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Plagios 4T. Yasmín Esquivel, Alejandro Gertz, Fabrizio Mejía, Romero Tellaeche...
Se acumulan denuncias de plagios entre personajes de la 4T: antes de Yasmín Esquivel ya figuraban Alejandro Gertz, Fabrizio Mejía, Romero Tellaeche… sus argumentos para defenderse rayan en lo inverosímil: la ministra ahora dice que empezó a redactar su tesis en 1985.
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EMEEQUIS.– Las denuncias por robos de contenidos académicos y de producción intelectual contra miembros de la cúpula obradorista se han ido acumulando.
Además de la ministra se la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, han sido denunciados como plagiarios Fabrizio Mejía Madrid, escritor identificado con Morena; el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero; José Antonio Romero Tellaeche, director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y Armando Contreras Hernández, director del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Aunque la reproducción de una obra sin derecho y la sustitución del nombre del autor en la misma son delitos que el Código Penal Federal castiga con prisión de hasta seis años de prisión cada uno, ninguno de los casos señalados ha sido investigado por autoridades judiciales hasta ahora ni ha causado la destitución de los implicados.
Sólo el caso Antonio Romero Tellaeche fue indagado por instancias internas de las dependencias involucradas, pero a pesar de que dichas pesquisas confirmaron los hurtos, el personaje permanece en el puesto.
No obstante, el caso de la ministra Esquivel, esposa del empresario constructor y asesor presidencial José María Rioboo, podría detonar investigaciones más amplias, pues destapó una serie de casos vinculados, que han puesto al descubierto una operación sistemática y coordinada para la consumación de los delitos señalados.
Por lo pronto la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), casa de estudios por la que se tituló Esquivel Mossa, confirmó que la tesis de licenciatura de la jurisconsulta es una copia de otra, y lo puso en términos elegantes, pues dijo que el comité técnico encargado de la revisión del caso “encontró que existe un alto nivel de coincidencias entre ambos textos”.
Cabe señalar que el principal descubridor de los textos fraudulentos es el académico y periodista Guillermo Sheridan en Latinus.
LA LEY
Luego de que Sheridan destapara el caso de la tesis de la ministra Yasmín Esquivel, se ventilaron otros casos vinculados al mismo trabajo de titulación. En redes digitales se difundieron, con supuestas copias de fragmentos de los escritos, semejanzas entre las tesis de Édgar Báez (1986), Yasmin Esquivel (1987), Juan Carlos Blanco Silva (1993), y Juan Carlos Martínez Mendoza (2010), presuntamente dirigidas por Martha Rodríguez Ortiz, todo lo cual estaría por indagarse por parte de las autoridades universitarias.
La UNAM emprendió una investigación, por lo pronto, sobre el caso de Esquivel. Y el 23 de diciembre comunicó sus conclusiones preliminares:
“Al llevar a cabo el cotejo pormenorizado de las tesis profesionales de una alumna de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, presentada en 1987, con la de un alumno de la Facultad de Derecho, sustentada en 1986, la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información de esta Universidad encontró que existe un alto nivel de coincidencias entre ambos textos.
El resultado del análisis mencionado se hará del conocimiento del Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón, instancia encargada de realizar la revisión del caso respetando el debido proceso legal y en estricto apego a los procedimientos y tiempos establecidos en la normatividad universitaria”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador intervino en el tema para disculpar a Esquivel:
“Tiene que resolverlo la autoridad competente, yo en este caso no soy objetivo del todo porque considero que cualquier error, anomalía, cometida por la ministra Yasmín cuando fue estudiante, cuando presentó su tesis de licenciatura, es infinitamente menor al daño que han ocasionado a México Krauze y el señor que hace la denuncia, Sheridan, esos le han hecho mucho daño a México”.
Pero la legislación mexicana no considera que el robo de contenidos sea una inocentada. El Artículo 424 del Código Penal Federal, referente a delitos en materia de derechos de autor, determina: “Se impondrá prisión de seis meses a seis años y de trescientos a tres mil días multa (…) A quien use en forma dolosa, con fin de lucro y sin la autorización correspondiente obras protegidas por la Ley Federal del Derecho de Autor”.
Y la Ley Federal de Derechos de Autor, establece: “Las obras protegidas por esta Ley son aquellas de creación original susceptibles de ser divulgadas o reproducidas en cualquier forma o medio”.
