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El Frente Amplio y el factor PRI
Sería injusto no reconocer el papel del PRI en la construcción del Frente Amplio por México y en la designación de Xóchitl Gálvez como la coordinadora hacia 2024.
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CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– Sería injusto no reconocer el papel del PRI en la construcción del Frente Amplio por México y en las etapas que condujeron a la designación de Xóchitl Gálvez como la coordinadora de una convergencia opositora potente y competitiva.
Desde la creación del FAM los priístas se comprometieron, al igual que el PAN y el PRD, con un método que abría las puertas a la competencia y en el que la decisión final estaría en manos de la ciudadanía. Así ocurrió.
Acompañaron a Beatriz Paredes a lo largo de la contienda, inclusive Alejandro Moreno, el líder del PRI, hizo un llamado a la estructura de su partido, justo antes del foro que se realizó en Durango, el inmediato al descarte de Enrique de la Madrid, para respaldar a la senadora.
Las mediciones en la encuesta domiciliaria, en ese momento, mostraron que la tlaxcalteca estaba en la pelea, que iba subiendo. Para esos días Gálvez contaba con un 32.8 % y Paredes con el 29.6%.
Inclusive en algunas circunscripciones, la primera, que agrupa a Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora y en la segunda, que comprende a Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, la senadora Paredes resultó por encima de Gálvez.
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En ese momento quedaban tres finalistas: la propia Paredes, Santiago Creel (quien también declinaría) y Xóchilt Gálvez. Tenía sentido estratégico el hacer un esfuerzo para empujar a una de las priistas más talentosas.
La historia es conocida, los partidos integrantes del FAM solicitaron al Comité de Organización que se dieran a conocer los resultados de las encuestas que, junto a la consulta directa de un padrón de 2 millones 297 mil 529 personas, definiría la competencia.
Los resultados de la medición definitiva en vivienda fueron de 56.8% para Gálvez y 43.2 % para Paredes y en la telefónica de 59.4% y 40.6%, respectivamente. La ponderación quedó en 57.5 % y 42.4%.
En realidad, la consulta ya no habría variado los rangos de diferencia, por lo que cancelarla no surtió efecto en el procedimiento. Paredes, en un gesto que la honra, aceptó que, en democracia, a veces se gana y a veces se pierde.
Hay razones para indicar que habría sido lo idóneo el acudir a las mesas el domingo 3 de septiembre, pero esa fecha se utilizó para la concentración en el Ángel de la Independencia, donde Gálvez recibió su constancia como coordinadora del FAM.
Los resultados están a la vista: hay unidad entre los participantes frentistas, las organizaciones sociales acompañaron el proceso y muchas de ellas veían a Gálvez como la alternativa para disputar el poder en 2024. Todo se alineó, es correcto decirlo, pero no fue espontáneo, sino una convergencia de buena política y voluntad ciudadana.
Es ahí donde no hay que regatearle méritos a Moreno ni a operadores eficientes y comprometidos con el proceso, como el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, y Rolando Zapata, quienes tuvieron una participación inteligente y ponderada en el Comité de Organización.
Se suelen hacer pronósticos sobre lo que los priístas harán o no harán en determinadas coyunturas. Con frecuencia se siembran dudas sobre cómo actuarán a la hora de las grandes definiciones.
Pero si nos atenemos a los hechos, han estado con la defensa de las instituciones democráticas.
A nivel legislativo, defendieron al INE y al Tribunal Electoral, oponiéndose al Plan B. También detuvieron, con el resto de la oposición, la pretensión de que la Guardia Nacional se convirtiera en una rama de la Secretaría de la Defensa.
El PRI, por primera vez en su historia, tendrá una candidata mujer a la presidencia de la República. Gálvez es, en los hechos, una candidata ciudadana, más allá de afinidades con el PAN o inclusive con el PRD, que fue el partido que la postuló para el Senado.
Tan sólo esto es una buena noticia, que a la vez refiere el compromiso democrático y ciudadano de uno de los partidos históricos que ha sabido evolucionar en el tiempo y ser participante de toda la batería de reformas que hicieron posible el establecimiento de elecciones libres.
Sin el PRI se reducirían, y mucho, las posibilidades de éxito en 2024, donde además de la Presidencia, se disputarán nueve gubernaturas y la integración del Congreso, indispensable, esta última, para detener la deriva autoritaria en la que nos encontramos.
@jandradej
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