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Presupuesto AMLO 2023: subejercicios en salud y seguridad pública
Las megaobras, como la Refinería Olmeca en Dos Bocas y Tren Maya, continuaron recibiendo fondos significativos, en contraste con el subejercicio en programas esenciales como la vacunación infantil y la provisión de medicamentos gratuitos
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Personal de Salud exige la basificación después de que fuera una promesa durante la época de la pandemia. (Cuartoscuro)
LUPA LEGISLATIVA
Por Juan Ortiz
EMEEQUIS.– El 2023 se caracterizó por una notable disminución en ingresos y gastos. A pesar de esto, el gobierno de AMLO canalizó recursos extraordinarios hacia proyectos prioritarios, sacrificando áreas sensibles como la salud y la seguridad pública.
Las megaobras, como la Refinería Olmeca en Dos Bocas y Dos Bocas, continuaron recibiendo fondos significativos, en contraste con el subejercicio en programas esenciales como la vacunación infantil y la provisión de medicamentos gratuitos.
INFORME DE SHCP: UN PANORAMA DE INGRESOS Y GASTOS
Cada 31 de enero, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presenta un informe crucial que detalla los ingresos y gastos federales del año anterior.
Este informe es esencial para que los legisladores evalúen aspectos como la recaudación, el gasto y el endeudamiento.
En 2023, se reportó una reducción una caída notable en los ingresos presupuestarios de 84 mil millones de pesos. Es una cifra que equivale aproximadamente a la construcción del AIFA.
La caída se manifiesta principalmente en los ingresos petroleros, afectados principalmente por el fenómeno del ‘súper peso’ de acuerdo con la SHCP, que resultó en menores ingresos por venta de barriles de petróleo.
Además, se evidencia una disminución en la recaudación de impuestos clave como el ISR, el IVA y el IEPS, sin justificaciones claras por parte de la SHCP. Aunque se compensa parcialmente con la recaudación de derechos y aprovechamientos, la falta de transparencia sobre su origen suscita dudas. ¿Recursos obtenidos por la extinción de fideicomisos? Solo ellos saben.
IMPACTO EN GASTO PÚBLICO: RECORTES Y REDIRECCIONES
La disminución en los ingresos repercute directamente en el gasto público, con 138 mil millones de pesos no ejercidos, afectando principalmente a Pemex y a los fondos para estados y municipios. Dicha cifra representa 10 veces el presupuesto del INE o 153 veces el gasto anual del INAI.
Paradójicamente, los proyectos prioritarios del Presidente no experimentaron estas restricciones, destacando un uso de recursos que desafía la narrativa de austeridad.
Tenemos el caso de la Secretaría de Energía, encargada de la construcción de la Refinería Olmeca, que gastó casi TRES VECES de lo programado. Pues pasó de un presupuesto de 49 mil millones a 179 mil millones de pesos.
Respecto al Tren Maya, ahora a cargo de la Sedena, ejerció 103 mil millones de pesos.
Aunque como es costumbre, ni Energía ni Hacienda transparentan cuánto de este dinero fue a la Refinería.
La SHCP recibió más de 80 mil millones de pesos adicionales, los cuales no justifica en ninguna parte. Sin embargo, sabemos que a principios del 2023 estuvo a cargo de la compra de plantas de energía de Iberdrola, aunque eso no explica en su totalidad este dinero extra.
Las Secretarías de Marina y Defensa Nacional también recibieron recursos adicionales, de 14 mil y 18 mil millones de pesos. Ambas encargadas de proyectos estratégicos, como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico y Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, el Aeropuerto Felipe Ángeles o de Tulum.
No fueron los únicos. Las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores usaron más recursos de los proyectados, 66.6% y 37.8% respectivamente, lo que resulta cuestionable. ¿Mala planeación o recursos usados para otros fines?
SALUD Y SEGURIDAD: LAS GRANDES VÍCTIMAS
En contraste, no se usaron miles de millones de pesos del presupuesto destinado a la función de salud, esto es, lo que gasta IMSS, IMSS – Bienestar, ISSSTE, la Secretaría de Salud, Marina y Sedena, para este fin.
Mientras el Tren Maya gastó 103 mil millones de pesos del presupuesto federal, en salud no se ejercieron 60 mil millones. ¿En dónde están las prioridades?
El programa de vacunación infantil es la principal víctima, con un gasto de sólo 1 de cada 10 pesos.
En el programa de medicamentos gratuitos, del IMSS Bienestar, no se gastaron prácticamente la cuarta parte del dinero previsto.
Mientras que no se ejercieron más de la mitad de los recursos del programa de salud materna, sexual y reproductiva, encargada de acciones de atención a la salud materno-infantil, así como el cáncer de mama y cérvico-uterino.
Otros subejercicios en programas de salud fueron:
– Vigilancia epidemiológica (-41.5%)
– Prevención y control de enfermedades (-35.1)
– Prevención y atención de VIH/SIDA y otras ITS (-19.9%)
También resulta cuestionable el gasto en la Secretaría y Protección Ciudadana. Hay un subejercicio de casi 9 mil millones de pesos para la prevención e investigación del delito, así como en la Administración del Sistema Federal Penitenciario de 5 mil millones de pesos.
En general, el gasto en la función “Asuntos de Orden Público y de Seguridad Interior” tuvo un recorte de 38 mil millones de pesos.
Por cierto, en este informe no hay menciones del gasto realizado en proyectos como la Aerolínea Mexicana a cargo de Sedena, ni de la Megafarmacia a cargo de Birmex.
¿Y QUIÉN REVISA LOS INGRESOS Y GASTOS?
La revisión del gasto público por parte de la Cámara de Diputados es una de sus principales tareas, no solo revisar, modificar y crear leyes.
Los legisladores deben ir más allá de la retórica y asumir su rol de contrapesos en el gobierno. Deben revisar con lupa los informes, cuestionar las discrepancias y exigir explicaciones cuando los números no cuadren.
La supervisión del gasto público no debe ser vista como una formalidad, sino como una herramienta crucial para corregir desvíos y asegurar que cada peso invertido contribuya al bienestar de la población.
La oposición debe defender cada peso de los mexicanos, y garantizar que los recursos públicos se destinen a proyectos para cubrir principales necesidades de la sociedad.
Como sociedad también tenemos responsabilidad, así que es esencial informarnos sobre cómo se están gastando nuestros recursos.
En una era de datos accesibles, no hay excusa para el desinterés o la apatía. Debemos mantenernos informados, ser críticos con la información que recibimos y, lo más crucial, exigir mejores resultados de nuestras autoridades.
Solo así podremos avanzar hacia un país donde cada peso invertido mejore nuestras condiciones de vida.
@Juan_OrtizMX