Entre ellas, considera:
“Las que han sido hechas del conocimiento público por primera vez en cualquier forma o medio, bien en su totalidad, bien en parte, bien en lo esencial de su contenido o, incluso, mediante una descripción de la misma (…); las que han sido puestas a disposición del público mediante su almacenamiento por medios electrónicos que permitan al público obtener ejemplares tangibles de la misma, cualquiera que sea la índole de estos ejemplares”.
Y en un viraje de estrategia, el 25 de diciembre por la tarde, en medio de la bruma del recalentado, Yasmín Esquivel liberó una carta en la que afirma que empezó a redactar su tesis en 1985, un año antes que la de Báez. ¿De plagiaria a víctima de plagio?
“Mi tesis ‘Inoperancia de los Sindicatos en los Trabajadores de Confianza del Artículo 123 Apartado A’ es un proyecto original y auténtico que empecé a redactar y revisar desde 1985. Un año antes de la tesis ‘similar’ que habría elaborado el estudiante Edgar Ulises Báez Gutiérrez”, escribió la magistrada en una carta publicada en su cuenta de Twitter este domingo 25 de diciembre.
Esquivel afirmó que empezó a redactar su tesis desde 1985, dos años antes de publicada.
GERTZ , EL RENACENTISTA
En julio de 2021, Sheridan demostró –en su columna de El Universal– que una de las meritorias obras del fiscal no es sino un vulgar plagio, es decir, embuste y robo simultáneos, de lo escrito por otros autores.
Se trata de la Biografía de Guillermo Prieto, que Gertz Manero publicó en 1967 dentro de la serie La victoria de la República, y que fue el número 19 de los Cuadernos de Cultura Popular N° 19, que editaba la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Sheridan demostró, párrafo a párrafo, que Gertz transcribió textualmente tramos de las obras de Salvador Ortiz Vidales (Guillermo Prieto y su época, Editorial Botas, 1939) y de Malcolm D. McLean (Vida y obra de Guillermo Prieto, Colmex, 1960).
Pero el Conacyt, encabezado por María Elena Álvarez Buylla, lo exoneró. El fiscal general de la República no es un plagiario, sino un “divulgador”, parecía ser la lógica.
El Consejo General del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) y su Junta de Honor concluyeron que “en virtud de que, ninguno de los quejosos es autor o demuestra contar con derechos de propiedad de las obras presuntamente plagiadas (…) no hay interés directo de la verificación o rectificación de las obras señaladas”.
Y acordó “por unanimidad, desechar la queja presentada en contra del Dr. Alejandro Gertz Manero (…) en virtud de que ninguno de los quejosos es autor o demuestra contar con los derechos de propiedad de las obras supuestamente plagiadas”.
Guillermo Sheridan, uno de los quejosos, escribió en su cuenta de Twitter: “El ‘Conacyt de la 4T’ desechó la denuncia por plagio contra Gertz porque no la hicieron los plagiados, que están muertos, sino 250 pares académicos de Gertz”.
Para todo efecto, el Conacyt transformó el plagio de obras de autores fallecidos en “mérito académico para los vivos”.
De modo que si el fiscal quiere firmar Los infortunios de Alonso Ramírez (1690) está en todo su derecho, siempre y cuando don Carlos de Sigüenza y Góngora no se presente a reclamar la autoría ante el Instituto Nacional de Derechos de Autor. (Indautor).
Y para fines prácticos, Gertz Manero queda habilitado para formar parte del SNI (Sistema Nacional de Investigadores) y acceder a un “estímulo” económico por su preciosa obra de divulgación, que además tendrá la ventaja de no incluir engorrosas “citas” que confundan al lector con la referencia de los autores originales.
La queja había sido interpuesta por el investigador Guillermo Sheridan y respaldada por cerca de 250 investigadores del Conacyt bajo la imputación de “faltas a la integridad científica, en la modalidad de plagio”.
Pero el plagio sobre el escritor liberal no fue lo único que le publicó la SEP a Gertz Manero durante la gestión de Agustín Yáñez en esa dependencia (1964-1970).
Las publicaciones de la SEP estaban a cargo del subsecretario de Asuntos Culturales, Mauricio Magdaleno, quien compartía con el joven Alejandro Gertz el gusto por el teatro y por el ambiente de los grupos actorales.
Pero además, Gertz era el secretario particular de Magdaleno. Así que le auspició dos libros más al hoy fiscal. Primero, Antología del pensamiento de John F Kennedy, en el mismo año de 1968, una coedición SEP/ Costa-Amic, dentro de la colección Pensamiento de América, que recoge frases del presidente estadounidense, seleccionadas y prologadas por Gertz Manero.
