboratorio”, que marca la posibilidad de que en México se usen animales para experimentación siempre bajo un respeto a su integridad y procurando el menor sufrimiento, así como la posibilidad de que se les practique la eutanasia con fines humanitarios para terminar con el dolor que están sufriendo.
La regulación de las prácticas de laboratorio y la percepción que se tiene del uso de animales con fines experimentales varía según el estado. Por ejemplo, en la Ciudad de México, existe la Ley de Protección a los Animales, que señala en su artículo 47 que los experimentos se atendrá a las normas oficiales mexicanas sólo cuando estén justificados.
Entre las causas que permiten la experimentación está la obtención de resultados experimentales deseados que no puedan obtenerse por otros procedimientos o alternativas y que las experiencias sean necesarias para el control, prevención, diagnóstico o tratamiento de enfermedades que afecten al ser humano o al animal, siempre que se realicen en animales criados preferentemente para tal fin.
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En este sentido, Aguayo sólo dice: “La experimentación con animales es cruel y hay que destacarlo” y recuerda: “los animales usados en laboratorios pueden ser envenenados, son expuestos a químicos en sus pieles y ojos, no está establecida la obligación de que se les de algún analgésico, así que no importa cuán doloroso es un experimento para ellos, se puede hacer. No es aceptable, no es ético, los animales no son nuestros para usarlos en experimentos”.
–¿Consideras que la pandemia va a incrementar el número de animales sacrificados con fines científicos?
–Sí, desafortunadamente sí. En Estados Unidos estamos viendo que se está criando a más ratones que antes, por ejemplo, y les están inyectando un gen para que puedan contraer el coronavirus, porque de forma natural no pueden contraerlo, así que los inyectan para cambiar su biología y experimentar en ellos y así buscar medicamentos para el virus.
“Pero, aunque esto sí está pasando, sigue siendo una pérdida de tiempo y de dinero, porque aunque los ratones tengan el gen, el virus va a interactuar de una forma diferente a como interactúa el virus en el cuerpo humano, realmente no aprendemos nada con estos estudios”.
–¿La solución al Covid-19 saldrá de los animales?
–Es ineficaz apostarle a la experimentación con animales. Es lento. Y de acuerdo a las estadísticas que, insisto, nos dicen que el 95% de las medicinas que dan resultados positivos en animales, no las dan en humanos, así que probablemente no.
@AleCrail