¿Quién cuida a los que cuidan? La deuda del sistema de cuidados en México

EMEEQUIS.– “Nosotras como madres cuidadoras no somos eternas. No vamos a estar siempre con ellos y tenemos esa inquietud. Si no estamos las mamás cuidadoras ¿quién va a ver por nuestros hijos?”, cuestiona Eva Cruz López, sobre el futuro de su hijo, José Alberto Peñalosa, quien vive con discapacidad intelectual. 

Desde hace 19 años se ha enfocado al 100% de los cuidados de su hijo, buscando la manera de dejarle herramientas para su independencia. Sin embargo, para ella también significó dejar su empleo, sus actividades cotidianas de esparcimiento, salud emocional e interacción con los otros. 

Con labores diarias de cuidado llegaron también enfermedades para ella. Es diabética y padece asma desde hace más de 10 años.

“No hay una red de cuidados que digan: bueno, yo veo a tu hijo. Yo lo cuido cinco minutos, o si te tocas cita médica,  yo me quedo con él, con tu hijo. Siempre es así: híjole ahora quién lo va a cuidar y ahora quién lo va a ver”, refiere la cuidadora sobre la falta de espacios de atención públicos para los cuidados. 

Las labores de cuidados han dejado inactivas económicamente a más de 25 millones 116 mil 701 mujeres; de acuerdo con estadísticas presentadas en el MACU, Mapa de Cuidados de México, elaborado por el Instituto de las Mujeres, ONU Mujeres y el Colegio de México. 

Esta herramienta que contabiliza y georeferencia que en el país existen 91 mil 643 establecimientos para los cuidados; sin embargo, se estima que hay más de 43 millones de mexicanos que requieren de cuidados. 

Establecimientos insuficientes para la atención pública de los cuidados. Sumado a la falta de presupuesto y normativas para la creación del Sistema Nacional de Cuidados, política prometida por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para fomentar la inclusión laboral e independencia económica de las mujeres.

Los cuidados especiales de Vania. Foto: Cortesía.

LOS CUIDADOS: DOBLE JORNADA PARA LAS MUJERES

En comparación con los hombres, las mujeres dedican casi tres veces más de tiempo y valor económico a los cuidados y el trabajo doméstico que no es remunerado. 

Durante 2021, la actividad de cuidados representó el 26.3% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, un valor económico que alcanza los 6.8 billones de pesos, de acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Las mujeres han sostenido los cuidados por mandato cultural e histórico, es por ello que se impulsan políticas políticas por la repartición y corresponsabilidad de estas labores. Se calcula que 7 de cada 10 actividades de cuidados las realizan las mujeres, ya que sostienen el 75% del cuidado no remunerado, de acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

Esta circunstancia tuvo un giro para la familia de Ricardo Torres, quien decidió dejar su empleo para ocuparse del cuidado diario de su hija Vania de 4 años; mientras que su esposa es el sostén económico familiar. 

Vania nació con traqueobroncomalacia, tiene problemas de crecimiento y gastrointestinales, por lo que requiere atención médica con más de 10 especialistas, toma de medicamentos y observación frecuente. 

El taller mecánico que Ricardo levantó durante toda su vida tuvo que cerrar por la necesidad de quedarse en casa al cuidado de la niña; esta situación también le ha traído problemas de salud física y emocional. 

“Ahora tengo problemas de hipertensión. Tengo que estar tomando medicamentos para para poder estar en orden, estar tranquilo y seguir sirviéndole a mi niña”, cuenta en entrevista con EMEEQUIS, al referir el desamparo en el que se encuentran las madres y padres cuidadores que han tenido que dejar sus ingresos por proteger a los suyos. “Nosotros no tenemos un apoyo, no tenemos un sueldo, no tenemos ninguna prestación, no tenemos absolutamente nada”, dice.  

Vania es atendida en el Teletón y en instituciones de salud pública; sin embargo todos los cuidados recaen en la familia y en su padre de manera más próxima. Una realidad que enfrentan miles de familias que no han logrado acceder a instancias de cuidado públicas. 

Sin una política enfocada en la responsabilidad del Estado sobre los cuidados, tampoco hay una protección para las y los cuidadores que se ven orillados a abandonar sus trabajos, actividades cotidianas y autocuidado propiciando el desgaste físico y mental para los miembros de las familias cuidadoras. 

INSUFICIENTES CENTROS DE CUIDADOS 

El Instituto de las Mujeres (Inmujeres) publicó recientemente el MACU, Mapa de los Cuidados de México, el cual muestra el panorama de carencias de infraestructura y espacios dedicados a los cuidados en el sector público.  

Al reunir la información de diversas bases de datos gubernamentales, investigadores de El Colegio de México pusieron la geolocalización de cuántos centros de cuidados existen en el país, cuál es el aproximado de población que los requiere, y cuántas mujeres están inactivas económicamente derivado de los cuidados. 

Nadine Gasman, titular de Inmujeres. Foto: Emeequis.

“Con este mapa donde tenemos georreferenciados todos los centros públicos y privados con sus características. La ciudadanía puede entrar y ver qué es lo que está cerca de su casa”, explica a EMEEQUIS, Nadine Gasman, titular de Inmujeres. Reconoce que esta herramienta también hará evidente los lugares en los que se necesita mayor presupuesto e infraestructura para centros de cuidados. 