Al año siguiente la SEP le publicó un libro más, Ignacio Allende (SEP, 1969), que más que una biografía de factura historiográfica, es una semblanza conmemorativa del natalicio del caudillo independentista redactada con el estilo grandilocuente muy propio para oradores y recitadores. Por ejemplo, reseña:
“Un hombre había caído pero un héroe surgió. El pueblo al saber el triste suceso lloró su muerte, mas en su dolor encontró el ejemplo. Centauro maravilloso, personaje mítico, autor de fecunda obra, que él inició y otros concluyeron”.
En enero de 2020, el área cultural del ayuntamiento de San Miguel de Allende –encabezado por el panista Luis Alberto Villarreal, el señalado por los reventones y los moches–, organizó una lectura pública del libro de Gertz, en voz del actor Demián Bichir.
Ya en tiempos de Luis Echeverría, Gertz Manero publicó La defensa jurídica y social del patrimonio cultural de la nación (1976), bajo el sello del Fondo de Cultura Económica (FCE). El divulgador ya era por entonces Oficial Mayor de la Procuraduría General de la República (PGR). Parecían haber cambiado bastante sus intereses “intelectuales”.
Pero al parecer cambiarían aún más en los ochenta, cuando publicó un ensayo de temática insospechada en su “línea de trabajo”: La estadística computacional al servicio de la impartición de justicia (1982).
Después, Gertz Manero dedicó un ensayo que exploraba la comunidad de su origen familiar: La situación legal de los ciudadanos alemanes en México durante los años 1942-1946 (1986). Efectuó también un Análisis de las relaciones México – Estados Unidos 1947 -1850 (1987).
De estos tres últimos libros no hay demasiados rastros en los catálogos bibliotecarios.
Ya en 1993, Getz Manero publicó México. Perfil de un rostro oculto, con la editorial Lasser Press Mexicana. Era una crítica al gobierno de Carlos Salinas de Gortari.
Tras dejar el cargo de secretario de Seguridad Pública federal, que ocupó en el gobierno de Vicente Fox, publicó el ensayo México – Estados Unidos, desarrollo comparado durante el siglo XX (2005).
También le entró al tema policiaco con el ensayo Seguridad y justicia. Sí se puede. (2007), aunque al parecer, bajo su gestión no se pudo.
Ya en el sexenio siguiente, siendo miembro de Convergencia, partido antecesor de Movimiento Ciudadano, escribió un libro más político, en colaboración con una de las figuras de ese partido: el abogado y legislador Luis Maldonado Venegas, quien murió en 2019.
El libro es Democracia real y poder ciudadano, una coedición de la Universidad de las Américas con Miguel Ángel Porrúa, publicada en 2009.
La misma universidad de Las Américas le publicó a Gertz, en 2014, un libro sobre otro tema inesperado: Auditar la Ecología (Universidad de Las Américas, 2014), sobre la deforestación y los incendios comerciales.
Pero fue en 2015 cuando Alejandro Gertz Manero cruzó una nueva frontera, cuando revisitó la temática new age bajo el manto de descubrimiento cientificista en su obra Psicoanálisis, la gran alternativa, publicado por Grupo Editorial Tomo.
La contratapa del libro orienta sobre estos métodos para alcanzar la liberación conciencia:
“Existen terapias de curación y terapias de salvación; las primeras nos liberan de los males de la mente; las segundas propician el crecimiento y ejercicio del mayor bien que tenemos: nuestra conciencia. Cuando nuestra mente no está perturbada funcionamos perfectamente en el mundo, pero eso no significa que el mundo en el que vivimos sea bueno, o que valga la pena adaptarse a él; muchas veces es necesario oponernos a los males del mundo para encontrar la vía de salvación, aquella que nos permite avanzar hacia la realización de valores positivos y rechazar los negativos, y eso solo puede hacerse desde la luz de la conciencia”.
Y remata, por si no se había animado a comprarlo: “El doctor Gertz Manero explora el aspecto salvífico que se implica en el psicoanálisis como una formidable herramienta para el modelaje de una conciencia individual luminosa y transformadora, capaz de oponerse a una sociedad que parece marchar hacia un orden despótico, o hacia un caos devastador”.
