Abusos y maltratos en casas hogar de Jalisco (y Alfaro no hace nada)

EMEEQUIS.– La madrugada de este miércoles 19 de agosto, una denuncia anónima llegó hasta el buzón de la organización civil Contraloría Ciudadana Independiente en Jalisco:  un grupo de enfermeras de la Casa Hogar Cabañas, que pertenece al gobierno estatal, asegura que son obligadas a sedar a los niños de esa institución, para facilitarle el trabajo a la directora.

Las víctimas serían menores de edad que no tienen familia y que deberían estar bajo el cuidado del gobierno local. Pero aprovechando que no tienen papás que los defiendan, los cuidadores les estarían suministrando fuertes tranquilizantes sin que un médico lo avale o, en caso de que sí tengan un diagnóstico psiquiátrico, se les aumenta la dosis.

“Las enfermeras que nos contaron esto lo hicieron bajo protesta de decir verdad. Dicen que los tienen como ‘zombies’, drogados. No tienen razones para mentir y poner su trabajo en riesgo: en caso de ser cierto es un delito muy grave contra la salud”, cuenta a EMEEQUIS Jorge Carlos Ruiz, presidente de Contraloría Ciudadana Independiente.

Esta es la segunda denuncia que esa organización ciudadana ha interpuesto por la probable comisión de varios delitos contra la directora de Hogar Cabañas, Elizabeth González, una funcionaria que se mantiene en su cargo pese a los escándalos de su gestión y a un turbio pasado de maltrato infantil.

ABUSOS EN LA CASA HOGAR

En septiembre de 2019 se hizo público un informe interno de Hogar Cabañas en el que se aseguró que la directora Elizabeth González tenía conocimiento –y no intervino– de que sus cuidadoras supuestamente amenazaban a los niños con quemarles las manos, meterles la cabeza en las tazas de los baños y aventarlos por las escaleras, además de que los golpeaban e, incluso, los asfixiaban.

Meses después, la periodista jalisciense Josefina Real publicó un reportaje en el que advirtió que una gran parte de los 297 niños en Hogar Cabañas presentaba crisis nerviosas e intentos de suicidio por el abandono y maltrato institucional y que, para solucionarlo, su personal solía llamar a la policía de Zapopan, criminalizando a los menores.

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“Y hay cosas más graves: personal del Hogar Cabañas mostraba pornografía a las niñas menores de edad. Esa es una denuncia que yo ya presenté con ayuda de maestras de la Secretaría de Educación Pública y no ha pasado nada”, se queja Jorge Carlos Ruiz. 

“¿POR QUÉ EL GOBERNADOR LA MANTIENE EN EL CARGO?”

A pesar de las historias de abusos, y que el comité regional de Morena pidió formalmente que la directora Elizabeth González fuera cesada del cargo, el gobernador Enrique Alfaro la ha mantenido en el cargo.

“Yo me pregunto, ‘¿qué relación tiene esta señora con el gobernador? ¿por qué la protege tanto Enrique Alfaro?’ El que hasta ahora sea intocable lo único que revela es que en Jalisco no hay gobierno, sino una agencia de trabajo para los amigos del gobernador”, dice el presidente de Contraloría Ciudadana Independiente.

Pero no es el único caso escandaloso en las casas hogar que administra el gobierno de Jalisco.

UN CASO DE MALTRATO SE VIRALIZA

El más reciente ocurrió a principios de agosto, cuando un vecino del albergue 100 Corazones, también bajo la supervisión del DIF Jalisco en Zapopan, subió a redes sociales una grabación que hizo desde su casa: en el video se veía a uno de los encargados de la casa hogar para niños con discapacidad golpear a un menor de edad.

El niño, con una discapacidad intelectual, es azotado en el patio de la casa hogar por el trabajador, quien después pone sus rodillas en el pecho y estómago para que no siga llorando.

“De nuevo, la violencia que ahí se ejerce es algo cotidiano. Tenemos otro caso, por ejemplo, de una menor de edad que, por su discapacidad, tiene incontinencia y en lugar de darle pañales o una colchoneta de plástico, el personal de 100 Corazones la obligaba a dormir en el piso”, narra Jorge Carlos Ruiz.

“Y esto pasa en instalaciones de gobierno”.

TAMBIÉN HAY DENUNCIAS DE ABUSO SEXUAL

El año pasado, 100 Corazones estuvo en medio de otro escándalo, ahora de índole sexual: un monitor de la casa hogar habría abusado sexualmente de una menor de edad. Gracias a que la joven denunció los tocamientos se supo que aquel monitor había hecho lo mismo con otras menores, pero que nadie lo denunció porque elegía a las niñas que no podían hablar o que no podían hacerse entender por su discapacidad.

La gravedad de los abusos sexuales motivó que el procurador de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Jalisco, Luis Antonio Gómez, denunciara a sus propios compañeros en el gobierno de Enrique Alfaro por los abusos cometidos contra los menores, pero ni eso logró que la directora de 100 Corazones perdiera su empleo inmediatamente después de conocerse los abusos sexuales en la institución.

Se necesitó que el video del vecino del albergue 100 Corazones se viralizara para que la directora Miriam Alejandra Vázquez fuera cesada y el monitor que agredió al niño se le acusara formalmente de maltrato infantil.

DENUNCIAN, PERO LOS IGNORAN

“Si la justicia no es expedita, entonces no es justicia. Enrique Alfaro es el responsable de que los abusos siguieran y que nadie sufriera las consecuencias. Se pudo ahorrar mucho sufrimiento de niños, pero el gobernador no quiso actuar, aunque un miembro de su propio gobierno, como el procurador Luis Antonio Gómez, presentó una denuncia”, dice Jorge Carlos Ruiz.

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Para Juan Manuel Estrada, activista en Jalisco por los derechos de los niños y Premio Nacional de Derechos Humanos 2014, la entidad vive una crisis institucional de derechos humanos, que es especialmente dura con los niños del estado.

“Al caso de 100 Corazones se le dio prioridad porque se volvió mediático y todo eso es muy importante para el gobernador Enrique Alfaro. Pero ¿cuántos casos hay así, donde no hay un video, pero sí denuncias graves, en las que nadie actúa?

“Yo te puedo decir que los albergues y casas hogar del gobierno de Jalisco no están bien supervisados. Que hay quejas de abuso sexual contra los niños más vulnerables, los más desamparados, y que están congeladas. Nadie hace nada. Y eso te habla de omisión o de contubernio que hace que estos niños sean víctimas del propio gobierno que debería protegerlos”, aseguró Juan Manuel Estrada, director de la organización FIND especializada en buscar niños robados o extraviados.

Si no se actúa rápido sobre estas casas hogar convertidas en casas del terror para niños sin familia o con discapacidad, estaríamos ante el riesgo de que Jalisco vea en su territorio casos dramáticos de abuso físico, emocional y sexual a niños, como el albergue de “Mamá Rosa” en Michoacán, donde cientos de niños fueron maltratados por años bajo la supervisión omisa de las autoridades, señaló Juan Manuel Estrada.

“Ya vimos que a este gobierno no le importan los niños y que la Comisión Estatal de Derechos Humanos es lenta para presionar al gobernador”, dice  Jorge Carlos Ruiz. “Por eso, pedimos que la Comisión Nacional de Derechos Humanos atraiga estos casos”.

No es muy tarde, asegura el activista, para salvar a los niños más vulnerables de una estancia de terror en las instalaciones del gobierno de Jalisco.

@oscarbalmen