Delfina Gómez se sincera con sus colaboradores: “no se preocupen, el presidente me quiere”

EMEEQUIS.- Entre todas las incertidumbres que rodean la carrera política de Delfina Gómez —¿seguirá al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP)?, ¿volverá al Senado de la República?, ¿será de nuevo candidata al gobierno del Estado de México?— hay una certeza que la maestra resalta entre sus colaboradores: el presidente Andrés Manuel López Obrador la quiere.

En el universo de conocidos y colaboradores del tabasqueño, el cariño del presidente de México es una gema extraña: muchas personas en el gobierno federal pueden asegurar que hablan con López Obrador, pero pocos pueden presumir que cuentan con su afecto. Y la exalcaldesa de Texcoco no es tímida cuando alardea sobre su relación con el mandatario mexicano.

La muestra más reciente, nos cuentan, ocurrió a principios de la semana pasada, cuando Delfina Gómez se reunió con su equipo compacto para delinear el plan de trabajo para un 2022 aún afectado por la pandemia.

Frente a subsecretarios y directores, la morenista tuvo que reconocer el enorme elefante en la habitación: la insistencia de la oposición para que renuncie a la secretaría de Estado después de que el tribunal electoral confirmó una multa de 4.5 millones de pesos por recolectar unos 2.2 millones de pesos a través de la retención de salarios de trabajadores del municipio de Texcoco para luego depositarlos a Morena.

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“No se preocupen, el presidente me quiere mucho”, dijo Delfina Gómez, según contó a EMEEQUIS un asistente a la reunión. “Me tiene en su más alta estima”.

NO TE PREOCUPES… DELFINA

Con esa frase, la titular de la SEP atajó cualquier rumor sobre su salida del gabinete presidencial: no importa la multa ni el ruido que haga la oposición, ella está firme en el proyecto de la llamada Cuarta Transformación aunque tenga una sentencia en los hombros que podría derivar en un cargo penal. 

La expresión de Delfina Gómez, asegura la fuente consultada, incomodó a más de uno, pues hizo recordar la frase con la que el expresidente Enrique Peña Nieto defendió a otra secretaria de Estado arrinconada por escándalos de dinero: “No te preocupes, Rosario”.

Pero Delfina Gómez luce todo menos preocupada, de acuerdo con las personas que la rodean. A pesar de la polémica por la multa impuesta por el tribunal electoral, la titular de la SEP se muestra confiada en que nada la puede hacer caer de la gracia del presidente.

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“Hay proyecto para un buen rato” fue otra de las frases que la maestra soltó en aquella reunión en la Ciudad de México para comunicar que ella no va a ninguna parte fuera del gabinete.

La mayoría del equipo de Delfina Gómez sintió alivio al saber que la posición de su jefa parece inamovible; sin embargo, otros —especialmente en el área de educación media superior— comentarían después que la abolladura a la imagen de honestidad que proyecta la titular de la SEP es un pesado lastre para la institución.

No son los únicos. Muchos en la dependencia federal están inconformes con las expresiones lacónicas de Delfina Gómez respecto a la polémica de los “diezmos” para Morena: su liderazgo moral se desmorona, afirman, mientras muchos reniegan de trabajar con ella.

OTRA VEZ, LA CULPA ES DE LOS CONSERVADORES

Pero a la maestra parece importarle poco. El único apoyo que le puede quitar el sueño es del presidente, quien el 18 de enero pasado usó la conferencia matutina en Palacio Nacional para darle un espaldarazo: “Aprovecho para expresar nuestra solidaridad con la maestra Delfina porque hay una campaña en su contra muy injusta, esa denuncia contra la maestra se presentó cuando ella fue candidata a gobernadora del Estado de México, yo recuerdo bien y no tuvo efecto.

“Hay toda una intencionalidad política detrás, y el tribunal electoral, lo mismo. En esa misma campaña hubo una denuncia que no se le dio seguimiento de otro candidato”, esgrimió el presidente López Obrador aludiendo al gobernador Alfredo del Mazo, quien ganó la elección local ante Delfina Gómez.

Aquellos dichos aliviaron a Delfina Gómez después de una oleada de críticas en su contra que llegaron desde usuarios de redes sociales hasta la cuenta del expresidente Felipe Calderón.

“Esto es un robo, abuso de autoridad y delito electoral, por donde quiera que se le vea. Corrupción descarada y hasta ahora, impune”, escribió el mandatario mexicano entre 2006 y 2012 en su cuenta de Twitter.

La molestia del expresidente tenía que ver con el fallo del 12 de enero del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que consideró que Delfina Gómez entregó dinero obtenido ilegalmente a Morena, que ocultó el origen de ese recursos para evitar ser sancionados.

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En aquel fallo, los magistrados votaron a favor de no sancionar a la secretaria de Educación Pública, pues concluyeron que las retenciones salariales no la beneficiaron electoralmente.

A pesar de ello, Delfina Gómez luce campante en el puesto. Incluso, cuentan, ha aprendido a eludir las preguntas de los medios con una frase que ya parece muletilla: “Yo soy muy respetuosa de las instituciones” y  así sale al paso de los cuestionamientos.

La afirmación de que cuenta con el cariño del presidente es la más reciente de sus certezas: por encima de la molestia de la oposición, del fallo del tribunal electoral, de las exigencias de un sector de las redes sociales… está el afecto del presidente.

Y en los tiempos de la llamada Cuarta Transformación, cariño mata multa.

@emeequis