Gertz ha ido aún más lejos en la industria editorial. La periodista Katia D’artigues ha comentado: “Gertz Manero se asoció con la ‘Reina de las Historietas’, Yolanda Vargas Dulché, para distribuir esa revista (Lágrimas y risas) y otras famosas, como Kalimán. Además de otra de creación propia, de inspiración policiaca: Denuncia, que llegó a tirar 400 mil ejemplares semanales”.
Romero Tellaeche. Foto: Cuartoscuro.com.
ROMERO TELLAECHE Y CONTRERAS
El 6 de junio pasado, un grupo de profesores de esa institución denunció por plagio al diretcor del CIDE, José Antonio Romero Tellaeche.
El contenido en cuestión era el artículo “Import Demand for Intermediate Goods in Mexico: 1993-2018”, publicado en 2019 en la revista Atlantic Review of Economics-AROE, originalmente en coautoría de Romero Telaeche con Rodrigo Aliphat Rodríguez, profesor de la misma isntitución.
Romero publicó después el mismo artículo en la revista Trimestre Económico, como producto de su única inspiración, y con el titulo “La herencia del experimento neoliberal”.
La Comisión de Ética del CIDE se reunió para resolver la controversia y determinó que en los 13 párrafos citados por los denunciantes “se cometió una apropiación literal y no reconocida adecuadamente de los trabajos de los autores originales”.
“Esta Comisión considera necesario reiterar que el ‘basarse en el trabajo de un autor’ no puede consistir jamás en la utilización de las mismas oraciones, en el mismo orden y con los mismos datos y referencias, sin utilizar las comillas para indicar que en realidad se trata del trabajo de otra persona”, expusieron.
“El mero trabajo de hacer la traducción literal, presentar referencias de la fuente original como propias y de adaptarlas a los criterios específicos de citación de una revista es una señal indudable de que esta apropiación se hizo de manera consciente e intencional”.
La comisión consideró que se trataba, por tanto, de una “falta grave”. Pero también ponderó que de acuerdo con el Código de Ética y el Estatuto del Personal Académico del CIDE, la aplicación de las sanciones correrspondientes debía determinarlas el director de la institución, pero siendo él mismo el infractor, la propia comisión y la Dirección General de Conacyt deberían aplicar la penalización.
El presunto infractor se mantiene en el cargo.
CONTRERAS
El 24 de mayo de 2022, el académico Guillermo Sheridan denunció un caso más de plagio, esta vez el entonces recién nombrado director del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), Armando Contreras Hernández.
A Sheridan le llamó la atención que el personaje, encargado de tan relevante posición pública, incurriera en una estridente falta de ortografía en su propia semblanza, entregada al Conacyt. Dicho resumen biográfico dice que el funcionario “mirar desde otras perspectivas la hueya de mi transitar”.
Fue como se dio a la tarea de investigarlo: “Lo primero que hallé fue una participación de Contreras en “La ciencia es tu derecho. Reflexiones críticas sobre políticas, normas e instituciones”, seminario que presidió Álvarez-Buylla en noviembre de 2021 y puede verse en la página del Conacyt.
Descubrí que buena parte de la ponencia “de” Contreras está plagiada de un ensayo del Dr. Ambrosio Velasco, “Diversidad cultural, pluralismo epistémico, ciencia y democracia”, que publicó la revista Acta sociológica en diciembre de 2016 y se lee en línea: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0186602817300294”.
FABRIZIO MEJÍA, “PLAGIARIO COMPULSIVO”
En las publicaciones del consejero del Instituto de Formación Política de Morena, Fabrizio Mejía Madrid, Guillermo Sheridan ha detectado copias textuales o apenas alteradas al biógrafo estadounidense Walter Isaacson; al novelista inglés Malcolm Lowry; al historiador francés Alin Courbin; al filósofo italiano Giorgio Agamben, al escritor palestino Edward Said, entre muchos otros.
En cada caso, Sheridan ha mostrado uno a uno la comparación de los textos originales con las versiones de Mejía Madrid.
En septiembre de 2019, el académico de la UNAM publicó en Letras Libres:
“Pocos plagiarios tan compulsivos –aunque ninguno tan impune– como el intelectual orgánico y versátil escritor Fabrizio Mejía Madrid. (…). que se presentan a sí mismos como los “brillantes pensadores”. Ya una vez demostré uno de los tantos robos que, desde luego, continúa cometiendo. Es difícil encontrarle algo que no sea una contrahechura de pegotes, glosas y sincréticos copipeists”.
@estedavid
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