“Es una herramienta muy potente que nos permite ver qué tenemos y qué nos sirve a las ciudadanas y ciudadanos, pero que también va a servirle a los tomadores de decisiones. (por ejemplo) yo soy una presidenta municipal, una alcaldesa, veo qué hay en mi espacio y qué hace falta y donde vale la pena invertir”, comenta. 

En Jalisco, por ejemplo, el estado de donde es originario el padre cuidador, Ricardo Torres, cuenta con 6 mil 660 establecimientos públicos que ofrecen cuidados para una población total de 8 millones 348 mil 151 habitantes, de acuerdo con el MACU.

 Total de establecimientos públicos de cuidados en México. Fuente: Mapa de Cuidados de México.

Esto significa que hay disponibilidad de sólo un establecimiento de cuidados por cada mil 253 habitantes que podrían requerir en algún momento de la asistencia pública; entre adultos mayores, niños y personas con discapacidad. 

En un promedio nacional, de acuerdo con los datos estadísticos del MACU, hay un centro de cuidados por cada mil 400 mexicanos; ya que en todo el país se cuenta sólo con 91 mil 643 establecimientos públicos.

Eva Cruz López se preocupa del futuro de su hijo, José Alberto Peñalosa, quien vive con discapacidad intelectual. Video: Cortesía.

El Estado de México es la entidad que tiene más establecimientos directos e indirectos para los cuidados, con 11 mil 417 centros; sin embargo también es el estado con mayor densidad de población, con 16 millones 992 mil 418 habitantes. Esto significa que por cada mil 448 habitantes sólo hay disponible un centro de cuidados. 

De la población total del Edomex, se calcula una población infantil de 3.2 millones; más de 756 mil personas con discapacidad y 1.2 millones de adultos mayores de 65 años. 

La insuficiencia de estas instancias se percibe en la igualdad de condiciones para las mujeres. Pese a que el Estado de México es el estado con más centros para cuidados, también es el que mayor número de mujeres económicamente inactivas con 3.5 millones de personas. 

 Total de mujeres económicamente inactivas. Fuente: Mapa de Cuidados de México.

La entidad con menos centros de cuidados es Baja California Sur con 660; Colima 667; Campeche 683 y Aguascalientes con 964 establecimientos. 

En tanto, los estados que menor acceso laboral tienen para las mujeres además del Edomex, son Veracruz con 1.9 millones de mujeres inactivas, 1.8 millones en la Ciudad de México, 1.6 millones en Jalisco y 1.4 millones de mujeres en Puebla. 

¿QUÉ SIGUE CON EL SISTEMA DE CUIDADOS?

El Sistema Nacional de Cuidados surgió en exigencia de familias, madres cuidadoras y activistas por el reconocimiento a su labor y la corresponsabilidad del Estado. Fue así que se impulsó la promesa de igualdad e inclusión de las mujeres en el campo laboral a través de fortalecer los servicios de cuidado y asistencia gubernamentales. 

“Cuando hablamos de un sistema nacional de cuidados, estamos hablando de cómo nos organizamos para reconocer, redistribuir y remunerar esto que sostiene la vida”, lo explica Nadine Gasman, presidenta de Inmujeres. Refiere que las primeras peticiones fueron la creación de políticas públicas para la autonomía económica de las mujeres. 

Desde el año 2020 en la Cámara de Diputados se aprobaron dos reformas en esta materia. El artículo 4 de la Constitución que reconoce el derecho a cuidar y ser cuidado a través de la garantía del Estado, además de una adición al artículo 73 que da continuidad a la creación de la Ley General del Sistema Nacional de Cuidados. 

Sin embargo, en el Senado están detenidas ambas disposiciones que dotarían de presupuesto, normativas y carácter jurídico para la implementación del Sistema Nacional.

“Hicimos un estudio que demuestra que gastar en cuidados, es una inversión que tiene un retorno rápido que crea empleos y que realmente tiene un impacto social muy importante”, refiere la funcionaria federal en entrevista con EMEEQUIS. 

Organizaciones de la sociedad civil han revelado que las Erogaciones para la Igualdad entre Hombres y Mujeres contenidas en el Anexo 13 del presupuesto federal son insuficientes para la creación de un Sistema integral de Cuidados.

Para la realización del Sistema de Cuidados sería necesario, al menos el 1% del Producto Interno Bruto. Sin embargo, no se cuenta con estructura orgánica que dé certeza a que se asigne este presupuesto. 

Por su parte, el informe “Redistribución, justicia fiscal y género en México” realizado por la organización Intersecta, señala la insuficiencia presupuestaria para los programas de género y en contra de la desigualdad entre hombres y mujeres, como la creación del Sistema Nacional de Cuidados. 

“Es fundamental que el gobierno sostenga y amplíe la inversión en bienes y servicios públicos de calidad, como instituciones de salud, escuelas, transporte público, entre otros, a la vez que realiza las transferencias monetarias para la población. Para financiar esto, necesariamente se requiere un incremento en los ingresos públicos”, se plantea en el informe. 

@GloriaPE_

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