El espejismo del Tren Maya maquilla derrumbe de la industria de la construcción

EMEEQUIS.– Si algo ha hecho que los recursos públicos para obras crezcan este año son los contratos del Tren Maya, una de las grandes promesas y prioridad de la administración de Andrés Manuel López Obrador. No obstante, esto no alcanza para inyectar dinamismo a la industria de la construcción a nivel nacional.

De enero a julio de 2020 se han iniciado 3 mil 363 contratos de obra pública y servicios relacionados, 33.8% menos que en el mismo periodo de 2019, de acuerdo con la información revisada por EMEEQUIS en Compranet.

Aunque el número de contratos es menor, el valor total es de 64 mil 919 millones de pesos, 143% mayor a los 26 mil 728 millones en el periodo que se compara.

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Este aumento se debe a los contratos relacionados con el Tren Maya, que acaparan 60% de los recursos. De esa manera se tiene que, para el resto de obra pública y servicios relacionados, quedan 25 mil 930 millones.

El pasado 1 de junio AMLO se dio cita en Escárcega, Campeche, para dar el banderazo a esta obra y asegurar que no iba a quitar del foco a otras zonas del país. “No se va a abandonar el norte, no se va a abandonar el Bajío, no se va a abandonar el centro, nada más es darle un levantón que necesita el sureste”.

Sin embargo, hace días la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) le pidió al gobierno federal acelerar el gasto en obra pública y hacer una mejor redistribución en todo el país, ya que el avance del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020 de las dependencias que más recursos inyectan a esta apenas es de 7%.

EN CAÍDA LIBRE

Son varios meses al hilo en que el valor de las empresas de la industria de la construcción ha caído, pero el desplome se agravó durante abril y mayo, meses más golpeados por el paro de actividades derivado de la pandemia.

De acuerdo con los últimos datos del INEGI, el valor de las empresas durante mayo ha sido el más bajo desde que se tiene registro (2006) ubicándose en 19 mil 715 millones de pesos: en su comparación anual es un derrumbe de 34.2%.

Con esto el personal ocupado en mayo también tocó mínimo histórico con 392 mil 320 personas, una caída de 22.5% en relación con igual mes de 2019 y la remuneración cayó 1.4%. El personal más golpeado por la Covid-19 han sido los albañiles, aquellos en los que recae el trabajo duro.

Aunque desde 1 de junio la actividad del sector construcción retomó actividades al lograr incluirse en las esenciales y empieza a generar empleos, aún hace falta mucho para una recuperación.

 Según AMLO la decisión de no parar tanto tiempo la industria de la construcción ha ayudado, “Ustedes saben bien, más que nadie los camineros, los constructores, los que trabajan en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que la industria de la construcción ocupa mucha mano de obra, es lo que permite reactivar más pronto la economía”.

Y sí, aunque la SCT es la de mayor avance en el PEF 2020 para la contratación de obra pública, con 72.2%, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal del Electricidad es de tan sólo 1%. Mientras que en el sector salud es de 14%.

El presidente de la CMIC, Eduardo Ramírez Leal, cuestionó que la SCT sí ha podido licitar más de 2 mil 200 contratos y las otras dependencias no. Además señaló la baja proporción de inversión de recursos públicos, que es de 20% contra 80% de privados.

SE NECESITA MÁS

Se prevé que el sector podría volver a tener un crecimiento al cierre de 2021, pero sin una fuerte inversión no habrá una recuperación a los niveles de hace cinco años, indica BBVA en su informe de la “Situación Inmobiliaria en México”.

El PIB de la construcción se espera caiga 13% en este año por los efectos de la pandemia y por un débil desempeño, que ya venía mostrando desde finales de 2016. Es por ello que la institución financiera refiere que es fundamental que se diseñen mecanismos adecuados de inversiones público-privadas, para que el sector tenga un ritmo de crecimiento sostenido. 

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En 2014 el PIB de la construcción creció 2.7%, en 2015 fue de 2.4%, en 2016 de 1.9%, en 2017 cayó 0.9%, 2018 volvió a crecer ligeramente 0.6% y finalmente en 2019 se desplomó 5%.

Por su parte, el Banco Inmobiliario Mexicano señala que, además de la afectación por la contingencia sanitaria, se suma el retraso en el inicio de los proyectos incluidos en el Acuerdo Nacional de Infraestructura, así como la incertidumbre en los mercados financieros y su impacto en las expectativas del sector privado.

ESPERANDO QUE SURTAN EFECTOS…

Son 13 contratos los que ha otorgado el gobierno federal para el Tren Maya, seis por licitación pública, cuatro por invitación a tres personas, dos entre entes públicos y sólo una adjudicación directa. En total suman 38 mil 989 millones de pesos.

Los de mayor monto son para la construcción de los tramos 1,2 y 3. Cisa, de Carlos Slim, es la constructora que se llevó el contrato más jugoso, para el tramo 2, por 15 mil 994 millones.

AMLO ha dicho que con el Tren Maya se generarán alrededor de 80 mil empleos. “Yo espero que inauguremos el tren completo, los mil 500 kilómetros, a más tardar a principios del 2024, desde luego que antes va a estar inaugurado el tramo de Palenque a Cancún y también el de Cancún a Tulum, el que nos va a quedar hasta principios del 24 va a ser el tramo de Tulum a Escárcega, pasando por Calakmul”.

Aunque los contratos ya han sido adjudicados, se requiere tiempo para que se vean reflejadas las inversiones; mientras tanto, un análisis de Bimsa Reports, consultora especializada en construcción, apunta que la región sureste del país ha sido la más afectada por la pandemia, pues 53.6% de la inversión retrasada se detecta en esta zona.

En términos de dinero, el retraso se traduce en 104 mil 93 millones de pesos, distribuido en los estados de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán, esto significa 54% del total de inversión aplazada a escala nacional.

En todos los rubros: vivienda, infraestructura, edificación e industrial, la región sureste presenta el mayor porcentaje de atraso. 

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