La disyuntiva de Ulises Lara

CONFIDENTE EMEEQUIS

EMEEQUIS.– Para cómo están las cosas, es probable que Ulises Lara se quede como encargado de la Fiscalía de la CDMX por un largo periodo, ya que se antoja difícil que exista un acuerdo entre las fuerzas políticas para pactar un nombramiento que alcance la mayoría calificada en el Congreso capitalino. 

Esto lo tenía claro Ernestina Godoy y por eso designó a Lara como coordinador general de Investigación Territorial.  

Godoy dejó a uno de los más cercanos, pero sería una equivocación el derivar de ello que estaremos ante una especie de calca en cuanto a reflejos y comportamientos. 

Lara, conviene tenerlo presente, no es un recién llegado, tiene fuerza propia y ha sabido construir su biografía en términos administrativos y políticos.  

Durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera, fungió como responsable del Instituto de Educación Media Superior del entonces Distrito Federal. 

Fue una pieza importante en la construcción del PMS, que luego se sumaría al PRD, y participó en el movimiento estudiantil del CEU. 

Su llegada, aunque sea provisional, a la oficina más importante de la Fiscalía es de algún modo inédita, por su propio perfil. 

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De ahí que Lara pueda abrir espacios para que baje la temperatura y la relación se normalice, en la medida de lo posible, con las bancadas del PAN, PRI y PRD.

Lara es, antes que nada, un político y experimentado, que ha sabido transitar en diversos escenarios adversos. 

Esto no quiere decir que las fricciones se terminarán o que no existirán presiones respecto a indagatorias que pueden afectar a personajes de la oposición, pero sí que se pueden explorar vías de entendimiento institucional que se mantengan a pesar de la complejidad de la coyuntura y en donde a la Fiscalía le van a exigir, desde los sectores más duros de Morena, que proceda contra adversarios que les resultan peligrosos en lo que respecta a la disputa por el gobierno mismo de la CDMX. 

Por ejemplo, la diputada Guadalupe Chávez, al calor del debate y, ante la evidencia de que no les alcanzaba para ratificar a Godoy, soltó a los legisladores de oposición: “ustedes, todos los que tienen una cuenta con la justicia, la van a pagar…muy pronto los vamos a ver dónde deben de estar, no en sus curules ¡en la cárcel!”. 

Desplantes como este son los que explican que no haya modo de construir acuerdos, como por lo demás es natural en cualquier parlamento menos en México, porque cada negociación es vista con sospecha. 

En todo caso, Lara tendrá que valorar cuál es el mensaje que puede dejar durante un periodo que es factible que se alargue por mucho tiempo.

La tentación de continuar por la misma senda que Godoy puede ser grande y no faltarán incentivos para que así ocurra, pero la alternativa tampoco es del todo mala, inclusive en la perspectiva de reparar lo que ha sido una de las derrotas políticas más grandes para el grupo que ahora gobierna. 

En las manos de la Lara, aunque sea en parte, está la posibilidad para abonar en la construcción de un escenario de concordia que, entre otras cosas, permita que el proceso de designación de la persona titular de la Fiscalía no caiga al barranco. 

Y no se trata, por supuesto, de que exista impunidad, de que no se investigue lo que se tenga que investigar, sino de devolverle confiabilidad y legitimidad al trabajo de la Fiscalía. 

El problema de la Fiscalía, en estos momentos, no es porque investiguen, sino porque no lo hacen y, a cambio de ello, construyen historias que tienen la finalidad de causar daño político y no de reparar injusticias. Ese es el meollo del asunto, se puede resolver, pero se requiere voluntad para ello. ¿La tendrá Lara desde su nueva posición? ¿Su cargo interino le da para semejante tarea? ¿Podrá enfrentarse a maquinarias que, cuando se echan a andar son difíciles de parar? Pronto lo sabremos.  

LAS VÍSPERAS DEL 2024

Ernestina Godoy buscará ser senadora. Es una buena noticia, pero para Va x la CDMX, ya que es difícil que la exfiscal pueda construir una candidatura vencedora con todos los negativos con que carga. Es un premio de consolación que le puede salir caro a Morena y a sus aliados, quienes están reaccionado al pleito y no tratando de reparar el desastre que ellos mismos generaron.

@emeequis 

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