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México registra boom de matrimonios igualitarios y desplome de bodas heterosexuales
“Fuimos muy rebeldes, queríamos luchar contra el estado”, comentan Juan Carlos e Isaac, al tiempo que un cruce estadístico realizado por EMEEQUIS revela que CDMX y Jalisco lideran la lista de matrimonios igualitarios
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“Hemos notado con los amigos, en el trabajo, que mucha gente heterosexual opta por no casarse y, de hecho, en el salón en el que me tocó estudiar (en la Maestría), todos mis compañeros eran heterosexuales, excepto yo y una compañera. Casualmente del salón sólo nos hemos casado la compañera y yo”, cuenta Juan Carlos Freyre, quien se casó con Isaac Pérez en 2016.
De acuerdo con un cruce de información estadística realizado por EMEEQUIS, el matrimonio convencional ha ido a la baja en la última década. Hombres y mujeres mexicanas evitan casarse con mayor frecuencia. Por el contrario, el número de parejas del mismo sexo que contraen matrimonio en México va en incremento: para 2018 se registraron casi cinco veces más matrimonios igualitarios de los que hubo en 2010.
“El matrimonio está muy estigmatizado, es curioso que quien tiene la opción desde siempre y no tiene que pasar por procesos legales larguísimos decidan no hacerlo, pero creo que en la medida en que dos personas que quieren estar juntos puedan unirse, habrá mayor solidez en nuestra sociedad”, dice Juan Carlos, de 30 años, a quien su pareja, Isaac, le pidió matrimonio en la punta de la Torre Eiffel, en París, Francia, en un viaje en el que celebraban cinco años de noviazgo.
PARTEAGUAS DE DERECHOS
Un análisis del informe de nupcialidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), realizado por EMEEQUIS, muestra que, desde que en la Ciudad de México se aprobó el matrimonio igualitario en 2010, el número de parejas del mismo sexo que han hecho uso de este derecho va al alza en todo el país. En esta entidad se han celebrado 11 mil 58 uniones.
Durante tres años los matrimonios igualitarios se agruparon en la CDMX, sin embargo, para 2013, surgieron dos bodas en estados donde este derecho no estaba estipulado en la legislación local.
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En Chihuahua, una pareja de hombres se casaba en septiembre, tras haber obtenido un amparo de un juez federal, que obligó al Registro Civil a celebrar la unión; en Jalisco, una pareja de mujeres preparaba su boda en diciembre, tras haber vivido el mismo proceso legal. Ambos estados, años después, terminarían ampliando este derecho a todos sus ciudadanos, uno por decisión propia, el otro obligado. A partir de entonces, la estadística va en aumento.
De acuerdo con las actas de matrimonio de los últimos ocho años, Jalisco es el segundo estado con más registro de bodas de parejas del mismo sexo, desde 2016 se han registrado mil 297 uniones, pese a que es uno de los estados donde la legislación local no tiene estipulado este derecho. El incremento se debe a que en enero de 2016, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucionales los artículos 260, 258 y 267 bis de su Código Civil, que establecen que el matrimonio sólo puede darse entre “el hombre y la mujer”.
La resolución invalidó estos artículos y obligó al estado a que las parejas que quisieran contraer matrimonio pudieran hacerlo sin necesidad de ampararse ante un juez. En esta misma situación están ahora Baja California, Chiapas, Puebla y recientemente, Aguascalientes y Nuevo León.
En la otra estadística, aparecen los estados que han dado el paso a legalizar este tipo de matrimonio desde su Código Civil y también encabezan la lista con más matrimonios. Por ejemplo, Coahuila es el tercer estado con más matrimonios, hay registro de 902; le sigue Chihuahua con 528 y, con una cifra menor, Michoacán, 292.
Hasta el momento, según las actas, sólo en Durango y Nuevo León no se tienen registro de uniones, mientras que en el Estado de México y Veracruz apenas se registra un caso en cada uno; en estos cuatro casos no está establecido en la legislación local. Sólo Nuevo León, a partir de este año, tendrá la obligación de celebrar matrimonios por orden de la Corte.
“FUIMOS MUY REBELDES, QUERÍAMOS LUCHAR CONTRA EL ESTADO”
Aún con los avances legislativos y las órdenes de la SCJN a ciertos estados, hay otros territorios donde el matrimonio igualitario no se ha legalizado. El matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho constitucional avalado por la SCJN desde 2015, cuando el órgano federal ordenó que todas las parejas que interpusieran un amparo para poder casarse tendrían que tener una respuesta favorable. Esta es la última alternativa para las parejas que quieren contraer matrimonio.
El matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho constitucional.
Actualmente sólo en 13 estados está permitido en la ley y seis estados más están obligados a garantizarlo por orden directa de la SCJN. Sin embargo, aún hay otros 13 territorios en México donde la única opción es recurrir a un amparo.
Juan Carlos e Isaac, ambos originarios de Yucatán, decidieron llevar el proceso ahí, a sabiendas de que el Código Civil local impide que parejas del mismo sexo contraigan matrimonio.
“Sabíamos que el estado es particularmente reticente a este tipo de matrimonios. Fuimos muy rebeldes, queríamos darle este sentido romántico de luchar contra el estado porque pensamos que en la medida en que haya más casos, en algún momento pudiera ser más fácil para otros”, dice Juan Carlos.
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Sabían que podían casarse en la CDMX, donde radican, pero que también podían interponer un amparo y a través de la Corte lograr casarse en el estado donde crecieron. Fijaron como fecha el 3 de diciembre de 2016.
“Dijimos: tiene que ser en Mérida donde están nuestros amigos, nuestra familia, tenemos que ahorrar y hacerlo bonito, grande, era un ritual de algo que no podemos decir con palabras”, cuenta Isaac, mercadólogo de 34 años.
Eligieron casarse en Mérida, a pesar de las trabas legales.
Apenas en julio pasado, Yucatán rechazó por segunda vez con 15 votos en contra y nueve a favor, el matrimonio igualitario en la entidad. Aún con la restricción el estado acumula 24 bodas que se han realizado tras haber obtenido un amparo.
Una situación similar a lo que ocurre en Puebla, donde el 8 de octubre el Congreso volvió a rechazar establecer este derecho en la ley. La diputada priista, Rocío García Olmedo, pidió cambiar la parte del Código Civil que dice que el matrimonio es “la unión de un solo hombre con una sola mujer” por “la unión de dos personas”, pero su propuesta se rechazó con 29 votos en contra, ocho a favor y dos abstenciones. En Puebla 54 parejas del mismo sexo han contraído matrimonio.
“Los únicos motivos que encuentro para que no se haga son motivos religiosos, nadie ha podido dar un racional de por qué limitar los derechos. Es un tema de todos pagamos impuestos, todos debemos de ser iguales ante la ley, tener los mismos derechos. La libertad de uno termina donde empieza la del otro”, dice al respecto Isaac, quien después muestra su acta de matrimonio.
Él y su pareja lograron concretar su boda en la fecha elegida, el amparo que les otorgó un juez federal resultó favorable y el Registro Civil de Yucatán no puso resistencia para celebrar la unión.
“El matrimonio existe y no va a dejar de ocurrir. Finalmente lo que estamos pidiendo es que se legalice, que nos quiten estos pequeños pasos adicionales que nos impiden a todos llegar a los mismos derechos. Es un llamado a respetar el derecho de todos de ser quien eres y de ser feliz con quien tú elijas”, dice Juan Carlos, quien porta orgulloso el anillo que refleja el esfuerzo por consolidar su matrimonio.
@AleCrail