La tienda inútil. El SUPERISSSTE ya no le deja al gobierno

EMEEQUIS.– Desde algunos años, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ha tratado de recuperar y hacer rentables sus tiendas SUPERISSSTE, sin embargo, el número de unidades, de ser centenares, ahora sólo son decenas, y en 2019 los ingresos se situaron por debajo de los mil millones de pesos.

En su Informe Financiero y Actuarial de 2020, que rinde cuentas sobre el cierre del Ejercicio Fiscal del año pasado, se observa un desplome constante de las ventas de estas tiendas, generando un déficit para la institución de salud pública de 184 millones de pesos en promedio al año desde 2013.

En 2013 los ingresos se ubicaron en 6 mil 240 millones de pesos y para 2019 apenas fueron de 917 millones, un desplome de 85%.

Mientras que sus tiendas también han sido borradas del mapa en esos años, pues en 2012 eran 250 tiendas y 88 farmacias. En 2019 operaban ya tan sólo 73 unidades.

“Durante el periodo 2013 a 2019, los ingresos reportaron un decremento promedio anual de 27.4 por ciento, debido al cierre de tiendas y a la disminución del volumen de venta en las tiendas que quedaron abiertas al público”, indica el informe, que fue presentado hace unos días al Congreso de la Unión. 

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Durante mucho tiempo el ISSSTE tuvo que financiar los gastos de operación de las tiendas, pues sus ingresos eran insuficientes para cubrirlos. En 2019, además de ser el año en el que las ventas son las menores, también durante dicho periodo, es el primero en el que las operaciones del SUPERISSSTE reportaron ingresos suficientes para hacer frente a sus gastos.

Con la administración de Andrés Manuel López Obrador, se busca implementar un plan de negocios que le permita aumentar productividad y ventas.

Roberto Revilla Ostos, director general de las tiendas, declaró a varios medios nacionales que la situación en la que se encontró al SUPERISSSTE no era la mejor: habló de un gran deterioro y una situación crítica por un mal manejo financiero y además estaban alejados de su vocación, que era proporcionar a la gente diversos productos, principalmente de la canasta básica. a precios asequibles. 

AÑOS CON PROBLEMAS

En 2016, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló que el SUPERISSSTE llevaba 15 años con problemas financieros, pero que en los último tres se habían profundizado por dejar de pagar a sus proveedores. Revilla Ostos ha indicado que los adeudos superan los 600 millones de pesos.

Esto que apuntaba la ASF, justo concuerda con la llegada de la administración de Enrique Peña Nieto.

En su informe de la Cuenta Pública de 2018, la Auditoría resaltaba grandes pérdidas en años que abarcan la gestión de EPN. En los estados financieros del SUPERISSSTE de 2013 a 2018, se reportaron pérdidas acumuladas antes de apoyos por financiamiento por 8 mil 386 millones de pesos.

El ISSSTE otorgó al SUPERISSSTE en ese periodo 7 mil 275 millones de pesos, integrados por 6 mil 625 millones de pesos de apoyos y 650 millones de transferencias presupuestarias.

“En su momento, el SUPERISSSTE tuvo un objetivo que fue razonable para hacer llegar los productos básicos y de consumo para los derechohabientes y sus familiares, que en la actualidad quedó rebasado, y enfrenta una competencia de 34 cadenas, 5 mil 567 tiendas y 15 millones de metros cuadrados de piso de venta en el país, por lo que requerirá importantes recursos para ser competitivo. De no tomar acciones contundentes, el ISSSTE tendrá que continuar otorgando apoyos por financiamientos”, alertaba la ASF.

Y decía que la institución de salud debía priorizar el apoyo financiero a otros rubros prioritarios, como son abasto de medicamentos, insumos para la salud, programas de atención preventiva, mejorar la eficiencia de los procesos médicos y administrativos, y su infraestructura en hospitales y clínicas.

Aunque los problemas financieros de acentuaron con EPN, vienen desde Felipe Calderón, incluso se llegó a hablar de desvío de recursos. En una investigación publicada por Aristegui Noticias “Así matan a las tiendas del Superissste”, se hablaba de la decadencia de las tiendas y ponía en la mesa la existencia de denuncias ante la Secretaría de Función Pública por peculado.

QUIEREN REVIVIRLAS

Según esta administración, en lo que se trabaja es en consolidar a estas tiendas como una cadena de bienes de autoconsumo con presencia nacional, autofinanciable, que asegure el bienestar de sus clientes, que comercie productos básicos y que garantice el abasto en las mejores condiciones posibles de calidad, oportunidad y precio, señala el propio informe financiero del ISSSTE.

En la parte más preocupante, que es el pasivo con proveedores, se tuvo que hacer una negociación con grandes cadenas para pagar los adeudos y a la vez seguir teniendo una relación para comprar a buenos precios y obtener descuentos.

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Empresas como FEMSA, jabones La Corona, Nestlé, Procter, Bimbo y La Sierra, estuvieron dentro de estas negociaciones.

Durante 2019 operaron 73 tiendas de SUPERISSSTE a nivel nacional; el 22% se concentra en la Ciudad de México. En ese año se abrieron dos tiendas en instalaciones que pertenecen al Sistema de Administración Tributaria (SAT) y una más en las oficinas centrales del ISSSTE en Buenavista. Están puerta otras tres más, intentando así revivir un poco el negocio.

En este intento de sacar a flote al SUPERISSSTE, no queda de lado la modernización, pues su área de sistemas y con el apoyo de los bancos se han instalado terminales de cobro en todas las unidades de venta, así como la activación de pago a meses sin intereses para incentivar las compras y los clientes que dejaron de tener a la vista estas tiendas regresen.

@ptcervantes